Ciudad Victoria, Tamaulipas. - Con llantos y manitas aferradas a sus padres, es como inició el ciclo escolar en Ciudad Victoria, donde un porcentaje de menores de nuevo ingreso aún se resistían a entrar a las aulas.

Situaciones similares fueron muy comunes en los planteles educativos, como en el Jardín de Niños Laureana Wright González de la colonia Liberal, en donde se pudo constatar como los niños se mostraron temerosos de soltar la mano de sus papás en su primer día de clases.

No obstante, algunos menores de nuevo ingreso llegaron a su nueva escuela muy alegres y ansiosos por disfrutar de las instalaciones, así como para conocer a sus compañeritos que desde este día los acompañarán en los siguientes 10 meses del calendario escolar.

Según la maestra Sonia Macarena Ortega, el llanto suele estar presente principalmente en los niños que no han acudido a otras instancias y es normal, pero las educadoras los están esperando con todo el amor y paciencia para que puedan superar estos temores.

“Nosotras estamos esperándolos, preparándonos para recibirlos con mucha alegría, sobre todo porque en este Jardín tenemos niños de primero y segundo grado, que son los más chiquititos y tras los días que estuvieron con su mamita en el hogar, sí es difícil dejar el hogar para poder integrarse a la comunidad educativa”, expresó.

Dijo que actualmente son entre un 20 y 30 por ciento los menores que aún lloran y se resisten a quedarse en los salones, pese a que sus propios padres se encargan de prepararlos para dar este paso y son los niños que no han estado dentro del sistema educativo los que presentan mucha inseguridad.

Precisó que caso contrario sucede con los menores que ya han estado en guarderías o algún Centro de Desarrollo Infantil, ya que en ellos se les brinda la experiencia de saber que a la escuela se viene a aprender jugando.

oal