Hoy es Jueves 18 de Abril del 2024


Banorte: “hágale como quiera” y el cinismo

Por: Carlos Santamaría Ochoa El Día Lunes 20 de Agosto del 2018 a las 12:40

La Nota se ha leido 1151 veces. 1 en este Día.

Dice la Real Academia del término usura: “interés ilícito que se llevaba por el dinero o el género en el contrato de mutuo o préstamo” o “interés excesivo en un préstamo”

El término se ha empleado históricamente para señalar a esos individuos que lucran con la necesidad de otros y ofrecen préstamos con intereses demasiado altos, como sucede en algunos bancos nacionales y extranjeros.

Hoy, los bancos no son solo préstamo: sus acciones tan diversificadas y tecnificadas nos permiten hacer uso de sus recursos para cubrir muchas necesidades cotidianas.

Sin embargo, hay bancos que no entienden lo que es el trato al cliente, como sucede con el que negativamente se ostenta como “El Banco de México”, y que responde al nombre de Banorte, sinónimo de trampa, ilegalidad, usura, burocracia bancaria, mal trato, falta de educación y desinterés hacia el cliente, como mínimos calificativos.

Hay constancia de casos en los que la banca de referencia hace uso ilegal del dinero de sus usuarios y nadie se da por enterado o nadie quiere solucionar el asunto; uno de ellos, data del mes de noviembre de 2017, y los “ejecutivos” locales dicen que no han recibido respuesta, y al cliente le responden: “Hágale como quiera”. Así de cínicos, desvergonzados y de faltos de criterio, como sucede en la sucursal de la calle Juan B. Tijerina y Aldama, donde un individuo de nombre Leopoldo Pérez García, con las ínfulas de cualquier patán con cargo, trata al cliente y no entiende el beneficio de contar con cuentas oficiales que les pasaron a ese banco, haciendo todo cuanto le es posible por ahuyentar al cliente cotidiano que, si bien es cierto, no maneja millones, es importante saber que por miles de esos clientes el banco se mantiene y es lo que es.

Quien haya ido a tratar con el gerente Pérez sabrá que entendemos la misma actitud que otros clientes que se van hablando cosas solo negativas de la institución por la falta de respuesta a sus necesidades e inquietudes.

En mala hora el gobierno estatal decidió cambiar sus cuentas a ese banco, dicen los burócratas que han sido objeto de fraudes, malos manejos de sus cuentas, clonaciones y más, y recibido por respuesta las palabras de el gerente Pérez: “hágale como pueda”.

Gente con ese tipo de trato no cabría ni en el departamento de intendencia, porque seguramente al tomar el trapeador harían una labor tan sucia como la que hoy refieren al frente de tan importante sucursal.

Las quejas no se pueden elevar, porque nadie da la cara: los directivos de Banorte están escondidos en el anonimato que proporciona la banca en línea: nadie de los que contestan puede dar un nombre, los que revisan siempre están ocupados o en junta, y total, una persona o nombre de Banorte no existe.

Pareciera que lo manejan máquinas y el ser humano no existe.

Casi un año de una gestión de trámite, y Leopoldo Pérez argumenta que “no ha recibido respuesta de sus superiores”, cuando, si usted viera la reclamación que hicieron, reiría y se indignaría al ver la falta de capacidad, talento, instrucción, educación y modos que tienen estas personas, porque muchos “ejecutivos” son igual de mal empleados que su jefecito que no sabe lo que es el cliente.

Es impensable qué sucedería si un banquero de antes os viera y supiera su forma de atención: seguramente los echaría a la calle sin menores oportunidades siquiera.

Pero lo grave es que os que pagamos estas anomalías somos los usuarios que forzosamente tenemos trato con este banco, llamado malamente el “Banco de México”, porque en sus postulados habla de promover nuestro país, pero en la práctica es todo lo contrario: quedar mal con el cliente, pisarlo, aplastarlo y hacerle sentir la autoridad del patán que se ostenta como ejecutivo bancario.

Ojalá los pusieran en su lugar -la calle- y el banco nos trate como lo que realmente somos para una institución que, de alguna manera u otra, jinetea nuestro dinero para hacer el suyo.

 

Comentarios:columna.entre.nos@gmail.com

Carlos David Santamaría Ochoa

(México, D.F., 1957) Licenciado en Relaciones Públicas, Maestro en Trabajo Social y maestro en Comunicación; Doctor en Comunicación y Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela (Galicia, España). Diplomado en periodismo y en locución ( U.A.T.) Periodista desde el año de 1979.

Jefe de fotografía del periódico El Heraldo de México (1979).

Ha colaborado en los diarios locales El Mercurio de Tamaulipas, El Diario de Ciudad Victoria, La Verdad de Tamaulipas y en revistas como Poste Restante, A quien Corresponda, entre otras. Fue corresponsal del diario El Nacional, de la revista Época de México y de radio grupo ACIR. Fotógrafo profesional desde el año de 1978.

Fue jefe de prensa del Instituto Estatal Electoral en Tamaulipas y del Hospital General de Ciudad Victoria. Actualmente se desempeña como profesor de periodismo y fotografía en la licenciatura en Ciencias de la comunicación, en la Universidad Autónoma de Tamaulipas, donde también colabora como investigador.

Es presidente de Vive con Diabetes, A.C., dirige y conduce el programa de radio Al Día en Radio UAT.

Recientemente publicó su primer libro: Diario del Camino, Unidos por la Diabetes.

DONA AHORA

Para que HOYTamaulipas siga ofreciendo información gratuita, te necesitamos. Te elegimos a TI. Contribuye con nosotros. DA CLIC AQUÍ


DEJA UN COMENTARIO

HoyTamaulipas.net Derechos Reservados 2016
Tel: (834) 688-5326 y (834) 454-5577
Desde Estados Unidos marque: 01152 (834) 688-5326 y 01152 (834) 454-5577