Nuevo Laredo, Tamaulipas. – Las grandes cadenas comerciales de Nuevo Laredo provocaron que los pequeños comercios, conocidas como las carnicerías de barrio cerraran sus puertas, informó el encargado del rastro municipal Hugo Alberto Zapata.

Manifestó que en sus mejores épocas el rastro municipal sacrificaba alrededor de mil 500 cabezas de ganado por mes, mientras que en el último año a duras penas llegan a los 100.

“Empezaron a desaparecer las carnicerías de barrio, las tiendas chicas, todo eso empezó a desaparecer con la llegada de los grandes comercios”, explicó.

La carne que se consumía en Nuevo Laredo era producida en el campo de estas tierras fronterizas, pero ahora es muy poco el porcentaje.

“Teníamos una matanza muy buena, a través de los años y el desarrollo mismo de la ciudad, principalmente comercial, que nos llegaron las tiendas grandes bajó; hace 15 o 20 años estábamos sacrificando cerca de 1800 a 1500 animales por mes, ahorita andamos alrededor de 100, a veces baja a 80 o 60, tenemos matadas muy bajas”, indicó.

La carne que se consume en estos días proviene de Monterrey, Torreón, Guanajuato y Sonora, misma que va a los centros comerciales de la ciudad.

Comentó que el rastro no es un negocio, ya que con todo y las inversiones que se le han hecho para modernizarlo, hacerlo más funcional y limpio, ya no tiene la misma demanda que en años pasados.

“El municipio hace un sacrificio enorme en mantener el rastro, porque casi, casi que lo está subsidiando, no se mantiene solo, por lo mismo, porque evitamos el clandestinaje y esto es cuestión de salud pública”, expresó.

El rastro municipal de Nuevo Laredo ofrece matanza de animales como reses, cerdos y ovicaprinos.