México, 16 Julio.- Tras advertir que sobre el odio nada se puede construir, el director general del Instituto Mexicano de la Juventud (Imjuve), Máximo Quintana Haddad, convocó a la juventud a participar en el debate para recuperar la paz con visión de derechos humanos.

Durante la inauguración del segundo Campamento Juvenil “Sin odio”, realizado al sur de la Ciudad de México, recordó que la juventud es uno de los sectores más presionados, pero también más capaz de ayudar a resolver los conflictos sociales que vive nuestro país.

Explicó que son los jóvenes quienes, como grupo intergeneracional, representan mejor los mosaicos de realidades de nuestro país y, por lo tanto, quienes tienen una mayor opción de incidir en el cambio a la realidad de la nación.

En ese sentido, los convocó a participar en el debate sobre la legalización del consumo de la marihuana, donde hay un espacio para cambiar el discurso y considerar el tema desde la óptica de la salud pública.

Recordó que durante el presente sexenio fueron encarceladas 175 mil personas por portación de cannabis y 150 mil por consumo, como parte de la presión que hay sobre los jóvenes respecto al crimen organizado.

Es importante romper las desigualdades y en ello la juventud tiene un papel fundamental, dijo.

A su vez, la directora del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), Alexandra Haas Paciuc, advirtió que la discriminación no sólo se da en las relaciones individuales momentáneas, sino también es un tema estructural que afecta a las instituciones y a grupos sociales en su conjunto, especialmente a los jóvenes.

Indicó que se trata de una forma desigual basada en relaciones de poder con desequilibrio, pero que no tienen justificación jurídica ni moral y, por lo tanto, se deben combatir este tipo de acciones.

Por décadas se han promovido estereotipos en los que se hace suponer que es normal tratar de manera diferenciada a determinados grupos sólo porque existe una idea de que eso es correcto, apuntó.

Por ejemplo, la Ley Federal del Trabajo considera un horario de 12 horas laborales para las trabajadoras del hogar, pero no existe justificación alguna y, por ello, este desequilibrio se puede identificar como discriminación estructural, explicó.

En ese sentido, llamó a que se superen este tipo de acciones y también a cambiar el discurso de odio que genera violencia entre los ciudadanos.

El campamento organizado por diversas instituciones, incluyendo la Organización de Estados Iberoamericanos, convoca durante cinco días a 45 jóvenes de México, Estados Unidos, Guatemala y Bélgica a realizar actividades para superar la discriminación; los elegidos para participar forman parte de organizaciones que promueven el combate a los discursos de odio en sus comunidades.