< Gobierno azules se “alinean”

< PRI en la orfandad luego del día “D”

1.- El tsunami electoral del 1º de julio que pegará en todo el país, a todos los sectores de los colores que sean y es motivo de que en los días previos a los comicios despertara diversas acciones que dejan constancia de reconocimiento desde ahora, que habrá un nuevo sol que alumbrará a partir del 2 de julio, aun cuando falten varios meses para la transición.

Dentro de esos signos está la conformación de la Asamblea de Gobernadores de Acción Nacional (GOAN), que ya publicó un desplegado firmado por 7 de los 12 mandatarios del albiazul, que se manifiestan desde ahora su reconocimiento a la pluralidad de este país y dispuestos en ese marco a construir acuerdos en favor de los mexicanos.

La carta abierta la firman el Gobernador de Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca, junto con los mandatarios de Aguascalientes, Martín Orozco Sandoval; Baja California Sur, Carlos Mendoza Davis; Durango, José Rosas Aispuro Torres; Puebla, José Antonio Gali Fayad; Querétaro, Francisco Domínguez Servién; y de Quintana Roo, Carlos Joaquín González

En conjunto acordaron que la Asamblea de Gobernadores de Acción Nacional será un espacio incluyente, de análisis e intercambio de ideas en la búsqueda de acuerdos que beneficien a la población de las entidades federativas que la conforman.

También señalan que “frente a los nuevos retos que México enfrentará los gobiernos estatales estamos ciertos que en la democracia la única forma de lograr resultados es mediante el diálogo, el cual es indispensable para la gobernanza y la certidumbre social, política y económica del país”.

De esta manera los mandatarios buscan responder al reclamo ciudadano, de que sus autoridades independientemente del origen partidista se coordinen eficazmente para resolver la problemática y las necesidades que las familias enfrentan cada día.

2.- El mismo tsunami dejará prácticamente en la orfandad al priismo de 20 estados de la República (sin contar a la Cd. de México), algo similar a lo que ocurre en Tamaulipas.

Para  rescatar los vestigios que queden del Tricolor, hay un sector con su líder al frente dispuesto a echar del partido al grupo que hoy encabeza Enrique Peña Nieto, se trata de Ulises Ruiz Ortiz, exgobernador de Oaxaca (2004-2010) y para más antecedentes pertenece al círculo de Roberto Madrazo.

Ulises Ruiz trae un discurso de odio contra los que han conducido al PRI al estatus en que hoy se encuentra y es cierto todo lo que dice, pero eso no resuelve el problema, y mucho menos creando conflicto entre el reducto Tricolor que quede de pie.

El círculo de poder de Los Pinos trabajó en el último año dos escenarios, uno de ellos el de la derrota y heredará a un grupo de hombres y mujeres a los que dejó a salvo en el Congreso de la Unión (vía plurinominal) y que en su mayoría son priistas de hueso colorado y no serán el rebaño (como el que ahora existe en el Congreso local de Tamaulipas) que doble la cerviz frente al nuevo patrón.

En este lumbral del 2018 el PRI aún no está totalmente en la bancarrota, aun con las derrotas que vaticinan sufriría el próximo domingo, le quedan 11 estados gobernados por el priismo, más el minúsculo grupo de diputados y senadores que darán presencia nacional al partido. Es un capital que ya hubieran querido tener el PAN o el PRD en los años 90´s. La política es como cualquier negocio, hay quienes lo emprenden desde cero y otros que heredan un recurso para el despegue.

La circunstancia en este momento es que en círculos internos del PRI, están conscientes del terremoto que derribará lo poco que queda de sus estructuras de gobierno,  empezando por la derrota Presidencial, seguida de la Jefatura de Gobierno de la Cd. de México; de las senadurías, que no se salvarán ni las del Estado de México, donde los “morenos” se preparan para cobrar el agravio de las elecciones de las que salió ganador Alfredo del Mazo; ni mucho menos las senadurías de Coahuila, donde el pueblo cobrará a los Moreira su malestar. Y si eso ocurre en esos dos importantes bastiones priista ya se puede imaginar lo demás.

Pero a Ulises Ruiz no le importa lo débil de la representatividad Tricolor en ambas Cámaras, ni que pierdan las ocho gubernaturas que el próximo domingo se juegan, junto con alrededor de 2000 alcaldías de las que con suerte puedan salvar una tercera parte; así como 591 diputaciones locales de las cuales se derivarán 312 plurinominales. Ni le anima, ni le desilusiona lo pobre del reducto que quede después del 1o de julio.

Lo que le atrae a Ulises es la repartición de futuras candidaturas dentro de un partido que puede ser aun redituable. Casi, casi el mismo espíritu que movió al patrocinador de la actual Directiva Estatal del PRI en Tamaulipas, aunque en el camino cambió sus intereses. El domingo veremos las consecuencias de esa mano que intervino en el destino del instituto político en nuestra entidad.

Pero la cuestión es que hay un manifiesto reconocimiento a un triunfo otorgado por las encuestas y que está influyendo en tomar conciencia de una nueva realidad y eso incluye a la propia izquierda del PRD donde hay tránsfugas de última hora hacia MORENA y de otros partidos minoritarios que a menos de 48 horas de las votaciones estén dando el “cambiazo”.

Ana Luisa García García

(15-Nov-1950) es licenciada en Periodismo por la Universidad Veracruzana generación 1969-1973.

Ejercicio profesional en los siguientes medios: El Dictamen de Veracruz, El Diario de Cd. Victoria, El Universal y Ovaciones en la Cd. de México, El Heraldo de Tampico. Autora de la columna Argot Político en El Mercurio de Tamaulipas (1988-1989) y de la columna Presencia publicada en La Verdad (1987-2016) y en diferentes portales informativos.