Vialidades citadinas
Ahora que se han presentado algunas lluvias, no tan intensas como hemos padecido, ya afloran algunos problemas en las calles de la capital tamaulipeca, donde se ha levantado la inversión y trabajo que realizó la Presidencia Municipal para dotarnos de vialidades dignas.
No todo es malo, porque en algunos sitios ha aguantado el tiempo y no se registran muchos daños, sin embargo, hemos de hacer una reflexión acerca de la forma en que hay daños en las calles, y cuáles son los más importantes para reparar, toda vez que es imposible que haya cuadrillas en todos los puntos donde se requiere, porque necesitaríamos que la mitad de los habitantes de la capital estuviéramos contratados para tapar un agujero, al menos.
La queja generalizada e injusta reclama a nuestro alcalde con licencia la negligencia de años -décadas- y pide sea todo reparado, pero, insistimos: no se puede reparar todo a la vez, y, además, entendemos que haya muchas necesidades, pero somos de la idea de que las cosas hay que hacerlas bien de una buena vez, aunque sean más costosas.
En algunas colonias están instalando concreto hidráulico y es una buena alternativa, porque si bien es cierto que resulta mucho más caro, el hecho de rehabilitar las calles con ese material implica que durante muchos pero muchos años no requerirán de reparaciones, a menos que los que trabajan en Comapa y Telmex vayan, rompan y dejen el tiradero, como nos tienen acostumbrados.
Y para que haya buenos resultados y podamos exigir bien, requerimos cumplir con nuestras obligaciones tributarias, a manera de que la autoridad tenga el dinero que requiere para obras, y entonces sí le digamos que tiene que respondernos.
Mucho hay que hacer, y es triste transitar por las arterias que la lluvia se ha llevado, dejando una estela de destrucción similar a las calles de los países en guerra, por la manera en que se levanta la carpeta asfáltica y surge el daño real.
Obviamente, los concesionarios de transporte público se quejan porque en cada calle dejan una parte de suspensión o llantas, y o alcanza para circular y reparar, por lo que exigen a la autoridad cumpla su parte.
Entonces, entendemos que es una labor de la autoridad y la ciudadanía, y que uno solo nunca podrá solucionar esta problemática.
El lector circulará por el Eje Vial y verá que hace muchos años que fue construido y es fecha que no requiere que le estén remendando y parchando: su construcción se hizo como debe de hacerse, y el resultado es que hemos contado con una arteria en muy buenas condiciones.
Y en La Presita están rehabilitando algunas calles con concreto hidráulico, lo que es una sorpresa, pensando en que las grandes y mejores obras no se llevan a colonias populares; hoy, ese pensamiento nos demuestra que estábamos equivocados, y que la gestión de algunos vecinos ha fructificado y tienen ya lo que por años buscaron.
Para quien llegue a ocupar la alcaldía a partir del próximo período, nos gustaría que considerara la posibilidad de hacer convenios con los vecinos para que tengamos calles y arterias dignas, con el mínimo de comodidad y seguridad para todos, y que el dinero que se emplee sea fiscalizado por una auditoría ciudadana y oficial, que permita asegurar que se ha gastado bien.
Somos muchos los afectados por los baches; ponchaduras, suspensiones y más se quedan en estos agujeros de todos los días.
Y si a eso, agregamos la petición de que Tránsito ponga orden y trabajen como deben, y que dejen de ser cajón de ingresos de la alcaldía, porque finalmente, su función es regular el tráfico y no estar a la caza de inocentes que por no quitar sus polarizados son objeto de una mordida o alterada compensación que exigen.
Si todos hacemos lo que debemos, podemos exigir lo que queremos, porque de otra forma… imposible quejarse cuando no cooperamos.
Comentarios:columna.entre.nos@gmail.com
Carlos David Santamaría Ochoa
(México, D.F., 1957) Licenciado en Relaciones Públicas, Maestro en Trabajo Social y maestro en Comunicación; Doctor en Comunicación y Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela (Galicia, España). Diplomado en periodismo y en locución ( U.A.T.) Periodista desde el año de 1979.
Jefe de fotografía del periódico El Heraldo de México (1979).
Ha colaborado en los diarios locales El Mercurio de Tamaulipas, El Diario de Ciudad Victoria, La Verdad de Tamaulipas y en revistas como Poste Restante, A quien Corresponda, entre otras. Fue corresponsal del diario El Nacional, de la revista Época de México y de radio grupo ACIR. Fotógrafo profesional desde el año de 1978.
Fue jefe de prensa del Instituto Estatal Electoral en Tamaulipas y del Hospital General de Ciudad Victoria. Actualmente se desempeña como profesor de periodismo y fotografía en la licenciatura en Ciencias de la comunicación, en la Universidad Autónoma de Tamaulipas, donde también colabora como investigador.
Es presidente de Vive con Diabetes, A.C., dirige y conduce el programa de radio Al Día en Radio UAT.
Recientemente publicó su primer libro: Diario del Camino, Unidos por la Diabetes.
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