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Carentes de educación y de cultura

Por: Alejandro Margain El Día Miercoles 20 de Junio del 2018 a las 08:18

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Poco tendrá esta columna que ver con temas relacionados al campo; Asumo mi derecho a opinar, y a la libertad de expresión para demostrar mi enojo, que no es solo mío sino de miles de mexicanos, ante situaciones que se presentan en el día a día, pero que, al fin país mayoritariamente católico, esperamos que todo se arregle por una intervención divina

Sin lugar a dudas que la presentación de la Selección Mexicana de Futbol en el Mundial de Rusia, nos dejó gratamente sorprendidos, y más a quienes hemos estado acostumbrados a ver a la selección achicarse en los momentos importantes; Sé que una golondrina no hace verano y que es muy pronto para echar las campanas al vuelo, pero sin lugar a dudas fue una gran demostración de trabajo en equipo, de entereza y de saber jugar con los tiempos; Sin lugar a dudas ver la emoción del Chicharito al cantar el Himno Nacional Mexicano, que cerca de 14,000 mexicanos cantaban, es para emocionar a todos y valorar en su justa dimensión el esfuerzo realizado

No falto de quienes, al frente de un micrófono, quisieran hacer menos la labor fundamental del entrenador, de querer darle todo el mérito a los jugadores, como si el planteamiento del juego no hubiera salido de quien en realidad dirige los destinos del equipo; Y como eso, las clásicas muestras de carencia de educación y de valores; Viajar tan lejos para volver a su grito homofóbico; para emborracharse sin medida, para demostrar que aunque se puede viajar seguimos careciendo de Educación y de Cultura; No vayamos lejos, quemar un lábaro patrio al calor de la euforia de una victoria se me hace un acto deleznable y falto de proporción ante un país y una federación de futbol alemana que ha socorrido a nuestro país cuando se ha necesitado y que mantiene con sus aportaciones económicos un orfanato en la ciudad de Querétaro

Pero nuestra carencia de educación y de cultura está en todos los ámbitos de nuestra vida diaria; la constante de estacionarse en lugares para discapacitados, me toco nuevamente observarla hoy, y ante la observación de un guardia de seguridad, mostrarle a este una calcomanía de discapacitado, pero sorpresa, iba una familia de 5 personas sin ninguna discapacidad, a menos que fuera mental y esta no era visible.

O seguir manejando al tiempo de leer textos, enviarlos o sostener una llamada telefónica, aun a sabiendas que la mas leve distracción puede ocasionar un accidente de funestas consecuencias; El informar acerca de donde se encuentran los retenes de policía anti alcoholes, como si fuera un juego y luego llorar cuando se presenta un accidente bajo el influjo del alcohol

Pero eso sí, esperamos que este 1 de Julio quien gane la Presidencia nos saque del atolladero en que nos encontramos cada quien, en que solucione nuestras demandas, en que nos mejore nuestra situación, pero mientras tanto damos un pésimo ejemplo a nuestros hijos al no respetar leyes y reglamentos, como si estos fueron hechos para los demás, no para nosotros; Tomar lugares que no nos pertenecen, tirar basura donde no se debe, a riesgo de contaminar cauces de agua o tapar drenajes; bloquear vías de comunicación para ver satisfechas nuestras demandas sin pensar en la afectación que hacemos a miles de usuarios que podemos ser solidarios con las demandas justas pero que vemos afectada nuestra economía por sus acciones; denostar al vecino por ser emprendedor y laborioso, pero ser incapaz de seguir su ejemplo y culpar al gobierno, de cualquier nivel por su situación económica, familiar y cultural

Mientras seamos incapaces de entender que la solución empieza en nuestro hogar, con nuestros hijos, fomentando el respeto a los demás, a la diversidad de pensamientos, a las leyes y reglamentos que nos rigen, a hacer algo, por pequeño que sea, cada día, por mejorar nuestro entorno, seguiremos sumidos en la mediocridad, quemando banderas al calor de insumos etílicos y dando la nota equivocada, en espera de que alguien nos arregle nuestra vida; ¿la de los demás?, esa no importa, que cada quien se rasque con sus propias uñas

Pobre País, carente de Educación y de Cultura

Editorialista en HOYTamaulipas

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