Nuevo Laredo, Tamaulipas. - Autoridades de los tres órdenes de Gobierno sostuvieron una reunión en Nuevo Laredo, a fin de acordar las diversas acciones a tomar en caso de presentarse efectos de una tormenta o huracán en la región, como una avenida del río Bravo. 

Y es que para esta temporada se tienen pronosticadas de 14 a 20 tormentas, de las cuales entre siete y 12 podrían alcanzar categoría de huracán y de tres a siete de huracán mayor, sin embargo, los efectos de tres de ellos pudieran impactar en la región.

A la reunión convocada por la Comisión Internacional de Límites y Agua (CILA) y la Comisión Nacional del Agua (CNA), asistieron el alcalde Rafael Pedraza, representantes de dependencias federales, estatales, de organismos operadores de agua, de asociaciones civiles y de seguridad.

Agustín Boone González, representante de CILA en Nuevo Laredo, señaló que esta reunión forma parte del compromiso para mejorar la coordinación y mantener a salvo a la comunidad fronteriza que vive en colonias de alto riesgo cuando crece el río Bravo.

Manifestó que en coordinación con la dirección de Protección Civil (PC) del municipio, se establecerán sistemas de alerta oportuna que permitan a la ciudadanía y los gobiernos tomar acciones en caso de inundaciones. 

Reconoció que en Nuevo Laredo existen dos colonias de alto riesgo, como son El Remolino y parte de la Benito Juárez, así como los parques que se encuentran en las márgenes del río y del Boulevard Luis Donaldo Colosio, que ponen en peligro a los habitantes.

En la reunión participaron los representantes de Aduana de Nuevo Laredo y Colombia, de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) y del Servicio de Administración Tributaria (SAT)

Así como de Sagarpa, Capufe, del Instituto Nacional de Migración (INM), del Consulado Mexicano en Laredo, Texas, Jurisdicción Sanitaria V, Comapa, Protección Civil y Bomberos, Tránsito, Distrito de Riego 50 y el Consejo de Instituciones.