México, (Notimex).- Dos días después de haberse conmemorado el 54 aniversario del natalicio de Rita Guerrero, los músicos que trabajaron con ella, la recordaron mediante la proyección de un documental y un concierto en el Teatro de la Ciudad “Esperanza Iris”. 

“Rita, el documental” fue dirigido por Arturo Díaz Santa. Se trata de su ópera prima que presentó durante el pasado 33 Festival Internacional de Cine de Guadalajara (FICG) para rendirle tributo a la cantante y activista, quien falleció en 2011, víctima de cáncer de mama.

Con el apoyo del Instituto Mexicano de Cinematografía (IMCINE) y la Universidad Nacional, el filme explora la vida y obra de quien fue vocalista del grupo Santa Sabina.

A través de 26 testimonios de artistas, músicos, amistades y familiares de Rita Guerrero, así como de 68 fuentes institucionales consultadas, el espectador descubre a la mujer, a la artista, a la madre, a la hija, a la amiga y a la compañera de trabajo.  

La mayoría se refirió a ella como un ser humano de espiritualidad.

Aquella que se daba a la tarea de rescatar los valores positivos de la sociedad mexicana, la que exploraba sus máximos alcances como cantante y quien siempre estaba pendiente de apoyar a los demás, sobre todo a los que menos tienen.

“De todos los integrantes de Santa Sabina, Rita era la única que había terminado la prepa y la universidad”, declaró Úrsula Pruneda, quien fue una de sus amigas entrevistadas.

Sin embargo, dijo, las sensibilidades de todos hicieron que la agrupación fuera un trancazo. 

Añadió que ella “siempre hacía lo que se le daba la gana”, mientras que Ximena Mor opinaba que Santa Sabina se estaba convirtiendo en un mito gracias a la energía que ella le transmitía.

“No tenía miedo de hacer sonidos raros o feos.

Se fue haciendo de un personaje arriba del escenario, porque abajo no era así, era otra onda.

Tenía una fuerza brutal”, relataba el músico Alejandro Otaola.   

En otro momento, alguno de los músicos de Santa Sabina recordó que la canción “Nos queremos morir” la grabaron en 1989, pero el subcomandante Marcos la adoptó en 1993 como uno de sus himnos.  

“Rita era una mujer a la que se le veía súper feliz y encantadora o súper triste, se iba de un extremo a otro”, decía Alfonso André en tanto que Alejandro Marcovich destacaba que produjo el primer disco de la agrupación.  

“Rita mediaba las discusiones entre los integrantes para que no se pelearan.

No le gustaba ser una sola Rita, quería ser muchas, por eso el grupo siempre tuvo muchas caras.

Además, era una mujer muy espiritual”, coincidieron otros entrevistados.  

“Se fue pero se quedó su presencia”, resaltó Aldo Max, quien fue su esposo y es padre de Claudio, el hijo de ambos.

“Rita, el documental” se presenta a siete años del fallecimiento de la cantante.

La fotografía es de Carlos Arriaga; Alfonso Coronel estuvo en la postproducción; y Solange Alonso en la producción.

Al concluir la proyección de la película, ya estaban Los Sabinos tocando en el escenario del Teatro de la Ciudad.

“Vuelta al sol” fue un concierto breve, pero muy emotivo y energético, pues seleccionaron los temas más emblemáticos de Santa Sabina.