Igual que en los comicios pasados, cuando se siente que la ventaja de López Obrador es amplia y pareciera muy difícil de igualar, arrecian los embates en contra del Tabasqueño. Ahora en las redes sociales vuelven a querer pintarlo como una amenaza grande para la nación e inclusive volviendo a usar la tan sonada frase generada por Antonio Solá en el 2006. Quien curiosamente ahora no solo dijo no volvería a participar en campaña adversa en contra de Obrador sino reconoce que su triunfo es más que probable y hasta justo. Entre más avanzan los días y su popularidad incrementa o al menos se mantiene, los golpes mediáticos tratando de denostarlo vienen en andanadas. Que sí es el próximo Hugo Chávez, que es un dictador, mesiánico, ayudado por los rusos, amigo de los delincuentes, etc., etc. Total que como estamos mala mente acostumbrados aquí en México, si no puedes por las buenas con alguien, pues friégalo como puedas.

Irónicamente al hacerlo, hacen que crezca más su figura, así pasó cuando fue regente de la capital con lo del desafuero y ahora se siente la misma sensación entre una parte de la sociedad mexicana. Lo victimizan para convertirlo en una especie de mártir y es allí donde él no solo se siente cómodo sino aprovecha tal circunstancia para sumar adeptos y endilgarle todos los males al sistema fáctico o su ya tan trillada mafia del poder. Se les acaban las ideas a los otros contendientes y sus equipos y ahora no les queda otra (porque así están impuestos) que tundirle al Peje y/o ir pensando en una alianza evidente o por debajo del agua. El sigue juntando cantidades muy considerables de personas en sus mítines, el ciudadano oprimido, cansado, harto, simpatiza con él o al menos genera una empatía por un cambio contundente en el país que todavía no llega.

Lo increíble es ver qué a muchos les sigue extrañando que esto pase, no terminan de comprender que el hartazgo es tal entre la sociedad, que la gente busca a un redentor o al menos alguien que sienten que no les va a pagar con la misma moneda de falsas esperanzas como hasta ahora ha sucedido. Andrés Manuel es alguien para nada perfecto, inclusive tiene actitudes megalómanas y arbitrarias, cambia de parecer cuando así lo requiera el momento y también ha cometido pifias grandes. Él es muchas cosas, pero también es el personaje que lleva años señalando fallas del sistema, exponiendo que el país nunca avanzará con tanta corrupción e impunidad de manera desmedida. El existe con tanta fuerza porque así lo han permitido, su postura simplemente no fenece por que el verdadero cambio aún no ha llegado, el representa a un sector vulnerable de México al cual sus gobernantes simplemente han olvidado. Y ahora acarrea masas que no necesariamente se identifican con él o inclusive que les caiga bien, pero que sienten que las otras opciones existentes ya han tenido su oportunidad y no la han sabido no solo aprovechar sino se sienten decepcionados.

Reflexión…

Uno de los argumentos que le reprochan es que él carece de una preparación académica solvente y/o suficiente como para dirigir a nuestro país. Y si fuera así el caso ¿por qué ha llegado hasta donde está, por tonto? ¿No es México un país con una gran desigualdad social en donde la mayoría carece de una educación sólida? ¿Acaso no ha sido una perversa y deplorable estrategia de los gobiernos para seguir subyugando al pueblo? ¿Entonces por qué quejarse, por qué recriminar? Si esa ha sido nuestra realidad.

Ahora por el otro lado, ¿no han sido personas egresados de universidades prestigiadas los que nos tienen así? ¿A poco las inconcebibles fortunas que muchos amasaron al pasar por puestos gubernamentales fueron a causa de un gran esfuerzo personal? ¿Y no fueron muchos de ellos egresados, de colegios y universidades como el TEC de Monterrey, la Salle, entre otras?

Jorge Alonso Infante Alarcón  

Carrera Licenciado en Relaciones Internacionales.

Maestría en Administración Pública en la U.A.M. Francisco Hernández García (U.A.T.)