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¿Caída de Meade?

Por: Juan Sánchez El Día Jueves 26 de Abril del 2018 a las 08:25

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La gira proselitista que en Matamoros, Río Bravo y Reynosa realizará este día José Antonio Meade Kuribreña, podría marcar el inicio de su derrumbe acá en el terruño.

Sobre todo por la apatía que muestran los cuadros priistas humillados con la imposición de candidatos a legisladores federales y la ‘desbandada’ de su clase política, originada por la mala conducción del Comité Directivo Eststal (CDE) que regentea Sergio Guajardo Maldonado.

A eso obedece, precisamente, que los eventos se prevean deslucidos, aunque arriben decenas de acarreados contratados exprofeso, tanto por el tricolor como por sus socios ocasionales (Verde Ecologista y Panal), en un simulado intento de exhibir ‘el arrastre’ del candidato de la coalición ‘Todos por México’.

Obviamente acudirán los jerarcas estatales de los tres partidos junto a sus séquitos de aduladores; los 11 abanderados priistas al Congreso de la Unión por el principio de mayoría relativa; contados diputados federales en activo (de los 10 tiene el PRI en el Palacio Legislativo de San Lázaro) y, de ahí en fuera, sólo uno que otro personaje local.

Más los enviados por los ediles de Río Bravo y Matamoros puesto que por mandato legal están impedidos de acudir aeventos proselitistas.

En la llamada ‘Gran puerta de México’ esta vez no estarían presentes, al menos, Daniel Sampayo Sánchez ni su primo Alfonso Sánchez Garza, al buscar hasta hace un mes todavía cobijo en Morena; los hermanos Zolezzi García (Mario Praxedis y Humberto) por estar irritados por la extradición de Tomás de Jesús Yarrington Ruvalcaba quien mucho impulsara a Miguel de la Rosa Medrano como ‘literato’.

Allá en Río Bravo, el feudo de Edgardo Melhem Salinas, seguramente tendría el evento más concurrido, no sólo por el arrastre del coordinador de la bancada parlamentaria del PRI sino porque éste se ha encargado de ser uno de sus principales promotores aquí en el estado.

Respecto a su presencia en Reynosa, seguramente Óscar Luebbert Gutiérrez le echaría toda la carne al asador, considerado que es el único líder municipal priista que jamás ha chaqueteado, pese a las chingaderas que el mismo partido le ha hecho.

Y allá, en esa localidad fronteriza, Meade Kuribreña está obligado a pronunciar un discurso sonoro que cautive a su población, pues el avance de Movimiento Regeneración Nacional (Morena) avanza a tal grado que los desprendimientos priistas son harto notorios.

Ahí tiene usted al traidor Ernesto Robinson Terán, por ejemplo; y a los parientes del clan Garza Cantú, que al no ver satisfecho su apetito político, en esta justa, pujaron y empujaron infructuosamente en su búsqueda de la alcaldía y las diputaciones federales de los distritos dos y nueve.

En fin, sólo él sabe qué traen el morral.

Pero la percepción ciudadana es que aquí, en Tamaulipas, nada tiene que hacer.

Tierra perdida

Hace días, en este mismo espacio, le comenté que aquí, en Tamaulipas, el PRI ha mordido polvo en las tres últimas contiendas para elegir Presidente de la República –en el 2000, su candidato fue Francisco Labastida Ochoa; en 2006 Roberto Madrazo Pintado; y en 2012 Enrique Peña Nieto--, lo que lleva a suponer que este año se reproduciría el rechazo ciudadano hacia la oferta tricolor.

Su contraparte –léase, los victoriosos de esas tres justas--, tampoco le cumplieron al pueblo una vez instalada en el poder, generando así, encono y decepciones, desconfianza y apatía, por lo que el escenario es incierto, hasta el momento, aun cuando Andrés Manuel López Obrador puntea en cuanta encuesta se levanta para medir su posicionamiento y la tendencia del voto que, por cierto, igual favorece el tabasqueño por amplio margen.

Recuerdo y bien que hace 18 años (meses más/menos), Yarrington le sugirió a Labastida, en un desplante de autosuficiencia, que hiciera campaña en otras entidades (gobernadas por Acción Nacional), pues en Tamaulipas, ‘sobradamente la tenía ganada’, según él.

Pero Vicente Fox Quesada resultó electo.

Seis años más tarde, Eugenio Hernández Flores, como gobernador, le ofreció más de 600 mil votos a Roberto Madrazo Pintado, pero al finalizar el escrutinio, se dio cuenta que Ricardo (‘El Negro’) Gamundi Rosas falló en su comisión, pues Felipe Calderón Hinojosa se alzó triunfante en esta tierra.

En 2012, el entonces mandatario estatal, Egidio Torre Cantú, ratificó su animadversión al tricolor (jugándole las contras a Enrique Peña Nieto) y ordenó a la directiva estatal priista hacerle ‘al tío Lolo’, para que el voto asistiera a Josefina Eugenia Vázquez Mota, empinando de nueva cuenta al partido que lo llevó al poder.

Incluso aún atenta en contra del tricolor a través de sus testaferros.

Acudo a esta referencia porque en el actual proceso, el electorado doméstico muestra animadversión hacia Pepe Toño, aunque tampoco simpatiza mucho con Margarita Ester Zavala Gómez del Campo, Ricardo Anaya Cortés ni Andrés Manuel López Obrador, pero de que entre los mentados ‘Peje’ y ‘Cerillo’ saldrá un ganador en estas latitudes, claro que sí, aunque con baja votación.

Proselitismo

La interacción personal entre un candidato y los potenciales electores, es, sin temor a equivocarme, la mejor semilla para sembrar un proyecto, con el ánimo de que éste germine bien y produzca la cosecha buscada el día de los comicios.

Así lo entienden Luis Alejandro Guevara Cobos y Aleandra Cárdenas Castillejos –él candidato al Senado y ella a diputada federal por este quinto distrito--, quienes durante su campaña han ido de puerta en puerta para hablar de sus propuestas y escuchar las demandas ciudadanas.

Ambos aceptan que le van a entrar duro. Y con ‘una buena caminada’ para saludar a la gente de las colonias. “Nuestra campaña no es sólo con actos montados. Tocamos puertas”, sostienen.

Hay imágenes reproducidas en televisión y las redes sociales que así lo constatan; fotografías múltiples donde aparecen abrazando a mujeres y hombres, jóvenes y niños, que en ambos fincan su esperanza de un mejor futuro; así como testimonios del por qué, ambos, deben llegar al Congreso de la Unión.

A su paso Alejandro y Ale han encontrado la respuesta espontánea en torno a su proyecto, siempre positiva.

Y quizá varíe la estrategia en su proselitismo, para privilegiar más los encuentros directos con la sociedad que los escenarios donde sólo hablan los grupos de interés locales en su propio provecho que, por cierto, son los que más condicionan su voto, pues cuando saben que no le sacarían provecho lo ofertan a otras instancias políticas, a diferencia del ciudadano común que sí sabe de lealtad y compromisos.

Su cercanía con el conglomerado, Guevara y Cárdenas lo mantienen como lo han hecho durante los años de su trayectoria político-administrativa, como lo constata su hoja de servicios.

Él ha sido diputado federal en tres ocasiones, funcionario federal y dirigente nacional del Frente Juvenil Revolucionario (FJR); mientras ella ha ocupado la primera sindicatura municipal aquí en su tierra.

Nunca los he escuchado hablar mal de nadie y siempre tienen la sonrisa a piel de boca.

Pero igual saben responder a las agresiones (infundadas), como todo buen tamaulipeco.

Esto se lo comento porque ante la pregunta de un reportero sobre la posibilidad de que en un debate fueran agredidos, los dos coinciden en que igual responderían, pues en su haber no hay mancha que los involucre con actividades ilícitas.

E-m@il:

jusam_gg@hotmail.com

Juan Sánchez Mendoza

Ha ejercido el periodismo durante más de tres décadas, alcanzado premios estatales en dos ocasiones; autor del libro "68. Tiempo de hablar"(que refiere pormenores del memorable movimiento estudiantil); autor de ensayos literarios; y reportero de investigación de tiempo completo, acá en territorio nacional y más allá de nuestras fronteras y del continente americano.

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