Desde que el gobierno decidió volver a instrumentar la vigilancia en las carreteras, principalmente, en los convoyes que surgen de la capital del estado hacia la frontera, hay un poco más de circulación libre, y la confianza de los tamaulipecos se incrementa día a día en ese sentido.

No podemos olvidar que la seguridad es el principal reclamo que hemos hecho los mexicanos en general a nuestras autoridades de los tres niveles, y que el que falte ésta propicia angustia, falta de empleos e inversiones y muchas cosas más, que tienen una repercusión económica en la sociedad a la que nos debemos.

Salir de la capital o de Tampico hacia Matamoros o Reynosa, salvaguardados por una patrulla de la Policía Federal Preventiva, o por elementos de Fuerza Tamaulipas no nos garantiza que no habría problemas, pero nos otorga una enorme seguridad a quienes hacemos uso de estas rúas, y nos permite viajar más tranquilos que nada, o al menos, llegar con otro ánimo.

Los operativos nos dan tranquilidad, y hay quien dice que éstos no representan garantía de vivir una situación extraordinaria. Nada lo hace, y sí nos ofrece otro ánimo para viajar, y ya todos los que lo hacemos del centro al norte pensamos en base a los horarios que tienen de salidas para proponer nuestros viajes, para planear y más. La verdad sea dicha, es una idea muy buena en relación con lo que nos debe otorgar la autoridad.

Y en ese sentido, es interesante que los tres niveles de autoridad se pongan de acuerdo para no multiplicar esfuerzos en forma inútil, sino por el contrario, hacer que todos los recursos sean más eficientes y nos otorguen un mayor porcentaje de seguridad a todos los que requerimos el uso de las carreteras de la entidad.

La participación de policías del estado de Tamaulipas es importante y responde a la demanda que se hace al gobernador Francisco García Cabeza de Vaca por parte de la ciudadanía, en el sentido de que podamos disfrutar de nuestro estado, viajar por sus carreteras, ya sea por negocios, placer, compras o lo que queramos, pero que lo hagamos con seguridad, y con el único riesgo de manejar con cuidado: ninguno más.

Suponemos que sería muy bueno el tener disponible para todo mundo los horarios que pertenecen a los operativos que salen de Tampico y Victoria hacia la frontera, para que todos los que podamos hacerlo, lo hagamos con la tranquilidad de ir resguardados por esos cuerpos de seguridad que tanto dinero nos cuestan y de los que esperamos resultados positivos.

Nadie está ajeno a los problemas que vive México, pero el esfuerzo que hace la autoridad en la entidad es digno de mencionarse y aplaudirse, ya que nos hace ir tranquilos, aunque vayamos a “mil por hora”, que es el único “pero” que pondríamos a los mismos operativos.

Claro que para que estos operativos funcionen al 100 por ciento, habrá que considerar que manejemos con las observaciones que hacen los elementos de la autoridad que los encabezan, y que tienen que ver con medidas tan sencillas como utilizar los cinturones de seguridad, luces prendidas, no rebasar y demás.

No falta un desquiciado que rebasa y rompe los lineamientos de un trayecto tranquilo y bueno, pero eso no se puede evitar.

Entonces, debemos aplaudir las decisiones y acciones de esta naturaleza, pero debemos exigir que se lleven a cabo de la mejor manera posible, y la única forma es participando todos, buscando hacer de los mismos operativos una acción en la que todos salgamos ganando, que, finalmente, es lo que se busca: disminuir los actos delictivos en general.

Bien por la autoridad del estado de Tamaulipas, por la federal y por los apoyos municipales que se tienen, en aras de lograr vivir más tranquilos, que mucha falta nos hace a los mexicanos, quienes hemos vivido unos años para olvidar, en los que la certeza de regresar con bien a casa se ha difuminado día con día, pero que con estas acciones vuelve a estar presente en nuestro entorno.

Felicidades a quienes llevan a cabo estas acciones, y más para quienes las fomentan.

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Carlos David Santamaría Ochoa

(México, D.F., 1957) Licenciado en Relaciones Públicas, Maestro en Trabajo Social y maestro en Comunicación; Doctor en Comunicación y Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela (Galicia, España). Diplomado en periodismo y en locución ( U.A.T.) Periodista desde el año de 1979.

Jefe de fotografía del periódico El Heraldo de México (1979).

Ha colaborado en los diarios locales El Mercurio de Tamaulipas, El Diario de Ciudad Victoria, La Verdad de Tamaulipas y en revistas como Poste Restante, A quien Corresponda, entre otras. Fue corresponsal del diario El Nacional, de la revista Época de México y de radio grupo ACIR. Fotógrafo profesional desde el año de 1978.

Fue jefe de prensa del Instituto Estatal Electoral en Tamaulipas y del Hospital General de Ciudad Victoria. Actualmente se desempeña como profesor de periodismo y fotografía en la licenciatura en Ciencias de la comunicación, en la Universidad Autónoma de Tamaulipas, donde también colabora como investigador.

Es presidente de Vive con Diabetes, A.C., dirige y conduce el programa de radio Al Día en Radio UAT.

Recientemente publicó su primer libro: Diario del Camino, Unidos por la Diabetes.