Jovencita muere en volcadura

Reynosa, Tamaulipas.-Una joven mujer matamorense encontró horrible muerte al ser aplastada por la camioneta que conducía, tras volcar la unidad como consecuencia  del exceso de velocidad y manejar bajo los influjos de las bebidas embriagantes, resultando tres mujeres más heridas, las que fueron internadas en el Hospital Santander.
 
El lamentable suceso, se registró alrededor de las 3:30 horas de la madrugada de hoy por la carretera Matamoros-Reynosa a la altura de la colonia “La Escondida” y el Libramiento oriente, según  los informes dados por el perito vial Jesús González de la Cruz.
 
Arely Blanco Ramírez de 24 años de edad, la que tenía su domicilio en la colonia Puerto Rico de la vecina Matamoros, Tamaulipas, es la identidad de la joven que falleció al instante en el trágico percance, la que se dijo conducía una camioneta Ford Expedition, con la que cayó en un canal de riego, alcanzándole a aplastar las cabeza y provocarle la muerte.
 
Las mujeres que resultaron lesionadas son: Carmen Moreno Cirón de 24 años, con domicilio en calle Melquiades Torres No. 8 de la colonia 20 de noviembre, Angélica Escobedo de 19 años y Carmen Montalvo de 20, todas de Matamoros, las que fueron llevadas por paramédicos de la Cruz Roja al Hospital, quedando bajo la supervisión de los galenos ya que presentaban heridas de consideración, se dijo.
 
De acuerdo al informe del perito vial, se estableció que la occisa Arely Blanco Ramírez y sus amigas circulaban en la Ford Expedition modelo 99 a extremada velocidad de oriente a poniente por la carretera Reynosa-Matamoros y como conducía en estado de ebriedad se le descontroló la unidad para provocar el accidente en el que se privó de la vida y sus amigas quedar severamente lesionadas.
 
El Agente del Ministerio Público Tercer  Lic., Luis Lauro Nájera con su oficial Secretario acudieron al lugar del accidente a dar fe ministerial del cuerpo sin vida de la jovencita matamorense la que al combinar el exceso de velocidad con el alcohol perdió la vida en este terrible accidente vial, en el que se dijo no hay delito que perseguir, enviándose el cadáver de la inmolada al servicio médico forense para la práctica de la autopsia de ley y enseguida hacer la entrega del cadáver a sus familiares para que le den cristiana sepultura.