Tijuana, Baja California.- Una señora tocaba desesperada y gritando, tocaba la puerta del departamento de doña Rosalía Malvaez Guadarrama, era para avisarle que se estaba quemando la casa de la esquina, ubicada a tres más de la suya.

Rápidamente sus nietos, su esposo y ella salieron del departamento que rentaban en el la calle bulevar 2000, justo frente al bulevar del mismo nombre, en la colonia El Florido 4ta sección al Este de Tijuana.

“Empezó en la esquina y de ahí se pasó para la otra y de ahí para la tercer casa, y luego de ahí agarro la mía y luego la del dueño, vienen siendo cinco casas”, contó.

Al momento del incendio se encontraban al interior del domicilio, estaban sentados haciendo tiempo, planeaban salir a un “party”.

“Mi casa es la de ahí enfrente, se quemó dos cuartos y todo lo que tenía adentro, cocina, todo lo que tenía adentro”, repitió sin dejar de ver como su casa se incendiaba y no poder hacer nada.

A punto del llanto decía que tenía dolor por las cosas que perdió, no alcanzó a sacar nada de la que era su hogar, todo se quemó.

Ahora no tiene a donde ir, “no más mis nietos, no tengo más familia, aquí vivimos todos, aquí vivimos todos” volvía a decir sin separar la vista de su casa y con los ojos ya mojados, pero resistiendo a dejar sacar el llanto.

Los primeros en llegar fueron elementos de la Gendarmería, cuenta Beatriz López, quien llegó al enterarse de la emergencia, la señora que vive donde inició el incendio le comentó que fue en uno de los tres vehículos que estaban en el estacionamiento en donde vivía.

“Los policías (gendarmes) desde que llegaron no pararon de ayudar, ayude y ayude con cubetas de agua de la llave, con todo ayudando, ahorita, hasta el momento ellos han estado ayudando”, mencionaba mientras su amiga estaba con el personal de bomberos.

Muchos jóvenes estuvieron apoyando, algunos acarreaban agua en cubetas y con el apoyo de mangueras, otros ayudaban a los bomberos a jalar también las mangueras o a gritar que echaran agua a los operadores de las pipas.

Mientras tanto elementos de la Policía Municipal encabezados por su director, bloqueaban el acceso a la circulación vehicular y apoyaban a sacar los tanques de gas de las casas, evitando de ese modo que pudiera haber alguna explosión al calentarse los cilindros.

Cinco casas quedaron hechas cenizas, fue imposible salvarlas, pero los esfuerzos de la gente y de los cuerpos de emergencia impidieron que otras 20 viviendas que corrían peligro también se incendiaran.

Desde el martes los cuerpos de emergencia de Tijuana están en alerta roja, hasta la noche de este sábado, la dirección de bomberos había atendido más de 400 servicios en la ciudad más los que pudieran ocurrir durante la madrugada y mañana del domingo.

Los fuertes vientos derivado a la condición Santa Ana, ha hecho que las llamas avancen más rápido de lo normal y por ende sea más difícil sofocarlas.

Todavía la noche del sábado, en la zona serrana de la autopista Ensenada – Tijuana, dos incendios más que comenzaron el jueves siguen sin ser apagados, otra vez el viento ha hecho difícil la tarea de los cuerpos de emergencia.