México, (Notimex).- Tras ser nombrado profesor distinguido de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), Alberto González Pozo, investigador del Departamento de Teoría y Análisis de la Unidad Xochimilco, dijo que en México existen propuestas urbanísticas de profesionales, pero ha faltado la voluntad política para llevarlas a cabo.

No obstante el avance de la arquitectura mexicana, consideró que es necesario trabajar en la descentralización, en particular en la capital del país, de donde las oficinas de varias dependencias salieron en la década de 1970 para ser reubicadas en otros estados, aunque esa cantidad debió ser mayor para lograr ciudades medias relevantes.

Resaltó que en el actual y significativo proceso nacional de metropolitanización, la desconcentración avanza, aun cuando falta más por hacer debido al ritmo de crecimiento, un detonador de la expansión inmobiliaria al que se suman la falta de agua y la alta sismicidad.

González Pozo pertenece a la generación 1957 de arquitectos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), año en el que un terremoto derribó el emblemático Ángel de la Independencia y varios inmuebles, con lo cual "empecé a fijarme que esos fenómenos son serios".

El especialista recordó que los reglamentos de construcción fueron mejorados después del sismo de 1985, contribuyendo a incrementar los niveles de seguridad, y subrayó que el 7 de septiembre pasado no se registraron afectaciones semejantes a las de hace 32 años, en cierta medida, porque "muchas edificaciones se reconstruyeron o se hicieron con otras normas".

En 1963, el académico fue parte de un equipo de expertos mexicanos y extranjeros que participó en la reconstrucción de Managua, Nicaragua, luego de un movimiento telúrico que casi destruyó el centro, por lo que hubo propuestas para reubicarla "porque ahí volvería a caerse todo".

Opinó que en Juchitán, Oaxaca, debería elaborarse un diagnóstico para determinar las medidas para su rehabilitación.

Sobre el proyecto de investigación que desarrolla en las chinampas de Xochimilco, expuso que en 2005 la delegación comenzó a interesarse en la recuperación de la cultura alrededor de este tipo de terrenos.

Así inició, comentó, el proceso para la catalogación del área y en 2016 fue publicado un libro, por lo que "ahora sabemos que quedan alrededor de tres mil 500 chinampas que siguen cultivándose en Tláhuac, Xochimilco y San Luis Tlaxialtemalco, entre otros puntos, y que entre 15 mil y 17 mil son potencialmente rescatables".

Esos sistemas de cultivo han sido fuente de alimentación para la capital del país y por ello "no deben perderse", sobre todo porque desde las décadas de los 70 y 80 comenzaron a formarse en varios estados profesionales capaces en esa disciplina, lo cual habla bien de las instituciones de educación pública.