Informar que dos jefes policiacos viales del Municipio de Madero, encabezado por el Alcalde del PAN, Andrés Zorrilla, son homosexuales, al ser sorprendidos besándose públicamente, no es incurrir en un acto de homofobia, como lo aseguran algunas personas que no se atreven a salir del closet.

Si alguien es homofóbico, es el Alcalde Andrés Zorrilla, porque actuó con dureza, vengativo y con odio, al darlos de baja de inmediato, violando todo tipo de derechos y quizás lo hizo, porque no lo invitaron a la fiesta.

Mi acción es meramente informativa para enterar veraz, objetiva y oportunamente al pueblo, sobre en manos de quiénes estaba la seguridad vial en ese municipio y que urgía su inmediata destitución de esos puestos.

El homofóbico de Zorrilla, se vio obligado a cesarlos para evitar mayores escándalos al Ayuntamiento a su cargo, ahora bautizado como “La jaula de las locas”, insisto o, a lo mejor por no haber sido requerido a esos momentos de pachanga. 

La crítica, a los ahora ex jefes viales, no es por su preferencia sexual, sino esto se deriva por la posición pública que ostentaban y que su imagen mancha y desacredita más la mala impresión de que goza la Presidencia Municipal de Madero y su Alcalde, contra quien el repudio de la población aumenta por su pésimo trabajo y la incorrecta aplicación que realiza de los recursos públicos.

Como es del conocimiento público, la homofobia es el término que se ha destinado para describir el rechazo, miedo, repudio, prejuicio o discriminación hacia mujeres u hombres que se reconocen a sí mismos como homosexuales, en esto, sí incurrió el Alcalde Zorrilla, por cesar a dichos funcionarios.

Reitero, no estoy en contra de las preferencias sexuales de hombres y mujeres, sinceramente las respeto, porque cada quien puede hacer de su vida un papalote o lo que mejor le convenga.

Sin embargo, soy un convencido de que existe el derecho que a las instituciones públicas las representen personas con cualquier preferencia de homosexualidad, pero también, un aficionado a exigir que, por ser ellos servidores públicos y que son ejemplo de la sociedad, debieron practicar su amor en la intimidad. 

El alcalde Andrés Zorilla, lanzó maldiciones y recriminaciones en su oficina privada, contra miles de ciudadanos que a través de su celular informaron sobre el romance de sus funcionarios, ya que enfrentó la obligación y determinación de cesar de inmediato a sus amigos, el director de Tránsito, Teniente Honorato Palma y al subdirector administrativo, Hugo Enrique Martínez Aguilar, por ser exhibidas sus preferencia sexuales con apasionado beso en fotografías que circularon en redes sociales. 

El Presidente Municipal Zorrilla, los puso a disposición de la Secretaría del Ayuntamiento, en donde aún no han presentado su renuncia, pero seguramente de ellos se habrá de deshacer, porque ya le causaron molestias a su proyecto político. 
Este escándalo, a Zorrilla, le cayó bastante mal, pues crea situaciones adversas a sus aspiraciones de reelegirse como Presidente Municipal y de ser candidato a Senador o Diputado Federal, pues perjudica más su deteriorada imagen y la desconfianza de la ciudadanía aumentará en su contra.

Si su determinación es mantener, por el momento, a estos chicos que circulan para tercera, en “La Jaula de las locas”, es decir dentro del Ayuntamiento, pues no hay documento que pruebe que están fuera del Municipio.

Deben ser aislados, más no despedidos, pues mantenerlos juntos, por su mismo amor, pueden incurrir en provocaciones que los motivaría a besarse otra vez en público, generando por segunda ocasión mayor negativa imagen al Ayuntamiento y a su alcalde.

Lo cierto es que en Tamaulipas, los distintos sectores poblacionales, aún no están preparados, para observar los besos de hombres con hombres y mujeres con mujeres, que se abracen y se tomen de la mano, por ello urge se legisle en ese sentido, porque la relación entre parejas del mismo sexo va en aumento en esta entidad federativa.

Por ello, el Congreso del Estado y su Presidente de la Junta de Coordinación Política, el panista Carlos Alberto García González, tendrá que trabajar en ese sentido, para aprobar la propuesta de “Ley Gay”, como ya lo hicieron en otros estados.

La iniciativa de Ley en ese sentido por ahí está en el Poder Legislativo, sólo es cuestión que la comunidad gay solicite a los diputados locales la desempolven, para su análisis, estudio y aprobación en el Pleno, sino lo hacen ya serán más representantes populares los que incurran en homofobia.

El Dato: Por cierto, en Tampico, también fueron cesados el Director y Subdirector de Tránsito, por incurrir en irregularidades. Cabe resaltar que los jefes viales que están causando baja, en su mayoría son ex jefes militares y algunos hasta homosexuales, lo que evidencia que el Ejército Mexicano, no los lanza a la sociedad con gran disciplina, honestidad y lealtad, porque lo que bien se aprende jamás se olvida.

Correo:jrdelasota@hotmail.com

Columnista en HOYTamaulipas