Eduardo Hernández Chavarría, ex legislador local, es un cuervo que pisoteó, traicionó y humilló al PRI, además es un político sinvergüenza que le sacó los ojos a la familia priista, esto luego de anunciar sus aspiraciones a la candidatura a un puesto de elección popular, pero abanderando al Partido Acción Nacional (PAN).

Al hipócrita, mal agradecido, cínico y descarado de Hernández Chavarría, le encuadra y por cierto, acertadamente, el dicho que reza: Cría cuervos y te sacarán los ojos.

El ex legislador del PRI, es un pajarraco de esos  que sobreviven en una comunidad temida por su brujería, ritos y tradiciones, conocida como  “La Petaca”, ubicada en Linares, Nuevo León, ya que donde pisa marea, daña, quema y genera mal humor a la gente que contacta.

Los políticos como “Lalo” Hernández Chavarría “El corneja”, no tienen memoria ni conciencia, tal parece que en lugar de corazón tiene una piedra que le da vida para cometer fechorías en contra de quienes le han sido leales, fieles y lo han hecho figurar en la política y que por cierto, sólo la ha utilizado para servirse y enriquecerse, olvidando su compromiso de servir al pueblo.

 Este sujeto además, es perverso, mal intencionado, revoltoso, grillo, barbero y convenenciero, así como inhumano e insensible que no le interesa vender su alma al diablo con tal de lograr sus proyectos personales e incrementar su fortuna,  en concreto es un tipo despreciable que no vale un cacahuate.

Sin embargo, lo que no sabe  este politiquillo de banqueta, es que está tomando una determinación equivocada, pues con su traición al PRI, partido que durante muchos años le dio de comer a él y su familia, ya no lo aceptará en sus filas y lo que desconoce es que en el PAN, sus militantes lo repudian, lo desprecian y le sacan la vuelta.

Porque sólo sirve para sus intereses y no para beneficio de la gente, por lo que, si su pretensión es ser candidato del PAN a diputado federal, alcalde  o a  otro cargo de elección popular, pudiese lograrlo, pero hasta que haga talacha y lo merezca.

No hace muchos años fue diputado local y sólo fue a estorbar al Congreso de Tamaulipas, pues no realizó ninguna gestión a favor de los tampiqueños y ni elaboró las suficientes iniciativas de ley que ofrecieran un desarrollo y pacificaran Tamaulipas, solo asistió a cobrar más de 100 mil pesos y obtener otros beneficios, sin tramitarle ninguna obra a su gente.

En el PAN, no lo quieren, su presencia ahí apesta, incomoda, inquieta, estorba y genera negativas vibras, por eso pronto habrán de cerrarle el paso a sus ambiciosas pretensiones de abanderar al organismo político blanquiazul en las próximas elecciones.

Ha traicionado la confianza de quienes lo hicieron político y le dieron poder, por lo que su actitud rebelde y traicionera lo habrá de llevar a la tumba política.

A “Lalo” Hernández, ya le dieron el primer coscorrón y es evidente el desprecio a sus aspiraciones, pues la regidora panista Teresa Sosa, le dejó claro que si aspira a la candidatura panista tendrá que hacer meritos y fila, pues hay muchos panistas que están esperando una oportunidad  de ser tomados en cuenta desde hace muchos años.

Se le ha visto de metiche  en algunos eventos del PAN y a los cuales no ha sido invitado. Panistas de carrera le han manifestado que si se salió del PRI y quiere ingresar al PAN, lo que tiene que hacer es un trabajo  de campo, que haga carrerea política en este partido y se vaya a la fila, pues por el momento ni como candidato externo sería aceptado.

Eduardo Hernández Chavarría, desde hace varios años aspira a la candidatura a la Alcaldía de Tampico, la buscó por el PRI, no lo logró, ahora la pretende por el PAN, pero sus ambiciones han sido rechazadas, porque no cuenta con la capacidad política ni el respaldo popular para jugar en el terreno electoral, ya que las encuestas lo ubican como un contendiente perdedor.

Precisamente porque en los cargos que ha ocupado, se ha olvidado de la gente y sólo ha dado prioridad a servirse del ejercicio público, cuando su función, obligación y responsabilidad es atender las demandas ciudadanas y de esto se ha olvidado. El ex diputado cuervo quiere ir a otros nidos a robarse los polluelos, pues en el PRI ya no puede atacar, ya que no hay nada que se lleve.

En otro asunto,  algunos trabajadores que fueron incrustados en las jefaturas y coordinaciones del área médica, no han entendido que los tiempos cambiaron, que se acabó la flojera, los dispendios y los beneficios laborales y que ya no harán de los centros de salud lo que mejor les parezca y mucho menos que olviden a los pacientes.

En el centro de salud “Luis Donaldo Colosio” de la colonia del mismo nombre  de Ciudad Victoria, la jefa de enfermeras  Dora María Hernández Guevara, aún no entiende que se acabó el influyentismo, amiguismo y compadrazgo y que su protector  Luis Fernando Garza Frausto, ya no tiene poder.

 Y que ahora sí debe ponerse a trabajar y dejar de andar haciendo grilla barata y sin pruebas, inclusive de atreverse a pedir la salida de la directora Dacia Ruiz, todo por el simple hecho de que se le solicita  aumentar la productividad.

La jefe de enfermeras sigue incurriendo en viejas prácticas todos los días, principalmente contra sus jefes que le piden  trabajo y resultados, pero esta dama se le olvida  que es un nuevo Gobierno, que están soplando vientos de cambio, con nuevas estrategias y con el firme proyecto de servirle a la gente y que el doctor Moisés Saldívar ni el ex secretario de estatal de Salud, Héctor López, desde el sindicato solaparán sus caprichos e irregularidades para seguir haciendo del centro de salud lo que ella quiere.

Otra que no le parece la pongan a trabajar es  la empleada Guadalupe Rangel, quien se tiró al piso y se revolcó en protesta porque le exigieron cumplir con su camba.

A estas ociosos e inútiles servidores públicos, sino trabajan y dan resultados debe descontárseles su salario y aplicarles sanciones por rebeldes.

El desorden que prevalece en la detección oportuna  de cáncer, el bajo rendimiento y productividad en vacunación, así como la mala organización  en los tarjetones de planificación familiar, es responsabilidad de la jefa de enfermeras.

Existen medicinas bajo su responsabilidad y se asegura que hay  en el cuadro de medicamentos vacunas caducas, errores en los exámenes de detección oportuna de cáncer, los cuales se aplican hasta en tres ocasiones por su incapacidad.

La jefa de enfermeras es la responsable del despido de doctores capacitados y lo cual lo logró a base de mentiras y grillas, por lo que los altos mandos ya deberían ponerla a trabajar y exigirle cumpla con responsabilidad y profesionalismo su obligación y función, porque con la vida no se juega.

Tendrán que hacerla un lado, para que la directora  cumpla, sin obstáculos, con los planes y proyectos del sector salud y más aún con el compromiso del Gobernador Francisco Javier García Cabeza de Vaca, de ofrecer servicios de salud de calidad.

Para que eso pueda concretarse, los altos mandos de la Secretaría de Salud, deben decirle a la jefa de enfermeras que su tiempo de influyente y grilla se acabó, que la bonanza y la flojera han quedado atrás y que es hora de ponerse a chambear y desquitar su sueldo, pues también ofrece un trato déspota a las mujeres embarazadas y les niega sus documentos de control.

Correo:jrdelasota@hotmail.com

Columnista en HOYTamaulipas