Después de los apremios, por inundaciones en la región norte de Tamaulipas, les comento a mis caros lectores, que Tampico, Madero y sobre todo Altamira sufrieron los embates del vendaval que se dejó sentir el pasado fin de semana, ya que muchos sectores se inundaron.

En Altamira, según reportes preliminares dados a conocer por Pedro Granados, director de Protección Civil en el Estado, dieciocho mil personas  resultaron afectadas, cinco mil viviendas quedaron el agua y 290 personas fueron trasladadas a refugios temporales, ante lo cual las autoridades emitirán una declaratoria de emergencia en las próximas horas.

La situación se puso tensa luego de que Miguel Gómez Orta, representante del gobernador en la zona conurbada, dijera que en gran parte las inundaciones en un área del puerto industrial de Altamira se debieron a que en la administración del ex alcalde Armando Martínez se autorizó el relleno de cuerpos de agua.

La realidad es que en Altamira se han invadido impunemente las lagunas y los terrenos ganados se los apropian políticos y vivales que luego los venden a precios estratosféricos.

Gómez Orta puso el dedo en la llaga al señalar que se investigará a los responsables de tales prácticas, pues las consecuencias las sufren las familias que están inundadas.

REGRESA EL CHAPULINEO

Y como el mal ejemplo cunde, que cree, apreciable lector, en el pasado inmediato, se hablaba del “chapulineo priista”, ahora es práctica común, entre los políticos, algunos se refugiaron como servidores públicos, pero sobre todo los que llegan al puesto por elección popular (diputados y alcaldes y funcionarios) dejarán el puesto para buscar la candidatura de su partido a otra posición política, seguir pegados a la ubre.

“El vendaval no acabo con esta  práctica, agarró fuerza, pero, ahora en todos los partidos, sobre todo en Acción Nacional, donde ya alistan maletas los picudos, diputados, alcaldes y funcionarios estatales, las designaciones partidistas están a escasos meses, algo así como que es necesario pasar lista de “presente”, y que no están desarmados, porque en el PAN no habrá reelecciones.

No sé, si el jefe cameral del congreso del Estado, Carlos García González, quien su sueño dorado es llegar a alcalde de su “Matamoros querido”, este consiente de esto, que primero hay que allanar el camino, “tejer filigrana muy fina”, en lo que se refiere el acuerdo con sus correligionarios, quienes también preparan maletas.

Hay resquemores con los panistas de Matamoros, donde pesa la ex edil Lety Salazar, pero también se encontrará en el camino con otros soñadores, que no les importa practicar el “chapulineo”, de peso, como el líder estatal del PAN, Francisco “Kiko Elizondo.

El secretario de educación en Tamaulipas (SET) doctor Héctor Escobar, la hermana de la ex alcaldesa Lety Verónica Salazar y otros, que se dicen amigos del gobernador Francisco García Cabeza de Vaca.

 Hay otra clase de chapulines, como un Eduardo Hernández Echeverría, que se quiere aventar “un doble salto mortal sin redes de protección “del PRI al PAN”, a los brazos de los cabecistas en Tampico porque “le gusta el color azul. Reconoce el ex diputado local priista,  estar en la lista de espera para estar en la boleta electoral por Acción Nacional para las elecciones del 2018.
Sin ocultar sus deseos por competir por la alcaldía porteña el ex legislador, indicó que ha tenido reuniones con integrantes del Comité Directivo en Tampico, para estar dentro de las opciones de los aspirantes.

Sin negar los rumores que desde hace varias semanas surgieron como reguero de pólvora, mismos que señalaba el coqueteo,  Hernández Chavarría, calificó al PAN como un partido de un bonito color y flexible; “Tengo amigos en el PAN, y es un color muy bonito, desde el año pasado he tenido acercamientos”.

Dijo que tiempo atrás tiene aspiraciones; “Mis aspiraciones han sido desde siempre y el 2018 puede ser la oportunidad, estamos en pláticas, pero soy respetuoso de los tiempos” agregó el ex legislador priista, quiénes añadió estar en trámites para entregar su renuncia como militante del tricolor.

Benito García Islas

Nació en Matamoros Tamaulipas en 1938, su preparación académica universitaria, fue breve, su carrera de comunicador, lo aprendió en las redacciones de varios periódicos, ahí aprendió los diferentes géneros del periodismo.
Desde sociales, en aquellos gloriosos tiempos, de directores gruñones y enérgicos,  formaron profesionales del periodismo, con bases firmes y honesto, aún aspirante a reportero, lo enviaba a la fuente policiaca, que no era tan peleada como ahora, por los estrellitas de redacción.
Su carácter de aventurero, lo llevaron a trabajar en la redacción de El Mañana de Reynosa, en Matamoros, en la radio XEAM, en Tampico colaboró con el periódico el Mundo, ya desaparecido.
En Victoria, nuestra capital, llega en 1984, año en que se fundó el periódico La Verdad de Tamaulipas a la plantilla de sus reporteros, después de un año, ingresó al Diario, llegó al  Gráfico, al Expreso  y nuevamente regresó a la Verdad, dos veces más, ahora ocupa el puesto de jefe de corresponsales, en  el mismo periódico La Verdad de Tamaulipas.
En su prolija carrera se ha conducido con objetividad, serio y honesto en su quehacer como columnista y articulista, el respeto de la sociedad para este profesional del periodismo, se lo ha ganado a pulso, la honestidad es legado (la herencia), invaluable que deja a sus hijos y nietos y ahora una bisnieta.