La estrategia de MORENA ha llegado al grado de usar comparaciones de México con Venezuela. La estrategia es clara: hacernos sentir que en México ya no tenemos nada que perder, que nuestras instituciones no funcionan y entonces, considerar a AMLO como una opción.

Bien decía Jorge Luis Borges: “hay que tener cuidado al elegir a los enemigos, porque uno termina pareciéndose a ellos”.

Es sorpréndete como después de 16 años de campaña, AMLO ha terminado siendo la suma de todos los males del sistema político Mexicano.

AMLO y su equipo han puesto en marcha una estrategia de comunicación llamada “framing” en 3 flancos diferentes de los que históricamente ha sido antagonista, a los empresarios con la figura del empresario regiomontano Alfonso Romo, al INE con el periodista Jhon M. Ackerman y contra las Fuerzas Armadas del Estado Mexicano con Kate del Castillo y Epigmenio Ibarra, este último fiel seguidor de AMLO, con la serie La Ingobernable.

La Teoría del framing sostiene que la percepción pública de los hechos sociales, está condicionada por el proceso de reconstrucción subjetiva de la realidad que llevan a cabo los medios de comunicación. Desde este punto de vista cada información muestra un frame; es decir, un enfoque determinado de la realidad, producto de la cuidadosa selección de los hechos, los personajes, las imágenes o las palabras en las que enfatiza la noticia. 

La teoría del framing dice que los medios no sólo establecen la agenda de temas del debate público, sino que también definen una serie de pautas (marcos) con los que pretenden favorecer una determinada interpretación de los hechos sobre los que informan. 

Pero empecemos por el principio, después de muchos años de mantenerse fuera de los medios de comunicación, el empresario regiomontano Alfonso Romo de pronto regresa a los escenarios públicos como una especie de factor validador de AMLO, con una rara historia que empieza contando en cuanta entrevista le hacen y cito textual: “en 2012 mandé a hacer un análisis de cómo Andrés Manuel había gobernado la ciudad de México y salió muy bien: muy ordenado en sus finanzas públicas, bajó los índices de criminalidad; y también mandé a evaluar a Enrique Peña Nieto y como había gobernado el Estado de México: muy desordenado, alta criminalidad”.

Las preguntas me rondan la cabeza: ¿qué empresa hizo el análisis de la inversión del Ing. Romo? ¿Cuáles fueron los parámetros que se tomaron en cuenta? ¿Qué método científico utilizaron? Y algo muy importante, Ing. Romo, de la manera más atenta le pido que si sus evaluadores le dijeron como está el expediente del segundo piso del periférico del entonces D.F., dígale por favor a los diputados y a las distintas instancias que han querido investigar este asunto, demuestre su “amor” por México, porque su candidato reservó la información con carácter de secreta y hasta la fecha nadie sabe cómo estuvieron las cosas.

Continuando con su analogía, si AMLO es como una inversión para usted, en el caso que este gane la presidencia, ¿México sería algo así como… sus utilidades? Si quiere ayudar a México, ¿por qué sus empresas no tienen alguna fundación social?

Claro que la historia que cuenta Alfonso Romo es parte del encuadre que quieren realizarle a los empresarios, para sesgarlos de la realidad y si bien no logran convencerlos de apoyar a AMLO al menos quieren lograr que no estén en su contra, este cuento técnicamente es llamado storytelling el cual cuenta el Ing. Romo, con palabras de la jerga empresarial, como: inversión, análisis de riesgos, evaluación, invita a leer los 14 libros de Andrés Manuel, apelando al intelecto de los empresarios mexicanos y por supuesto contado por un empresario como factor validador, no es más que un montaje puesto en marcha por el equipo de comunicación de Andrés Manuel.

Por si esto fuera poco, la estrategia sigue en contra de dos de las instituciones más solidas de este país, el INE y las Fuerzas Armadas. Como lo mencioné al inicio. Ackerman ha empezado a construir la narrativa llamada “el fraude que viene”, ha empezado a desprestigiar y poner el duda el trabajo del INE, cosa que pronostico desde hoy, que en caso de ganar Andrés la Presidencia, quedará sin efecto, es decir, hasta reconocerán el trabajo del INE. Esa técnica desgastada del socialismo pragmático moderno que cuando las instituciones están bajo su mando y a favor de su juicio son buenas y cuando no, son traidoras a la patria y son tachadas de estar entregadas a la famosísima mafia del poder.

Por otro lado, el Izquierdista y socialista “de pose”, Epigmenio Ibarra, porque, dígame usted ¿qué izquierdista en el mundo trabajaría y haría su fortuna con Televisa, Tv Azteca y ahora Netflix si son la viva imagen del imperialismo moderno?

Epigmenio realizó con su casa productora la serie “La Ingobernable”, donde básicamente el papel que juega esta serie en la técnica del framing, es poner en duda el andamiaje ideológico e institucional que sostiene al ejército y su lucha contra la delincuencia organizada, aprovechando la plataforma, también lo tacha de represor y de operar en contra de activistas sociales mexicanos, torturarlos y asesinarlos, por puro deporte. A eso hay que agregarle que Epigmenio tacha a los generales al mando del ejército de ser traidores y estar confabulados con sabrá Dios quienes, pero resulta que los personajes hablan inglés, por supuesto que esto es una serie y está basada en “ficción”, pero ¿qué industria cinematográfica del mundo, pinta a sus ejércitos como corruptos? Claro, si hay casos, y son en los países donde la “propaganda socialista” busca debilitar a las instituciones, pero ¿cuándo han visto una película de Hollywood acusar a sus altos mandos de corruptos y traidores? Por el contrario, les reconocen el sacrificio que representa dar la vida por lo ideales de un país.

El objetivo de esta técnica, es el de generar ciertas percepciones relacionadas a temas específicos, con el objetivo de formar opiniones, matizar la realidad o inhibir la credibilidad, hoy vemos a un Andrés Manuel, que busca desesperadamente por todos los medios saciar su hambre de poder, ha contratado a despachos para que le gestionen sus estrategias y comunicaciones, por supuesto, pagados con dinero de nosotros; hoy, Andrés y su equipo son la suma de todos las malas prácticas de la política, se convirtieron en lo que tanto criticaban, hoy lo mismo aceptan dinero sin averiguar su procedencia, (cosa que no es nueva para AMLO, recuerden a Bejarano), utilizan un discurso demagogo y sumamente populista, hoy con actitud mesiánica, otorga perdones y amnistías, manipula la opinión pública, ejerce influencia en algunos medios, a eso súmele que no le aporta nada a este país, porque al no tener propiedades ni ingresos, no paga impuestos, pero sí recibe, vía MORENA, dinero de nuestros impuestos.

MORENA ha llegado al grado de usar comparaciones de México con Venezuela. La estrategia es clara: hacernos sentir que en México ya no tenemos nada que perder, que nuestras instituciones no funcionan y entonces, considerar a AMLO como una opción. Vaya manera paupérrima de promover a una persona.

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Enrique Ávila Velázquez.
Es Licenciado en Economía, crítico, pragmático, idealista, especialista en comunicación política digital. Fundador y director general en Pixel Consultores, analista político para Grupo Radio Avanzado, Columnista en SDP Noticias y HOY Tamaulipas, estratega digital para distintas campañas políticas, gobiernos y figuras públicas.