Aunque las cifras no me cuadran y los casos que a diario se ven en clínicas, hospitales, centros de salud o en consultorios particulares siguen en aumento; a pesar de ello, considero que lo más importante es provocar que la sociedad se active y participe en la eliminación de los criaderos de mosquitos.

Y es que mientras las autoridades de salud dan a conocer que son  96 casos de zika los que se registran en la entidad, de los cuales 91 corresponden a Ciudad Victoria, hay quien afirma que solo en un centro de salud se cumple con estas cifras, tomando en cuenta los síntomas, las características y los malestares del paciente.

¿Pero algo hay que hacer realmente? Porque a pesar de todo lo que supuestamente se hace, se piense y se intenta, hasta ahora, los números siguen a la alza, sin buscar culpables; mejor habrá que buscar soluciones y empezar a eliminar los criaderos desde nuestros hogares y así evitar consecuencias.

Apenas hace algunos días observe que el ayuntamiento de Victoria encabezado por el alcalde Oscar Almaraz Smer, recolectó toneladas de cacharros en las distintas colonias de esta ciudad y dónde la participación de la gente fue fundamental.

También, que en sectores y barrios, recolectaron llantas en desuso y entregaron información relacionada a la eliminación del mosco transmisor del dengue, sí ese que se forma como maromero y después se convierte en el peligroso aedes agipty.

Botellas, floreros, hasta una simple ficha o el bebedero de los animales domésticos, son potenciales criaderos del mosco, es más hasta los sanitarios en desuso, son una fuente perfecta para propiciar el mosco que transmite la enfermedad de una persona a otra.

Hay que decirlo, ni una estrategia como la que anuncio Alejandro García Barrientos, de fumigar 300 escuelas, ni el total de la medicina disponible podrá acabar con este mal, si la sociedad no se activa; pues se requiere de la participación comunitaria y del esfuerzo de todos los tamaulipecos para acabar con esta amenaza.

Las consecuencias de los 96 casos no se ven ahorita, para algunos sólo son ronchas y malestares, para otros como es el caso de las 73 personas que están embarazadas, el riesgo es mayor por el tema de la microcefalia que pueden presentar los bebes.

Insisto, ante la incapacidad de algunos, la inteligencia de otros, medios de comunicación, prensa, radio y televisión, además de la sociedad, deben participar y advertir que se debe actuar  hoy, para no lamentar después. La tarea es fácil, exhortar a la población a participar, decirles cómo y por qué, así como hacerle saber las consecuencias.

El buzón:

Vaya aplacada que le dieron a “la chilindrina” Humberto Rangel Vallejo, y es que desde la Ciudad de México Héctor García, le paró el alto para que dejara de andar acalambrando con su nombre y presumiendo su padrinazgo para llegar a la dirigencia del partido.

“Ni eres, ni te conozco y las cosas no se manejan así en el verde”, le dijeron,  por lo que al diputado “encuerdado” y “traicionero” no le quedó más remedio que seguir despotricando en contra de quien alguna vez le dio poder, nombre y dinero.

Para variar, desde la Heroica Matamoros, Antonio Segundo Amaro Chacon, regidor panista en la administración Municipal, enfrenta una demanda por haber  agredido completamente ebrio a una funcionaria de aquella frontera.

El abogado que presume de un muy consolidado padrinazgo, es el mismo que el pasado fin de semana fue detenido en un operativo anti alcohol y que fue liberado por una llamada de su protector, ya le diremos de quien se trata.

Mi correo Joséluis_castillogtz@hotmail.com

José Luis Castillo Gutiérrez

Es licenciado en Derecho

Reportero y colaborador de diversos medios entre ellos la verdad de Tamaulipas, El Tiempo de Mante, grupo Radiorama y diferentes medios digitales del Estado.

Fue jefe de prensa en el PRI municipal Victoria, coordinador de Prensa en la dirección del CERESO de Victoria, coordinador de prensa en campañas políticas y también titular de prensa en la Secretaría de Salud.

También fue Jefe de Comunicación Social del Congreso del Estado de Tamaulipas