Una actitud negativa atribuida sin duda, a la crueldad de los tiempos modernos.

La gordofobia, como le llaman al desprecio para las personas con sobrepeso u obesidad, es un término que se ha ido popularizando en los últimos tiempos, malamente, porque esto quiere decir que los estereotipos en general han ido en aumento.

Pero hoy solo quiero hablar de los gordos, porque soy gorda y soy sana y me quiero defender. Y definitivamente no voy por la vida señalando condiciones personales que no entran en los estereotipos de belleza impuestos por la moda.

La estética perfecta, no creo que exista, eso depende de la grandiosa versión que se tenga de s mismo. Hay quienes aseguran que son perfectos, sin embargo eso no quiere decir que lo sean y tengan derecho a decir quien no lo es.

Ésta crueldad que está de moda y que aparece por todas partes: en los empleos que dicen solo son para gente delgada, en los grupos “guays” de amigos, en las tallas cada vez más pequeñas y en general en las mentes más pequeñas, me entristece mucho.

¿Porque qué saben los gordofóbicos de la vida de la persona que señalan? Creo que nadie quiere vivir con sobrepeso y que la gordura tiene muchos puntos de partida que no se ven a simple vista encima de la talla grande.

En México un gran porcentaje de la gente con sobrepeso, más que dietas tiene hambre y lejos de comprar productos bajos en calorías orgánicos y ecológicos y cuidar minuciosamente lo comen, tienen que cuidar su salario mínimo y conformarse con la canasta básica, en la que no falta la tortilla, el huevo y el frijol, y de la que hay que hartarse para seguir “fregándole”.

En mi querido México lindo, mis estimados lectores, no caben los gordofobicos, no caben en ningún lugar del mundo.

Y es que apartando de momento el tema estético, debo decir que me encuentro muy hasta allá, de los encabezados, Comentarios y opiniones déspotas de los que aseguran que los gordos le costamos muy caros al estado que tiene que desembolsar mucho dinero para tratar el problema de gente floja que se dedica a comer solo comida chatarra. ¿Es enserio? ¿Es el estado el que comenta? Un estado que con la obligación de salvaguardar el bienestar y los impuestos de los ciudadanos, se dedica a buscar a quien señalar y culpar por una decadencia que no tiene excusa.

No creo que los gordos cuesten al estado, no he visto hasta ahora por parte del estado a ningún equipo de especialistas dedicados a combatir la gordura. (Dedicados solamente a eso).

Se excusan en la diabetes como mal de gordos, y aunque es verdad que el sobrepeso ayuda a ello, también es verdad que habemos gordos completamente sanos y muchísimos delgados con diabetes, lo que me hace pensar que tanto la gordura como la diabetes, tienen muchos puntos de partida. Se empeñan en satanizar la gordura al grado que no solamente no entra en los estereotipos de belleza, tampoco en los de salud.

He vivido en holgadas carnes toda mi vida, practico deporte y como lo que se dice que es sano, sin embargo mucha gente que aunque conoce mi nombre me llama “gordita” y no es que me moleste, pero ya basta de etiquetas, porque nadie es perfecto y de seguir etiquetándonos sobrarán los nombres y se llamará a la persona por su condición más notable: el narizón, el calvo, la chueca, el gay, etc.

Nota: referente al tema de salud: no le cuestan los gordos al estado, el estado le cuesta a una población en general con hambre y necesidad de mucha atención.

Anahí Rodríguez

Escribe para diferentes medios de comunicación en Tamaulipas y en portales literarios.

Ha participado en cursos de Literatura en Nuevo Laredo y Canarias, España, donde radica actualmente.

Sus columnas tocan temas de actualidad e interés general.