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¿A qué vino Anaya?

Por: Juan Ángel Sánchez El Día Viernes 04 de Agosto del 2017 a las 08:37

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La empatía que exhiben Ricardo Anaya Cortés y Francisco Javier García Cabeza de Vaca, no es de ahora. Ambos estrecharon su relación política surgida como militantes albicelestes, cuando coincidieron en el Congreso de la Unión (en 2012). El queretano era diputado federal plurinominal y el tamaulipeco, senador de mayoría relativa.

De entonces a la fecha se les ha visto juntos para alcanzar objetivos comunes, como son: la presidencia del Comité Ejecutivo Nacional (CEN), múltiples candidaturas a cargos de elección popular y la gubernatura que hoy está en manos del reynosense.

Por eso no me extraña que en su reciente visita a Ciudad Victoria, el dirigente partidista haya hecho un público reconocimiento al quehacer de Francisco Javier al frente del Poder Ejecutivo estatal. Y menos, que haya anunciado que Acción Nacional irá con y por todo en el proceso electoral en puerta.

Máxime cuando en los procesos federales del 2000, 2006 y 2012, se alzó el PAN con la victoria en la contienda presidencial. Y en los dos más recientes, ganó los escaños senatoriales de mayoría relativa. Además de la gubernatura, la mayoría en el Congreso local y casi todas las alcaldías en la justa estatal del año que nos antecede.

Se lo comento porque, en lo personal, creo que Ricardo no sólo vino a reconocer el trabajo del gobernador y ofrecer la gestión de legisladores para diseñar un paquete económico favorable para Tamaulipas –cuando se reanuden los trabajos camerales--, sino en la búsqueda de consensos con miras a la elección del candidato presidencial albiceleste.

Y está en todo su derecho, como también el mandatario a jugársela, nuevamente, con él, como ocurrió en la justa interna para elegir dirigente panista o viceversa: decidir la candidatura al gobierno estatal sin lesionar a los otros grupos de interés partidista.

Cierto es que la presencia del mentado ‘Cerillo’ causó molestias a la nomenclatura priista y a las cofradías albicelestes (promotoras de Rafael Moreno Valle Rosas y Margarita Esther Zavala Gómez del Campo), pues consideran que se está adelantando al rejuego cuando enfrente tenemos el proselitismo abierto de Andrés Manuel López Obrador y los delfines de Enrique Peña Nieto.

En fin, cada cual da su interpretación personal al hecho, puesto que, en la realidad, sólo Ricardo y Francisco Javier saben de qué platicaron y, hasta eso, en privado.

A los observadores nada más nos queda la especulación.

Sin embargo, es harto significativo su reconocimiento al trabajo que, en Tamaulipas, realiza el Gobernador, porque pese a todo Anaya Cortés está considerado como uno de los mejores dirigentes que ha tenido AN.

Político locuaz

En los escenarios mediáticos, cuando se refiere a sus contrincantes, Ricardo Anaya Cortés acostumbra opinar de todo, y por todo, siempre. Y, hasta eso, sin aportar pruebas de sus acusaciones, tan sólo por el placer de estar presente cotidianamente en los medios de comunicación masiva electrónicos e impresos.

Y ha tenido buenos resultados.

Tantos que ha sorteado a través de la prensa el mar de acusaciones de sus propios condiscípulos por malversar recursos partidistas. Y, como si nada ocurriera, él sigue dándole vuelo a su locuacidad.

Hace dos días ante la prensa se le fue a la yugular a Óscar Luebbert Gutiérrez, sin aportar pruebas, sugiriéndole al PRI ‘revisar su perfil’, pues según él, podría tener vínculos sospechosos con delincuentes.

Obviamente el ex senador, ex diputado y ex alcalde evitó caer en su juego, aunque el Comité Directivo Estatal (CDE) del tricolor lo encaró, en la prensa, con este comunicado:

“Está claro que el señor Anaya usando una vez más las instituciones para beneficiarse a sí mismo, ha venido a nuestro estado más preocupado por construir su candidatura a la Presidencia de la República que por dar solución a los auténticos problemas que más interesan a los Tamaulipecos.

“Sus comentarios sobre corrupción son dichos de mala fe porque omiten las numerosas acusaciones formales de las que han sido señalados muchos gobernantes estatales y municipales del PAN por enriquecimiento ilícito, vínculos con el crimen organizado, desfalco de fondos públicos, tráfico de influencias y hasta lavado de dinero.

“Además el señor Anaya carece de la más mínima autoridad moral para hablar de honestidad cuando él mismo ha sido señalado por integrantes de su propio partido de enriquecimiento inexplicable y de brindar protección a delincuentes panistas que son buscados por las autoridades por delitos graves en la gestión de gobierno.

“Recordamos al señor Anaya que no hay peor forma de corrupción que la mentira y que no hay peor síntoma de descomposición política que el cinismo del que tanto le señalan sus propios correligionarios.

“Exigimos del señor Anaya deje de intervenir en los asuntos internos de nuestro partido y se retracte públicamente de las imputaciones infundadas, graves y calumniosas, referidas al licenciado Óscar Luebbert Gutiérrez, distinguido cuadro de nuestro partido y aspirante a la presidencia sustituta del Comité Directivo Estatal.

“De no ser así, como partido político creyente de la legalidad y el respeto a los derechos humanos de las personas, nos reservamos el legítimo derecho que nos asiste para proceder por los cauces legales correspondientes”.

Deportistas

En la Casa Tamaulipas anoche se dieron cita los más de 400 atletas participantes en la

Olimpiada Nacional del 2017, obteniendo 106 preseas que colocaron al estado en el onceavo lugar del concierto nacional.

Ahí, el gobernador Francisco Javier García Cabeza de Vaca saludó, en compañía de su esposa, señora Mariana Gómez de García, a todos y cada uno de los deportistas.

En amena charla, les hicieron saber que en lo sucesivo tendrán más apoyo para desarrollar sus actividades, pues fomentando el deporte será factible alejar a las nuevas generaciones de la delincuencia.

E-m@il: jusam_gg@hotmail.com

 

Juan Sánchez Mendoza

Ha ejercido el periodismo durante más de tres décadas, alcanzado premios estatales en dos ocasiones; autor del libro "68. Tiempo de hablar"(que refiere pormenores del memorable movimiento estudiantil); autor de ensayos literarios; y reportero de investigación de tiempo completo, acá en territorio nacional y más allá de nuestras fronteras y del continente americano.

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