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Ricardo Anaya: El ganador ayer

Por: Aníbal Muñiz El Día Lunes 05 de Junio del 2017 a las 11:14

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Van a decir que estoy loco, pero se cumplió lo vaticinado por politólogos acerca de la elección en el Estado de México: fue un laboratorio de cara al 2018.

Todos los actores así lo hicieron constar.

Unos avorazados por ganar prematuramente el acceso a Los Pinos, mientras que otros entraron al 2017 luchando por sobrevivir.

El Peje como puntero en las encuestas quiso enterrar el último clavo al ataúd priísta. Enrique Ochoa, tenía como misión impedirlo.

El PRD, desdibujado, pugnaba por no desaparecer, mientras que Margarita Zavala se desgañita cada vez que le dan espacio y la realidad es que cada vez le hacen menos caso.

El único que llegó a estas alturas de tuxedo fue Ricardo Anaya, tras el gran 2016 donde el PAN arrasó.

Sus movimientos fueron inexplicablemente diferentes a la estrategia del año pasado. Su perfil incluso cambió, de ser rockstar en 2016 fue un presidente Godínez azul en 2017.

¿Por qué el cambio?

Hoy 5 de junio se explica todo.

Simplemente se salió de esa batalla campal en el Estado de México y se puso una bata blanca de laboratorio, porque al parecer así trató este proceso electoral.

Anaya prefirió no exponerse a golpeteo, su línea de flotación permanece intacta, y mientas los tres grandes trenes chocaron en la llamada joya de la Corona, el de Querétaro está a punto de embolsarse dos gubernaturas.

Con Nayarit en la bolsa, la joya para Anaya se llama Coahuila. Si la gana le quita la prácticamente las fronteras norte y el Golfo al PRI; en cambio, el Estado de México, hartamente complicado, involucraría enfrentarse prematuramente a dos maquinarias, la priísta de Enrique Peña Nieto y la izquierda encabezada por Andrés Manuel López Obrador, al tiempo que recibiría fuego amigo por las huestes Zavala-Calderonistas.

Anaya simplemente se lo ahorró y lo usó como experimento para anticipar 2018.

¿Qué lecturas arrojó?

Primera: El PAN necesita sí o sí, una alianza con el PRD. Si bien la atomización del voto en el Edomex perjudicó a Morena y más del 50 por ciento de los mexiquenses se fueron por la izquierda, existe una base social moderada que no necesariamente apoyaría a López Obrador y constituiría un caudal de voto útil en 2018.

Segunda: Ir con una mujer por segunda contienda presidencial consecutiva sería un handicap en contra para el PAN. Y no se trata de un ejercicio de misoginia, simplemente el machismo se encuentra presente en una sociedad atrasada como la mexicana y es poco probable que una mujer gane la presidencia, la realidad.

Tercera: Un candidato limpio como Juan Zepeda, en una alianza PAN-PRD hubiera arrasado en el Estado de México.

Entonces,  Anaya dejó fluir las cosas en Edomex como si fuera ya 2018.

El laboratorio le arrojó que debe evitar la atomización del voto, abarcar los moderados y con ello llegar a 2018 con una inercia que le permita al PAN ganar una Presidencia que pueda gobernar un país donde la aprobación del Ejecutivo apenas y alcanza dos dígitos.

Jiribilla

¿Qué festeja Enrique Ochoa? Si bien retuvo el Edomex la realidad es que le dieron una paliza en los tres estados donde se eligió gobernador y le repitieron la dosis en Veracruz.

Pero eso abundaremos mañana.

Aníbal Muñiz Silva

Maestría en Tecnologías de la Información.

Editorialista desde 2006

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