Nuevo Laredo, Tamaulipas.- El obispo de las Diócesis de Nuevo Laredo,Enrique Sánchez Martínez, expresó su confianza en las nuevas estrategias gubernamentales para el combate a la delincuencia y pacificación en el Estado de Tamaulipas.

“Yo espero que las medidas que se tomen, aunque ya se han tomado muchas, ahora parece que son más de voluntad para hacer algo contra la violencia”, recalcó en referencia a los acuerdos tomado en Reynosa por el Gabinete de Seguridad del Gobierno de la República.

Sin embargo, acepta que la violencia no solo está en Tamaulipas sino todo el país, “estamos viviendo una crisis muy fuerte”.

Refirió que hace unas semanas se reunió con los obispos mexicanos en la Ciudad de México, en donde coincidieron en que todo el país está sumergido en una ola de violencia, desde el norte hasta el sur. 

“Esas noticias internacionales donde dicen que México es un país violento, tienen razón, no sé si sea el país más violento del mundo, pero sí hay mucha violencia”, aseguró.

Dijo que hasta el momento los sacerdotes católicos en los municipios de Mier, Nuevo Guerrero y Miguel Alemán no han sido víctimas de la violencia pero si los civiles, “y lo que le afecta a la gente nos afecta a nosotros”.

Tamaulipas y particularmente las fronteras tienden a ser zonas asediadas por la violencia, exaltó.

Puntualizó que “la Ribereña (Frontera Chica de Tamaulipas) son comunidades más pequeñas en donde se nota más la violencia, aquí en la metrópoli se nota menos, pero no ha habido una disminución de feligreses, al contrario, se han elevado y han acercado a la oración”. 

scjf