No cabe duda que somos insaciables en materia de obra pública, más, cuando nuestra entidad suele necesitar más de lo que vemos, pero lo menos que podemos hacer es ser justos con quienes administran al gobierno local, en este caso, la presidencia municipal que encabeza Oscar Almaraz Smer.

Confirmamos una buena noticia para muchos victorenses y visitantes, en el sentido de que los cruces de las vías del ferrocarril que en varios puntos tienen injerencia directa con la fluidez en la vialidad, han sido atendidas de forma pertinente por la autoridad, y en ese sentido, es digno reconocer la capacidad de gestión del alcalde de Victoria, ya que  finalmente, en trámites de cualquier circunstancia que, realmente, a los victorenses no nos preocupan mucho, pero que vemos que se ha atendido este aspecto.

Hoy, los cruces de la vía del tren han sido rehabilitados con pavimento, que era necesario para cruzar –valga la redundancia- en forma más ágil y cómoda, evitando que nuestras unidades se sigan deteriorando aún más de lo que ya les ha acontecido gracias a la falta de infraestructura y que nadie, absolutamente nadie se hará responsable de ese desgaste que les ocurre.

El caso es que el presidente Almaraz ha gestionado recursos aquí y allá, y la rehabilitación es una realidad, como ha sucedido en el cruce de la calle Jesús Elías Piña, justo en la parte trasera de un centro comercial, donde se construye lo que será el ya llamado “Mall de Las Adelitas”. También le han dado su “mano de gato” a esta calle, y aunque nos hubiera gustado más una solución a tiempo largo, ahora ya podemos cruzar sin tanto riesgo de dejar una llanta o la suspensión ahí, “embarrada” por culpa del deterioro acumulado por lustros.

Oscar Almaraz ha acostumbrado a su equipo de trabajo a tener poco descanso, al menos, durante su gestión, porque muy temprano supervisa obras y considera las acciones que se pueden llevar a cabo, en forma coordinada con los responsables de cada área. Hemos visto cambios en el método de recolección de basura que, a fuerza de ser sinceros, no ha tenido el éxito merecido gracias a la apatía y desdén de muchos victorenses que sacan sus desperdicios a deshoras, propiciando que haya tiraderos que son desperdigados por animales domésticos, o de los otros, los que llegan pepenando y destrozan bolsas buscando algo útil o comestible, pero que dejan mucho tiradero, en detrimento de varias zonas habitacionales.

Y lo de las vías era un reclamo sentido de cientos de personas; no entendemos si es mejor poner pavimento, concreto hidráulico o algún otro material que no se devalúe tan rápido, y eso compete a los expertos, pero sí estamos conscientes de que el esfuerzo se está llevando a cabo en forma diligente y efectiva, porque, insistimos, el problema se ha resuelto en una gran parte.

Claro, falta mucho y han gente inconforme porque no han ido por sus rumbos; recordemos: casi 350 mil habitantes y más de 80 mil viviendas, que implica una demanda de atención diversificada y multitudinaria: no se puede dar abasto a todo en una jornada, y lo importante es que el trabajo se lleva a cabo y se nota, se observa y la gente entiende que hay una buena disposición.

Servicios públicos y urbanización mejoran a buen paso, aunque hay que recnocer que no es suficiente aún, y que falta mucho por hacer, pero  también es justo reconocer que se sigue haciendo y mucho.

Por otra parte, justo sería también mencionar que hay un porcentaje importante de adeudo en cuanto a tributo municipal: faltan muchos propietarios de pagar impuesto predial y otros derechos.

Recordemos que en la medida que el Ayuntamiento de Victoria tenga dinero será la medida de la respuesta ciudadana que obtendremos, así que es importante estar consciente de que quien no ha cubierto sus obligaciones debe hacerlo, en bien de todos los que habitamos la capital tamaulipeca y las áreas urbanas y rurales del municipio donde gobierna Almaraz.

Es una labor que todos debemos apoyar, respaldar y exigir.

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Carlos David Santamaría Ochoa

(México, D.F., 1957) Licenciado en Relaciones Públicas, Maestro en Trabajo Social y maestro en Comunicación; Doctor en Comunicación y Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela (Galicia, España). Diplomado en periodismo y en locución ( U.A.T.) Periodista desde el año de 1979.

Jefe de fotografía del periódico El Heraldo de México (1979).

Ha colaborado en los diarios locales El Mercurio de Tamaulipas, El Diario de Ciudad Victoria, La Verdad de Tamaulipas y en revistas como Poste Restante, A quien Corresponda, entre otras. Fue corresponsal del diario El Nacional, de la revista Época de México y de radio grupo ACIR. Fotógrafo profesional desde el año de 1978.

Fue jefe de prensa del Instituto Estatal Electoral en Tamaulipas y del Hospital General de Ciudad Victoria. Actualmente se desempeña como profesor de periodismo y fotografía en la licenciatura en Ciencias de la comunicación, en la Universidad Autónoma de Tamaulipas, donde también colabora como investigador.

Es presidente de Vive con Diabetes, A.C., dirige y conduce el programa de radio Al Día en Radio UAT.

Recientemente publicó su primer libro: Diario del Camino, Unidos por la Diabetes.