Urge, como en todas partes, ponernos la pila y entender que los tiempos cambian y que tenemos que ir caminando o corriendo si es necesario, a la par con el desarrollo que se presenta.

 La salud es un tema que no debe estar ajeno a estos cambios, y tiene que ser pionero en ellos, porque de otra forma, nos alcanza la desesperanza y la mala calidad de vida, y no hay presupuesto capaz de detener ese fenómeno tan nefasto que nos lleva a padecer incapacidades parciales, totales, o hasta la muerte en algunos casos.

La salud es prioritaria y lo sabemos todos, y la autoridad así capta, de ahí la importancia de lo que se haga en la dependencia encargada de proporcionarnos ese bienestar social y otras medidas: la Secretaría de Salud de Tamaulipas.

Aunque nuestras amigas feministas no dicen nada al respecto, el gobernador de Tamaulipas Francisco Javier García Cabeza de Vaca nombró a  Gloria de Jesús Molina Gamboa como nueva secretaria de salud, y no es un mérito de género, sino de capacidad y trayectoria. La doctora Molina tiene un currículum que avala la confianza en ella depositada con el deseo de que los resultados se pongan de manifiesto en forma inmediata, porque la salud no espera.

Para ello, sabe la doctora y la autoridad estatal que se requieren muchas cosas, entre ellas, el sustento económico que respalde las acciones sanitarias y permita que todos tengamos mejor salud y calidad de vida.

En ese sentido, hay que entender una cosa de la forma más clara: la doctora Molina no viene a curarnos, porque no le contrataron para ello: viene a administrar un sistema de salud que urge una reorientación en el sentido de acciones sanitarias que nos permitan vivir mejor.

Hay muchas cosas muy positivas en el Sector Salud, pero hace falta que la gente entienda que si no hace lo que le toca, habrá malos resultados, y los paganos somos nosotros mismos. Nadie más, así que ni modo de echar la culpa a otras personas.

Toman fuerza algunas actitudes que surgen en la subsecretaría de Promoción y Protección de la Salud en aras de que tengamos mejor calidad de vida, y que tienen también el objetivo de evitar que haya complicaciones mayores. Se requiere entender la importancia de la prevención.

Si el doctor dice que hay que hacerlo, no tenemos por qué dudar y hay que asumir nuestra responsabilidad, porque, finalmente, es necesario para nuestro propio bienestar o el de los nuestros.

Dice el doctor Alejandro García Barrientos, subsecretario del área que es necesario hacer mucho trabajo de convencimiento y prevención entre todos nosotros, los ciudadanos, porque de otra forma, se gastaría dinero en balde: si no se aprovecha, es como si tiráramos los recursos, y la verdad es que no tenemos mucho como parar andarlo tirando.

Es tiempo, para García Barrientos y para muchos de sus colaboradores, de hacer un alto en el camino para acelerar más el paso y entregarnos mejores resultados.

Miente quien diga que no sabe lo que es bueno para su salud, y miente también quien no hace lo que le toca.

En ese sentido, García Barrientos sostiene que con las acciones que se llevarán a cabo durante este año se consolidarán los principales programas de prevención de males y enfermedades, para poder decir a las autoridades que tenemos una comunidad con mejor respuesta sanitaria, pero más importante aún, a nuestros familiares que podamos decirles que las medidas están funcionando, y que queremos vivir mejor, pero para ello, necesitamos la orientación de la autoridad sanitaria, el entusiasmo de nuestros familiares, y la decisión de cada uno de los que con el devenir del tiempo comenzamos a resentir el paso de los años, pero más aún, para aquellos que son jóvenes aún, y tienen un promisorio futuro en caso de tomar las medidas necesarias.

Es por ello que la doctora Molina Gamboa tiene un buen aliado, pero habrá que ayudarles para tener resultados beneficiosos para todos.

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Carlos David Santamaría Ochoa

(México, D.F., 1957) Licenciado en Relaciones Públicas, Maestro en Trabajo Social y maestro en Comunicación; Doctor en Comunicación y Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela (Galicia, España). Diplomado en periodismo y en locución ( U.A.T.) Periodista desde el año de 1979.

Jefe de fotografía del periódico El Heraldo de México (1979).

Ha colaborado en los diarios locales El Mercurio de Tamaulipas, El Diario de Ciudad Victoria, La Verdad de Tamaulipas y en revistas como Poste Restante, A quien Corresponda, entre otras. Fue corresponsal del diario El Nacional, de la revista Época de México y de radio grupo ACIR. Fotógrafo profesional desde el año de 1978.

Fue jefe de prensa del Instituto Estatal Electoral en Tamaulipas y del Hospital General de Ciudad Victoria. Actualmente se desempeña como profesor de periodismo y fotografía en la licenciatura en Ciencias de la comunicación, en la Universidad Autónoma de Tamaulipas, donde también colabora como investigador.

Es presidente de Vive con Diabetes, A.C., dirige y conduce el programa de radio Al Día en Radio UAT.

Recientemente publicó su primer libro: Diario del Camino, Unidos por la Diabetes.