Roma, (Notimex).- Expertos de varios países iniciaron hoy en la sede de la FAO, en esta capital, una reunión de tres días para debatir un plan de acción internacional que detenga la propagación del picudo rojo de la palma, un escarabajo que amenaza la producción de dátiles y cocos.

La plaga ataca a las palmeras datileras y cocoteros, así como a las ornamentales que se encuentran en muchas ciudades europeas, advirtió la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), en un comunicado.

Señaló que durante las últimas tres décadas, el picudo se ha extendido con rapidez a través de Medio Oriente y África del Norte, afectando a casi toda la región. Se ha detectado ya en más de 60 países incluyendo Francia, Grecia, Italia y España, así como en zonas del Caribe y Centroamérica.

"El picudo rojo representa la amenaza más peligrosa para la palmera datilera", aseguró a los asistentes en la sesión de apertura el representante de la FAO para Miedio Oriente y África del Norte, Abdessalam Ould Ahmed.

"La insuficiente implementación de las normas fitosanitarias, la falta de una estrategia preventiva eficaz y el seguimiento insuficiente de las medidas de respuesta, explican el fracaso en haber frenado la plaga hasta el momento", insistió.

La Consulta científica y la Reunión de alto nivel sobre el picudo rojo han sido organizadas por la FAO, en colaboración con el Centro Internacional de Altos Estudios Agronómicos Mediterráneos (CIHEAM).

"El área mediterránea alberga una gran biodiversidad de especies vegetales que deben ser protegidas por razones sociales, económicas y ambientales. Por ello, es más importante que nunca contar con una estrategia sostenible para proteger a toda la región", señaló por su parte Cosimo Lacirignola, secretario general del CIHEAM.

El picudo rojo causa un daño económico de millones de dólares anuales, bien por la merma de producción o por los costos de combatir la plaga. En los países del Golfo y Medio Oriente se pierden al año 7.4 millones de euros (unos ocho millones de dólares) con la eliminación de árboles gravemente infestados.

En Italia, España y Francia, el costo combinado de la lucha contra la plaga, la retirada y sustitución de las palmeras infestadas y la pérdida de beneficios supuso cerca de 90 millones de euros (unos 96.8 millones de dólares) en 2013.

Se prevé que este costo aumente a 200 millones de euros (unos 215 millones de dólares) en 2023 si no se aplica un riguroso programa de contención.

Parte del problema estriba en que el picudo rojo es extremadamente difícil de detectar en las primeras etapas de una infestación, ya que hay pocos signos externos visibles de que la plaga se ha apoderado de un árbol: alrededor del 80 por ciento del ciclo de vida de los insectos permanece oculto a la vista.

Las palmeras son un recurso importante para muchas comunidades de Miedio Oriente Medio y el norte de África. Los dátiles han sido un alimento básico durante siglos, y son ahora un cultivo comercial importante, con una producción total de más de siete millones de toneladas.

Según la FAO, en total se cultivan en la actualidad unos 100 millones de palmeras datileras, de las que 60 por ciento está en países árabes.

El picudo rojo ataca a los árboles jóvenes y más blandos, con menos de 20 años de edad. Alrededor de la mitad de los 100 millones de palmeras coinciden con este criterio, y son por lo tanto vulnerables.

Las palmeras también son vitales para mantener el sistema de cultivo de los oasis, que permite que otros árboles productivos y plantas puedan crecer bajo el dosel del palmeral.

Si no se detiene la plaga, la producción se verá fuertemente afectada, lo que podría provocar la migración económica de las comunidades que viven en los oasis a las zonas urbanas.

La Consulta científica y la Reunión de alto nivel sobre el picudo rojo de la palma se centran en contener la propagación de la plaga.

Se compartirán avances en el control integrado de plagas, como el uso selectivo y reducido de insecticidas y bioplaguicidas y de micrófonos de gran sensibilidad y bajo costo que pueden detectar las larvas que se alimentan dentro de un árbol, además de trampas basadas en feromonas, drones, teledetección y perros rastreadores.

Está previsto que durante la sesión de alto nivel del viernes, los representantes gubernamentales debatan y adopten una estrategia multidisciplinaria y multirregional que incluya la aplicación efectiva de las normas fitosanitarias transfronterizas.