El viernes 18 de mayo de 2012, se reprodujo una columna económica del suscrito, en el Portal de Noticias relevantes del reconocido Blog Fispack. Por la actualidad de la opinión y la importancia de rescatar algunos de las expresiones que eslaboné en dicha nota publicada originalmente en el Portal Hoy Tamaulipas la reproduzco aquí nuevamente:

Fuente: http://www.fispack.com/alertas/0518AFK2.htm

(...) Lamentablemente el gobierno federal, se sigue empeñando en afectar a los pequeños empresarios, pues a grandes compañías el pago de los impuestos se les facilita de forma extraordinaria.

Al país le urge que el gobierno nacional proponga e impulse una reforma hacendaria fiscal e integral, para terminar con el “paraíso fiscal” en el que se convirtió México para las grandes empresas, principalmente los grandes consorcios reconocidos.

Hay un grupo de causantes cautivos pymes muy importantes, que en ellos se funda la principal carga fiscal. México es un paraíso fiscal, pero para Carlos Slim de Telmex, el grupo Cemex, grupo Maseca o Gruma, las familias Azcárraga y Salinas, entre otros.

Lo anterior significa que logran compensar sus declaraciones fiscales entre los diferentes grupos de las empresas holdings que detentan, haciendo aparecer transferencias de perdidas contra ganancias que debilitan sus grandes utilidades ante el fisco.

Este tipo de operaciones no se detectan como “evasión fiscal”, que significa no pagar los registros de impuestos contabilizados. Si no se refiere a “elusión fiscal” siendo pagar mucho menos impuestos que los reales de acuerdo a sus utilidades consolidadas.

El gobierno federal, se sigue empeñando en afectar más a los pequeños empresarios cautivos y a los trabajadores registrados en Hacienda, pues a grandes compañías el pago de los impuestos se les facilita de forma extraordinaria.

México, tiene solo el 12 por ciento de la población activa que paga impuestos, por lo que es urgente que el gobierno federal tome cartas en el asunto, ampliando por una parte la base fiscal de los causantes ahora inscritos en la economía informal, pero principalmente se debe hacer que paguen los grandes consorcios que según cifras confidenciales de la SHCP, evaden más de 400 mil millones de pesos al año.

Esta cantidad supera lo que se ingresa por el IETU, que es un impuesto que se debe revisar para su eliminación, o su integración al ISR, por la doble contabilidad que hasta ahora se ha provocado.

Asimismo, es urgente llevar a cabo una revisión integral sobre el pago del IVA, ya sea con la creación de una tasa fija generalizada del IVA del 12 por ciento, que se elimine el IETU, derogar en definitiva el pago de la tenencia y el IDE, impuestos que dañan a los pequeños empresarios y, por el otro lado, lesionan la economía familiar por el incremento a los productos de la canasta básica.

Los cobros que se disminuyan al ajustar este tipo de impuestos se deberán compensar con la homologación del impuesto al consumo IVA, que es un impuesto más sencillo de recabar y de más modernidad como se hace ahora en los países desarrollados.

En tiempos de crisis países modernos como Estados Unidos, en lugar de aumentar impuestos, estos se disminuyeron, y solo se aumentaron para los empresarios de mayor poder adquisitivo. Esto es en política fiscal deben pagar más impuestos los que más ganen (progresivos), y menos impuestos, los que menor nivel de vida tengan (regresivos).

No es posible que en México juguemos a tener un gobierno federal “obeso” a cambio de una población causante cautiva “anoréxica”, es tiempo de revisar las reformas pendientes que urgen a México, como este caso de reforma Hacendaria, así como la Laboral, la Energética, de Educación y de Infraestructura.

Solo así México logrará encontrar el camino del desarrollo sustentable y sostenido, cambiando el modelo “neoliberal” a ultranza que nos marca el “consenso de Washington”, en tiempos que ni los países occidentales lo respetan.

Cambiar el modelo económico volviendo la vista al “mercado interno”, sin descuidar el externo, apoyando a las empresas pymes nacionales, renovar las fuerzas del campo volviéndolo hacia la autosuficiencia alimentaria, apoyo integral a la minería, petróleo y producción de gasolinas, evitar el contrabando dañino de mercancías chinas, entre otras medidas urgentes.

No esperemos llegar a una nueva crisis macroeconómica como la sufrida en 2008-2009, ya es tiempo de cambios que se reflejen en el bolsillo de los ciudadanos de menores recursos. De nada sirve tener estabilidad macroeconómica si se tienen más de 60 millones de pobres y 20 millones en pobreza extrema, es la microeconomía del bolsillo la que nos debe preocupar. Esa es nuestra deuda con los mexicanos de bien (...) Fin de la nota citada de Fispack.

Después de 4 años que publiqué esta opinión, ya se presentó la reforma Fiscal del año 2013, donde ya se tuvo a bien derogar los impuestos cuestionados del IETU y el IDE, asimismo se dispusieron ajustes al conocido como Régimen de Consolidación Fiscal, que solo fue un ajuste cosmético, que no eliminó de facto la posibilidad de los grandes consorcios para seguir "eludiendo" grandes sumas fiscales, así como se siguen condonando impuestos a los grupos de poder.

Además, los cambios fiscales de los últimos tiempos, se han cargado en el uso y abuso del conocido como Impuesto Especial sobre Productos y Servicios (IEPS), el cual se ha vuelto en una fuente importante de recursos fiscales aplicados en los precios de los combustibles, que grandes críticas le ha costado al gobierno federal...

Jorge Alfredo Lera Mejía

Tampiqueño, Economista (ITAM), LAE, Maestro en Economía y Doctor en Administración Pública (UAT).

Asociado del INAP, Subsecretario del Exterior de la Federación del Colegio Nacional de Economistas y Vicepresidente zona noreste de la LER. Inicia su carrera en 1977 y ha desempeñado diversos cargos en la Administración Pública Federal, en Michoacán y en Tamaulipas.

Catedrático en la UNAM, ITAM, ULSA y actualmente profesor-investigador por la UAT e Instructor de la Auditoría Superior de la Federación.