Gobierno bien pero comunicó mal… o comunicó bien pero gobierno mal

Uno de los principales objetivos de la comunicación gubernamental es lograr que la gente esté de acuerdo con las acciones de gobierno que se estén realizando y evitar al máximo el efecto contrario. A esto se le llama consenso y disenso y puede asemejarse más a una rueda de la fortuna. El consenso se construye y el disenso se gestiona.

Habrá momentos en que una comunicación eficaz y un buen trabajo de gobierno permitirán que haya legitimidad entre la ciudadanía, esto es la construcción del consenso; pero habrá otras veces en que los conflictos que se hacen públicos deslegitimen las acciones de los gobernantes, es cuando aparece la gestión del disenso.

Parece lógico que un buen trabajo de gobierno con eficaz aplicación de las políticas públicas y una excelente labor de comunicación gubernamental vayan siempre de la mano; sin embargo, no siempre es así y entonces aparecen los problemas. Por eso, cada gobierno de turno necesita mantener motivada a la opinión pública por medio de una imagen de racionalidad que se ajuste con sus expectativas y demandas.

¿Qué necesita? Al menos cinco fases interrelacionadas: reputación, credibilidad, legitimidad, confianza e institucionalidad.

En conseguir todos estos aspectos tiene una total obligación el responsable de la comunicación gubernamental. Su trabajo se enfrenta a una serie de problemas que puede mermar su trabajo o reducirlo al máximo si no encuentra las formas de solucionarlos. La búsqueda de consenso entre la gente y evitar que ésta disienta de las acciones de gobierno es un subibaja que no siempre es satisfactorio.

Un problema de gobernabilidad puede ser originado por un déficit de comunicación si se afectan los fines estratégicos de la comunicación y de la gestión de los asuntos públicos en el ámbito público.

Si se afecta la credibilidad por malos manejos de las políticas públicas y un deficiente trabajo de comunicación es más difícil lograr la legitimidad de cada una de las acciones de gobierno.  

Llamaré a la comunicación gubernamental un arte. Lo es porque la persona que se encarga de mantenerla posee varias virtudes: primera, la de lograr consensos con los representantes de medios de comunicación; segunda, con sus habilidades garantiza que habrá una coordinación de las opiniones interinstitucionales en esa compleja estructura que conforma el gobierno; tercera, con su destreza posiciona la imagen del gobernante en una sociedad que está cada vez más exigente de personas preparadas al mando de la nación; cuarta, tiene la habilidad de solucionar conflictos que hubiesen surgido desde las salas de redacción de los medios de comunicación; y quinta, posee la experiencia para anticiparse a los medios de comunicación y conocerlos a la perfección.

La comunicación gubernamental no sólo es un proceso sistemático per se. Va mucho más allá de completar algunos pasos que lleven a crear una buena imagen de determinado gobernante. No hay nada escrito. No hay un manual que indique cuál será el procedimiento. Esta profesión requiere de experiencia previamente adquirida en todos los ámbitos gubernamentales y conocer a detalle el funcionamiento de los medios de comunicación.

Dentro de todo este amplio espectro, cabe destacar un punto muy importante: la atención hacia los representantes de medios de comunicación. Tan sólo preparar una conferencia puede resultar en un trabajo arduo que la sociedad no nota. Detrás de ello hay múltiples actividades, desde la organización, la logística, la preparación del discurso, la intención de posicionar nuevos temas e incluso la defensa ante cuestionamientos severos que podrían poner en riesgo la estabilidad gubernamental. En esto hay algo muy inteligente: la sociedad no lo nota, no ve ese esfuerzo, pero al ser informada se beneficia automáticamente. Es ese círculo virtuoso el que le da forma al trabajo de la comunicación gubernamental y le regala su esencia.

La pregunta está en el aire… El Gobierno del Cambio… ¿Gobierna Bien pero Comunica Mal? o…. Gobierna Mal y Comunica Bien?

@Alberto_Rivera2

Alberto Rivera

Construyo procesos de comunicación siendo y haciendo cosas diferentes, provocando emociones y moviendo conciencias hacia la participación social y política.

Ayudo a potenciar marcas de proyectos políticos y gubernamentales a través del descubrimiento de insights, arquetipos de marca y estrategias de comunicación política.

Soy consultor, catedrático y speaker en Estrategias de Campaña Política y de Gobierno. Director General de Visión Global Estrategias.

Soy originario de Tampico, Tamaulipas y cuento con una Maestría en Educación, Maestría en Política y Gobierno y Doctorado en Filosofía; además de tener diversas especializaciones en Comunicación Política, Consultoría Política e Imagen.