Altamira, Tamaulipas.- El señor Raúl García Rodríguez llegó a Altamira tras haber sido deportado por el Gobierno estadounidense y aunque le falta dinero y empleo, asegura que carece de ganas por regresar a los Estados Unidos”.

Explicó que durante 22 años trabajó en Atlanta, Georgia en el ramo de la construcción, donde reconoció que se gana y se vive bien, sin embargo indicó que “como dice la canción de los Tigres del Norte, es estar en una jaula de oro".

Manifestó que con su esposa y tres hijos arrendaba un departamento, sin embargo señaló que la situación que impera en la Unión Americana se ha vuelto alarmante, ya que "se ha convertido en una cacería de mexicanos, de personas latinas".

"La familia está acosada, llegan los autobuses a las escuelas y están las patrullas de migración para pedir papeles a las mujeres que van a dejar los niños, ahorita es algo que está en zozobra de que el esposo ya no regrese, que la mujer ya no regrese, que los niños se quedan a la deriva", señaló.

Incluso la situación en la Unión Americana es tan complicada, explicó García Rodríguez, pues “lo que están pidiendo es que los papás pongan a alguien, a un asesor para que vayan por los niños y no se queden con el Gobierno".

LO DETIENE LA POLICE ICE AFUERA DE UN HOSPITAL 

Comentó que en el mes de diciembre, a las 05:20 horas de la mañana, se encontraba en un Hospital de aquel país, pues su nuera se encontraba en labor de parto.

"Yo salí de mi casa iba a dejar a mi esposa al Hospital porque se estaba aliviando mi nuera, a las 5:20 salí del Hospital, mire que una persona se bajó de una camioneta, me pidió mis papeles y pues al no tenerlos solo me dijeron que estaba arrestado", relató.

Durante más de un mes y medio estuvo en una prisión federal de Atlanta, Georgia y de ahí, aunque buscó la manera de salir en libertad, el mismo abogado contratado solo los engañó.

SU FAMILIA REGRESARÁ A MÉXICO

"Mi esposa y mis hijos están trabajando pero corren riesgo, a lo mejor me los traigo, hay que juntar dinero para venirse porque allá se vive pero no se ahorra, una recámara cuesta 800 dólares, tenía un perro y pagaba 10 dólares para ingresar, son 300 dólares de gas, cable, luz", declaró.

Añadió, “esta difícil no sé cómo me vaya a ir, soy campesino y no tengo empleo no tengo nada porque estoy sacando los papeles, sabemos qué hay desempleo, está difícil me dedico a la pesca, vivo en un Ejido y veo que mis hermanos no sacan mucho producto”.

"TENGO MIEDO DE REGRESAR A ESTADOS UNIDOS"

El altamirense reconoció que no quiere regresar a la Unión Americana y alegó diversos motivos, entre ellos el temor a la inseguridad que se vive en la frontera de Tamaulipas.

Declaró que “ya no quisiera regresar, ya tengo mucho tiempo que he ido y venido y cuando llega uno a la frontera es amenazado, nos pedían dinero”.

“La misma Policía te extorsiona no quiero regresar por miedo, además de que para poder cruzar se necesitan de cuatro mil a seis mil dólares”, externó al indicar que por lo pronto buscará un empleo.