En varios sectores de la población no se observa ese ánimo para celebrar con alegría, júbilo, relajamiento y comodidad  el tradicional Día de San Valentín o Día del Amor y la Amistad en el año que transcurre.

No lo existe, sin temor a la equivocación, por las situaciones adversas que enfrenta por los “gasolinazos”, en materia de inseguridad, desempleo, de nuevos impuestos y falta de poder económico.

Las serenatas, los regalos como los ramos de rosas, los viajes, los pasteles, los monos de peluche, las cenas a restaurantes y otros detalles que se acostumbran en este día, para muchos, quedó en el baúl de los recuerdos.

Esto lo ha evitado la falta de dinero que ha generado la mínima generación de fuentes de trabajo y el desanimo de la población por la inseguridad pública y las deudas, así como el alto costo de los productos alimenticios y los servicios públicos.

En este Día se expresa los sentimientos, la mayoría lo hacen a través de detalles o regalos a la pareja y amigos, sin embargo, la difícil situación económica que prevalece obliga a la gente a externar ese sentimiento mediante un fuerte abrazo y buenos deseos, dejando para mejor ocasión la cena y el brindis.

Es menos la gente que lo celebra con pasión y alegría, pues no existen las condiciones de seguridad para ir a convivir a un buen restaurante o simplemente ofrecer una bella serenata, pues andar en altas horas de la noche en las calles, no sólo de Tamaulipas, sino de otros estados del país, estaría en riesgo su vida.

Hay que lograr este Día para expresar, de acuerdo a sus posibilidades económicas, sus sentimientos a sus amigos, a su pareja  y a sus familiares, pero debe hacerse con precaución, orden, respeto y sobretodo dentro del marco legal, para convivir en un ambiente de alegría y felicidad y lo cual siempre se recuerde con gran gusto.

En otro asunto, los que enfrentan graves problemas legales son los revoltosos, traidores, desleales y barberos de los hermanos Chavira, quienes no se conforman con ofrecer los pésimos servicios educativos a través de una universidad “patito”, sino que utilizan el poder público para cometer fechorías e injusticias en contra de los trabajadores.

El pseudo líder perredista, ex candidato independiente y maromero de la política, Francisco Chavira Martínez y su hermana Diana Estela, Secretaria de Trabajo en Tamaulipas, son dueños de la Universidad del Norte de Tamaulipas, a través de la cual se han enriquecido con elevadas e injustificables cuotas económicas a los alumnos y bajos salarios de los trabajadores.

Resulta que los abusivos y perversos hermanos perdieron una demanda por despido injustificado de cinco personas y tras la demanda las autoridades fallaron a favor de los empleados y a  los que deben pagar más de un millón de pesos.

La dama respaldándose en su poder, como funcionaria pública y su hermano con sus acciones represivas e injustificadas, han ignorado la orden de la autoridad, al no acatar la sentencia, pues han hecho caso omiso al pago correspondiente.

Como todos los sinvergüenzas e irresponsables, los hermanos Chavira cerraron las instalaciones de dicha Universidad del Municipio de Altamira y retiraron todos los muebles, pues así lo constataron quienes demandan el pago, los cuales advirtieron que habrá de proceder conforme a derecho.

El abogado de los trabajadores despedidos advirtió que de no cumplir con el pago, procederán a embargar los bienes de los hermanos Chavira.

A la secretaria de Trabajo, Diana Estela Chavira, debe exigírsele su renuncia a este cargo público, con el fin de que tenga plena libertad para cumplir con el ordenamiento de la autoridad laboral, pues la sociedad tamaulipeca requiere de funcionaros limpios, honestos y de tiempo completo, para que se puedan resolver con prontitud los asuntos que le competen a esa dependencia.

Los hermanos Chavira, podrían enfrentar más demandas, pero estas serían por parte de estudiantes de dicha Universidad, ya que  se quejan que el plan de estudios no es el adecuado  y que los maestros no cuentan con la preparación correspondiente para impartir la educación, lo que ocasiona egresen con un nivel de conocimientos no apto para continuar sus estudios en otra escuela.

Un grupo de estudiantes de preparatoria y la universidad “patito”, amenazan con realizar un plantón, si les siguen exigiendo dinero a cambio de entregarles el certificado y que seguramente no está avalado por las autoridades de la SEP. Los alumnos están hartos, pues son muy elevados los cobros de la colegiatura y la educación que ofrecen es pésima, además temen que los certificados no sean aceptados en otras instituciones educativas.

Correo:jrdelasota@hotmail.com

Columnista en HOYTamaulipas