Ayer circulaba en las redes sociales y medios de comunicación un video que parecía un rodaje de una película gringa, pero no, las escenas eran de la vida real y se referían a un hecho sucedido en un municipio de la frontera tamaulipeca.

Las imágenes mostraban una exhibición de autos y poderío, las notas narran que se trataba de unos arrancones y festival automovilístico en pleno centro de Rio Bravo, Tamaulipas donde los protagonistas, conductores, seguramente se sentían los VIN DIESEL, incluso más audaces.

Sintieron que las escenas de la película Rápido y Furioso 7 les quedaron cortas, los Toretos riobravenses la acción la llevaban al límite, sin guion, cortes de escena, con espectadores reales y sin medidas de seguridad.

Fatal fue el desenlace, uno de los conductores pierde el control del auto llevándose a su paso a varios espectadores de la exhibición de coches y Toretos, de los rápidos y furiosos riobravenses.

Dan cuenta las notas periodísticas que fueron más de 10 personas, entre ellos menores de edad, los que resultaron lesionados, la mayoría de gravedad, el rato de diversión terminó en tragedia.

Aunque parezca ilógico los menos culpables de la tragedia son los conductores, por supuesto que fue una irresponsabilidad manejar los autos de esa manera en ese lugar pero para eso fueron contratados y conoce la autoridad, los patrocinadores, y los presentes, todos los riesgos.

Definitivamente el gran responsable es el Alcalde, DIEGO GUAJARDO, por autorizar se realice el espectáculo en pleno centro de la ciudad sin las medidas de seguridad necesarias para proteger a la gente, fue una verdadera imprudencia dejar que se lleven a cabo ese tipo de actividades sin tomar las precauciones pertinentes.

Claro que muchos de los asistentes también pecaron de imprudentes, se arriesgaron demasiado, no midieron las consecuencias, el video muestra como los coches pasan muy cerca de los espectadores pero ellos ni se mueven.

La mayor imprudencia fue exponer a los pequeños, se veían padres de familia con niños, de hecho varios de los accidentados son menores de edad.

Por supuesto que es bueno que se tengan espectáculos, que la gente se divierta, pero para todo hay lugares y espacios, de acuerdo al evento deben de ser las medidas de seguridad y los padres evitar la imprudencia de poner en riesgo la integridad de sus hijos porque después de un accidente ya nada es igual, los daños colaterales pueden ser muchos y algunos permanentes.

Claro que los padres lo que menos se imaginan en esa clase de espectáculos de exhibición de poderío de autos o arrancones, es que uno de los coches se impacte contra ellos o sus hijos, pero nunca está de más ser precavido.

Lo que de plano no se vale es que las autoridades sean tan irresponsables que ni siquiera se les ocurrió delimitar el espacio, en lo sucedido en Rio Bravo no se veían señalamientos, bueno, ni siquiera una marca sobre el pavimento que indicara a los espectadores la distancia, tampoco aparece en el video personal de protección civil que indicara el espacio que podían ocupar, ni a los conductores se les dijo donde podían sus autos arrancar, lo peor, a la hora del accidente tampoco había una ambulancia cerca.

Ojalá y ya no se repitan accidentes de esa naturaleza, que donde se realicen ese tipo de eventos las autoridades tomen las medidas necesarias para salvaguardar la integridad física de los espectadores y la gente no sea tan imprudente al exponer a sus hijos.

La realización de estos eventos en algunos lugares de este país son inevitables pero, caramba, que se hagan lo más seguro posible, que la autoridad correspondiente no peque de imprudente.

Rosa Elena González

Es Licenciada en Relaciones Públicas. Ha colaborado con editoriales en El Mercurio.
Actualmente su columna Vida Diaria se publica en el Portal HOYTamaulipas y los periódicos La Verdad de Tamaulipas, Expreso, La Extra, La Voz de Tula, El Tiempo de Mante y Astronoticias, El Bravo de Matamoros y Canal 10