Es un tema tan difícil…

Todos sabemos la importancia que tienen hoy en día las llamadas Tecnologías de la Información y Comunicación en el desarrollo humano: niños, jóvenes, adultos y adultos mayores las empleamos indistintamente, y muchos hacemos un uso desmedido de las mismas, inadecuado o extraordinariamente negativo para nosotros y los nuestros.

Y en ese sentido se ha procurado legislar sobre el uso de estas tecnologías y, específicamente, los recursos de Internet y redes sociales, que han sido mal empleados por innumerables personas a lo largo del tiempo.

Es un tema muy difícil de abordar por las variantes que presenta, y porque tiene que ver con legislación de varios países a la vez.

Muchos, inclusive, piensan que les proporciona autoridad para destruir grupos, sociedades, instituciones o personas, y no es por ahí el asunto: la legalidad debe permear y el respeto a los demás también por sobre todas las cosas.

Y surgen en todo el mundo ideas sobre cómo legislar algo tan difícil por su desarrollo. Sabemos que cualquiera de nosotros puede comprar un dominio en cualquier país del mundo-o casi todos- y lo único que se requiere es dinero y red de Internet para poder, con toda impunidad, hacer gala de una desmedida irresponsabilidad y difamar, escribir o publicar fotografías adquiridas en algún evento privado, y abusando de la confianza, hacerlas públicas para desprestigiar.

Difícil legislar sobre el tema, porque, finalmente, cuando uno aparece en una imagen, es porque estaba ahí, aunque no haya dado su consentimiento, y es un tema que los expertos del derecho seguramente han tomado y retomado sin solución aún.

Y los niños son “carne de cañón”; vemos a muchos de ellos enajenados con su teléfono móvil o su tableta y abstenerse de una realidad que viven, razón por la que algunos diputados tamaulipecos han considerado que es tiempo de hacer alguna acción efectiva que nos permita recuperar un poco a nuestros hijos, sin abstenerlos del progreso que significan las TICs.

Quieren fortalecer los derechos de los niños y las niñas enfocando esfuerzos a que ellos tengan la certeza de poder emplear la tecnología sin límite pero con limitaciones, es decir, que puedan hacer un uso ordenado y consciente, con contenidos que no sean negativos para su formación.

Buscan un uso responsable en estas tecnologías, pero definitivamente, donde se debe dar el primer paso es en el hogar: si los padres no hacemos algo por mejorar la calidad de los contenidos, ninguna ley será suficiente.

No necesitamos castigar a nuestros hijos sino formarlos adecuadamente y enseñarles que lo mejor para ellos es lo que han decidido utilizar adecuadamente. Las TICs son maravillosas cuando se emplean bien, y muchos de nosotros no tenemos idea de cómo hacer. Es por ello que en el Congreso tamaulipeco se pretende impulsar medidas que nos garanticen un mejor uso de todos estos recursos de hoy en día.

Dice el diputado Gláfiro Salinas que las TICs abonan grandes aportaciones en la educación, cuando se emplean bajo un marco que las regula, de ahí que sugiere adicionar a la ley de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes de Tamaulipas esta puntualización sobre el uso y aprovechamiento.

Buen esfuerzo de quienes nos representan, y en ese sentido, somos, y seguiremos siendo los padres los principales responsables de la formación de ellos, los hijos, por lo que tenemos que entender la importancia de orientarles y no dejarles abiertamente que vean cuanto quieran el tiempo que quieran.

En otras palabras: hay que estar pendientes de nuestros hijos, más, en tiempos en los que hay muchas cosas de qué preocuparse y de propiciar una adecuada formación de ellos.

No vaya a ser que crezcan con ideas torcidas y pensamientos inadecuados, pues.

Comentarios: columna.entre.nos@gmail.com

Carlos David Santamaría Ochoa

(México, D.F., 1957) Licenciado en Relaciones Públicas, Maestro en Trabajo Social y maestro en Comunicación; Doctor en Comunicación y Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela (Galicia, España). Diplomado en periodismo y en locución ( U.A.T.) Periodista desde el año de 1979.

Jefe de fotografía del periódico El Heraldo de México (1979).

Ha colaborado en los diarios locales El Mercurio de Tamaulipas, El Diario de Ciudad Victoria, La Verdad de Tamaulipas y en revistas como Poste Restante, A quien Corresponda, entre otras. Fue corresponsal del diario El Nacional, de la revista Época de México y de radio grupo ACIR. Fotógrafo profesional desde el año de 1978.

Fue jefe de prensa del Instituto Estatal Electoral en Tamaulipas y del Hospital General de Ciudad Victoria. Actualmente se desempeña como profesor de periodismo y fotografía en la licenciatura en Ciencias de la comunicación, en la Universidad Autónoma de Tamaulipas, donde también colabora como investigador.

Es presidente de Vive con Diabetes, A.C., dirige y conduce el programa de radio Al Día en Radio UAT.

Recientemente publicó su primer libro: Diario del Camino, Unidos por la Diabetes.