"Para merecer el título de justos, para que la equidad reine como soberana (.) La revolución debe extirpar todas las lepras; reformar los códigos, abrir los brazos a la mujer; procurarle trabajo bien remunerado. Esta misión noble y altísima, corresponde a la mujer mexicana” Hermila Galindo. Secretaria particular de Venustiano Carranza y feminista en la Constituyente de 1917.

LOS CLAROSCUROS DE LA CONSTITUCIÓN. Su referente inicial, lo encontramos en la “Primer Acta Constitutiva” de aquél Imperio Mexicano –así se llamaba el país- el 31 de enero de 1824. Lo conformaban: 1 distrito federal, 3 estados internos (occidente, oriente y norte), 16 estados y dos territorios (Alta y Baja California).

Sin embargo, el trascendental paso a la modernidad y real hegemonía libertaria, sucede a la postre de aquel suceso revolucionario.

Se constituye el marco legal el 31 diciembre de 1916 y toma vigencia a partir de su promulgación el 5 de febrero del ‘17.

Así como la historia documenta, tras el manifiesto público del escrito citado, cada Congreso Local debía ratificar lo acordado en la Unión de los Estados.

Hoy estamos a cien años de distancia de su proclama y lo ratifica cada Estado de esta nación.

Caso de Tamaulipas, donde el Presidente de la Ju.Co.Po. Dip. Carlos García resalta el contenido social y el sello humanista “Que permiten asegurar las garantías y derechos elementales”.

Sin embargo en el marco de aquél soberano título de 1917, hoy el país se encuentra en la diatriba que le asemeja en circunstancias que quizá deberíamos llamar ‘coincidencias’.

“Los actos propios de Victoriano Huerta, nunca serán suficientes para envolver al pueblo mexicano en una guerra desastrosa con los EE.UU. más la invasión de nuestro territorio, la permanencia de vuestras fuerzas en el puerto de Veracruz sí nos arrastraría a una guerra desigual, pero digna, que hasta hoy queremos evitar”. Parte de la misiva de Venustiano Carranza al presidente norteamericano Wilson.

La estrategia: la nación alemana extendía entonces un telegrama de apoyo a Carranza (telegrama Zimmerman), con la promesa de recuperar el territorio perdido  y que significaban Texas, Nuevo México y Arizona.

El irrestricto apoyo de la presidencia norteamericana al dictador Huerta, comprometía la soberanía del país.

Entonces, el mandatario cavilaba la intencionalidad alemana –también había ‘coqueteo’ japonés- y su interés de provocar el conflicto distractor entre México y EE.UU. en las inmediaciones de la Primera Guerra Mundial.

A cien años de distancia, los conflictos de manipuleo diplomático de la potencia económica del vecino del norte, hace por voluntad obligada el que se retome las invitaciones de otras potencias del mundo.

¿Alemania de nuevo? ¿China?

La obviedad en las tensiones diplomáticas con el vecino y su apartheid de supremacía blanca, ponen contra la pared al Estado mexicano.

Su digna mención a la que Juárez hizo referencia sobre el derecho entre las naciones, le impide ser un país que responda de forma violenta a las provocaciones.

Pero es también el momento de poner a temple la Constitución Política de México, ante este nuevo reto. Libertad, igualdad, respeto a la soberanía nacional, garantías al Estado mexicano sobre su territorio, sus riquezas y el nacionalismo que quizá deberá repensar que verdaderamente es tiempo de defender el petróleo, el gas, las riquezas naturales, como está escrito…con tinta de sangre.

Festeja cien años de ser el marco legal de coexistencia entre sus connacionales y con el mundo.

Y este magno homenaje, le implica un llamado a la unidad nacional. Sin colores y por el bien común.

COLOFÓN. “La historia no dirá una sola palabra acerca de mí, porque no lo merezco. Soy un polvo insignificante que el viento de mañana barrerá…” eran las palabras de Pancho Villa. El único extranjero, que al mando de 500 hombres incursionaría en territorio estadunidense (Pershing, Dwight Eisenhower y George Patton lo perseguirían sin éxito). Hasta hoy, el único ‘masiosare mexicano’ y quizá, la razón que empiece la construcción del muro el enojado vecino.

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HECTOR ALEJANDRO DE ANDA CORTEZ

Colabora en medios impresos y en portales informativos electrónicos. La Columna Claroscuro se publica desde 2007

La columna Claroscuro se publica desde el 2007 en los mismos medios, trisemanal.

Especialmente tocamos temas económicos y de política en general.