En su conflicto con las autoridades de la Secretaría de Salud por el pago de un bono decembrino, los cerca de 14 mil empleados que reclaman se les cubra en efectivo (no con vales de despensa), recurren al argumento de que las costumbres se hacen leyes, considerando que, en los últimos 12 años, lo recibieron monetariamente.

Sin embargo la titular de esa dependencia, Lydia Madero García, se niega rotundamente a la exigencia afirmando que, durante dos sexenios, fue ilegal ésta práctica.

El sindicato no quita el dedo del renglón, desde que fue enterado de la disposición oficial, por lo que salió a la calle a manifestarse, primero, y luego ordenó a los trabajadores no acudir a la posada ofrecida por quien está al frente de la SS (ahí están las gráficas que plasman el ausentismo infame), amenazando recrudecer sus movilizaciones, tras fracasar en su negociación allá en Palacio de Gobierno.

Hasta la víspera ninguna de las partes en éste conflicto dio visos de estar dispuesta a resolverlo mediante el diálogo y el buen entendimiento, lo que hace necesaria la intervención de otras instancias para mediar, so pena de que el enfrentamiento crezca y se multiplique afectando no sólo las áreas administrativas, sino la facultativa --en perjuicio de los miles de enfermos que están internados en los hospitales o esperan consulta--, si como se prevé al brete se suman los médicos y enfermeras.

¡Y vaya que el gremio del sector salud fue el primero en sumarse al proyecto del gobernador Francisco Javier García Cabeza de Vaca!

En lo personal, considero que nada de malo tiene cambiar los vales de despensa por efectivo, cuando comercialmente tienen el mismo valor.

Lo que ocurre es que la burocracia de Salud quizás quiera el dinero, en efectivo, para cubrir otras necesidades (ajenas a enseres domésticos y/o alimentos, fritangas, productos que no requieren al momento), como serían el pago del agua, la luz, la mensualidad de un vehículo, la renta y liquidar empréstitos, por ejemplo.

Por tanto, cada individuo es muy libre de gastar sus prestaciones en lo que más le satisfaga –las que por ley tenga derecho--, sin que nadie y nada determinen dónde y en qué invertirlas.

En fin, éste problema, que no tiene por qué llevarse más allá de una simple negociación administrativa, amenaza en convertirse en embarazo grave.

Alborotador priista

Enrique Cárdenas del Avellano reclama que la dirigencia priista, acá en el ámbito estatal, sea renovada, porque los tiempos así lo establecen.

Lo hizo a través de un documento entregado a la presidenta interina Aída Zulema Flores Peña, donde pide se le considere como prospecto al cargo, aunque de cara a la prensa negó su intención.

Como militante tricolor, ¡claro que tiene razón!

¿Pero cómo reclama para él la dirigencia si nada ha hecho fuera del membrete para fortalecerlo?

Desde que concluyó su período en el Congreso de la Unión Enrique se ausentó del partido –desconozco si ha pagado cuotas--, simplemente por ser borrado como prospecto a la candidatura gubernamental. Pero le atrapa, hoy, nuevamente, la seducción de influir por su propósito de ser candidato al Senado, aunque no lo admita públicamente, queriendo (tal vez) pescar a río revuelto.

Desde hace un año, por lo menos, evitó aparecer en público. Pero, en las circunstancias actuales, reclama democracia.

¿Usted le cree?

Yo tampoco.

Pero sí me queda en claro que su proyecto es impedir que Manuel Muñoz Cano asuma la dirigencia.

Lamentablemente para él, hasta su otrora esbirro Humberto Valdez Richaud (alias ‘El Betico’) se la juega con proyectos muy distintos al clan Cárdenas.

Quehacer fecundo

Los trabajos de limpieza pública, reparación de baches y zanjas, así como de pintura a los cordones y señalamientos viales, la recolección de basura, conservación de áreas verdes y la colocación de luminarias, que cotidianamente realiza la Presidencia Municipal de Victoria, han causado buena impresión entre los más/menos 400 mil habitantes de la localidad.

Y aunque no toda la comuna participa con el mismo entusiasmo que el Alcalde, sí me queda en claro que Óscar de Jesús Almaraz Smer está entregado a recuperar el reordenamiento local.

Hasta donde sé, su administración afina la adquisición de camiones para ofrecer un servicio óptimo de limpia, unidades para prevenir delitos (conocidas ahora como de acercamiento) y vigilar el tránsito vehicular, e inclusive equipo; así como diseña estrategias de seguridad y supervisión involucrando a la sociedad en su conjunto, pues de esa forma sería más pronta la solución de la problemática.

Al mismo tiempo, y en tan sólo 81 días, ha gestionado en la Cámara de Diputados mayores recursos para atender la infraestructura urbana, a fin de que el menor tiempo posible la modernización quede reflejada acá en su tierra natal.

Pero no actúa por la libre, ya que cada paso que da refleja sincronía con el Gobernador Francisco Javier García Cabeza de Vaca –esto habla de su institucionalidad--, quien suele invitarlo a cada evento que preside, por su investidura propia, aquí en Ciudad Victoria.

Hace días vino de visita el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, y fue notorio el buen entendimiento entre el mandatario y el alcalde hasta el grado que el funcionario federal se quedó más tiempo del programado.

Por esto y más, aquí ambos se han ganado (a pulso) el respaldo de sus gobernados.

La colaboración del gerente de la Comisión Municipal de Agua Potable y Alcantarillado (Comapa), Gustavo Rivera Rodríguez, resolvió en tiempo y forma un problema que

Tragedia:

En el mercado San Pablito --poblado del municipio Tultepec (Estado de México)--, se venden productos pirotécnicos cada diciembre, que son elaborados por la comunidad.

Pero en la víspera una fuerte explosión cobró la vida a por lo menos 30 personas.

Esto me lleva a sugerir que las autoridades estatales, municipales y, en su caso, las federales, prohíban tajantemente la venta de cohetes, en todo el país.

E-m@il

jusam_gg@hotmail.com

Juan Sánchez Mendoza

Ha ejercido el periodismo durante más de tres décadas, alcanzado premios estatales en dos ocasiones; autor del libro "68. Tiempo de hablar"(que refiere pormenores del memorable movimiento estudiantil); autor de ensayos literarios; y reportero de investigación de tiempo completo, acá en territorio nacional y más allá de nuestras fronteras y del continente americano.