La noche del jueves se transmitió el programa "Si Me Dicen No Vengo", conducido por Joaquín López-Doriga en dónde se trató el tema de la carta enviada por 18 destacados panistas al Presidente Nacional del PAN Ricardo Anaya en la que denunciaban la utilización de la estructura y recursos de su partido para su beneficio personal en aras de construir su candidatura presidencial para el 2018. 

El objetivo de la misiva, es la de emplazar al Dirigente de Acción Nacional a definirse y aceptar públicamente sus aspiraciones y de ser así, renunciar a su posición de Presidente de partido. Los detractores argumentan que su comportamiento de "aspirante presidencial", es incompatible con su papel de líder del partido por lo que todo se reduce a un "conflicto de intereses".

Pero este conflicto pareciera más de forma que de fondo, porque al margen del análisis político de cómo los grupos internos del PAN juegan sus cartas para buscar una mejor posición frente al proceso interno para a elegir su candidato/a para el 2018, el análisis debe buscar una respuesta de entre lo que es ilegal, ilegítimo o inmoral.

Es claro que el principal objetivo de un partido político es ganar elecciones. De la solidez de las estrategias, acuerdos y consensos depende en gran medida alcanzar este objetivo. Sin embargo para Ricardo Anaya estos resultados han generado diversas reacciones de algunos compañeros de su partido, que ven con recelo el fortalecimiento de su imagen pública derivado de los resultados en el pasado proceso electoral del 2016.

Los argumentos que tachan al Presidente del PAN de utilizar su posición para un beneficio personal, son entre otras, las apariciones de Ricardo Anaya en los spots del PAN dentro de los tiempos oficiales que otorga el INE, en dónde es él quien dirige los mensajes en su papel (como lo que es) de portavoz oficial de su partido, como actualmente lo hace Enrique Ochoa Reza del PRI y Andrés Manuel López Obrador de MORENA.

Cuando se establece una estrategia electoral después de un exhaustivo diagnóstico, el resultado deberá arrojar 3 cosas fundamentales; el target electoral (públicos objetivo), el mensaje y el plan de comunicación estratégica. Estos 3 grandes bloques engloban todo lo que debe contener una estrategia.

El mensaje tiene que ser claro, corto y conciso para lograr persuadir a los públicos objetivo más proclives a su oferta política para después definir los vehículos a través de los cuales se transmitirá el mensaje, ya sea radio, prensa escrita, televisión, internet, etc. y una vez puesta en marcha la estrategia viene la evaluación de los resultados y realizar los ajustes necesarios.

El objetivo del PAN en su papel de partido de oposición es recuperar la Presidencia de la República, por lo que su mensaje se podría reducir al cambio de partido en el gobierno; se utiliza los tiempos oficiales en radio y televisión entre otros medios de comunicación para transmitir su mensaje personalizado en la figura de Ricardo Anaya que además de ser el portavoz oficial de su partido, son su juventud, discurso y estrategia comunicacional lo que muchos de sus adversarios políticos llaman "abuso de su posición", es decir, que tire guamazos pero que "no se crea mucho".

Durante la transmisión de este programa nocturno, Roberto Gil Zuart uno de los principales detractores de Anaya, pidió reglas claras, piso parejo y generosidad de todos, argumentando que este "conflicto de intereses" podría poner en grave desventaja a su partido y aseguro que de no atender este conflicto interno, podría repetirse el escenario del 2012 cuando perdieron la Presidencia de la República, siendo precisamente Gil Zuart coordinador general de la campaña de Josefina Vázquez Mota.

Eufrosina Cruz Mendoza Diputada Federal de Acción Nacional señaló que ya no quiere ver la misma cara de Anaya en los spots del PAN, que ella prefiere ver los logros y acciones de los liderazgos regionales, además de que le parece demasiado pequeño el logotipo de su partido que aparece en estos spots. Nuevamente vemos que sin duda, esta apreciación es de forma y no de fondo.

Al debate entraron las alegorías futboleras cuando Ernesto Cordero dijo que Ricardo Anaya no es el director técnico del equipo sino el árbitro, en réplica al planteamiento de su contraparte de que la actual dirigencia ha obtenido logros como nunca en su historia y que esto, lejos de pedir cambio del director técnico, merece aplausos y reconocimiento de la afición. 

Podemos concluir que Ricardo Anaya ha hecho lo que la ley y estatutos de su partido le permiten. Hace uso de las herramientas disponibles para comunicar de manera eficaz y utilizar todos los recursos a su alcance para cumplir con los objetivos establecidos, entre ellos sin duda está, ser el principal beneficiario de los resultados que hasta ahora, son satisfactorios para su militancia y su partido. Lo demás, es de forma y no de fondo. 

Efectivamente este debate nació perdido para los detractores de Anaya que ahora critican las formas, pero no el fondo; critican la estrategia pero no los resultados, critican sus aspiraciones pero no sus fundamentos, estas críticas más bien, son producto de una ignorancia de los asuntos estrictamente estratégicos que son responsabilidad única y exclusivamente de la dirigencia nacional.

Sin embargo, este conflicto interno al parecer, está lejos de resolverse en la esfera pública sino que tendrá su resolución en la cúpula panista de donde nunca debió salir a juzgar de propios y extraños, debido que a Ricardo Anaya no le han demostrado alguna acción ilegal ni mucho menos ilegítima dado que, como Presidente Nacional del PAN, está en todo su derecho a ser figura protagónica del escenario político nacional, pero lo que sí es evidente, es que Ricardo Anaya duerme y se despierta con la estrategia y la inmoralidad de su conducta que,  siempre cuidadoso de cada paso dado, argumentará que "lo importante no es lo que sepas, sino lo que puedas demostrar" y todos saben que Anaya construye su candidatura presidencial y nadie se lo ha podido demostrar, y menos con estos señalamientos, alegatos y pobres argumentos de sus compañeros detractores de partido, que muy poco podrán hacer para frenar las ambiciones del hasta ahora, Presidente Nacional del PAN. 

Efraín Hernández

Originario de Matamoros Tamaulipas, ha participado en diferentes procesos electorales desde hace 15 años.
Se ha especializado en análisis y comunicación política, asesoría de campañas electorales.
Master en Asesoramiento de Imagen y Consultoría Política por la Universidad Camilo José Cela.
Ha ocupado diferentes cargos en el gobierno municipal y estatal.