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Le andan llorando a la ubre estatal

Por: Yadira Tejeda El Día Lunes 10 de Octubre del 2016 a las 08:15

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Ha pasado ya la primera semana del Gobierno de la Alternancia y el primer mensaje ofrecido por Francisco García Cabeza de Vaca como Gobernador Constitucional de Tamaulipas sigue retumbando tan fuerte que, más valdría tenerlo presente al menos por lo que resta de los 6 años de la Administración.

Del contenido del mismo hay mucho escrito entre líneas que todavía no terminamos de leer.

Hacerlo no será sencillo pero lo lograremos conforme avance el sexenio pues algunas (pocas o muchas) de las acciones que ocurrirán nos llevarán irremediablemente a ese primer mensaje del Gobernador. 

Por lo pronto, hoy es un buen día para poner sobre la mesa las palabras que el Mandatario Estatal dirigió a su esposa Mariana Gómez:

“Muy especialmente quiero agradecer a quien ha estado a mi lado en todo momento.

Cuando caí, me levantó.

Cuando me detuve, me impulsó.

Cuando dude, ella me hizo ver que la meta de ganar la Gubernatura no era solo una aspiración personal política, sino que era el sueño y la esperanza de miles de tamaulipecos, de lograr un cambio para nuestro Estado.

A mi esposa Mariana.

Gracias Mariana, por el amor y el cariño que nos has demostrado a mis hijas y a mí”.

El reconocimiento y agradecimiento público que Francisco García Cabeza de Vaca hizo a su esposa en su primer mensaje como Gobernador Constitucional de Tamaulipas era obligado. No solo por ser la primera persona que ha estado con él en las buenas, en las malas y en las peores. Por los años que han pasado juntos. No solo por ser la mujer que hizo posible que recibiera la bendición más grande que un hombre puede recibir en este mundo: ser padre. No solo por ser de las pocas personas que se ha mantenido a su lado fiel y de pie en la lucha por ser lo que ahora es sino también porque al hacerlo anunciaba ya en base a qué escogería a las mujeres y a los hombres que arrancarían junto con él este nuevo Gobierno.

Vea porqué se lo digo.

Es una tristeza ver, escuchar e incluso leer hasta en redes sociales los comentarios tan negativos que "cabecistas" de última hora están haciendo sobre la estructura gubernamental que se está armando para estos 6 años.

Triste no porque se cuestione o critique al Gobernador por no tomarlos en cuenta sino por el hambre que con ello demuestran traer quienes lo están haciendo. En verdad, dan pena ajena. 

Dirán algunos que lo que menos tienen es necesidad o hambre del presupuesto estatal, pero cómo entender entonces el malestar que les ha causado no haber sido llamados al servicio público. Y lo que es peor, cuando ni siquiera se ha terminado de repartir “el pastel”. Será acaso porque “los huesos” más grandes ya tienen dueño y lo que queda les parecen migajas.

Se puede entender que las señoras y los señores que ya se veían en el Gobierno de la Alternancia anden echando pestes porque es obvio que lo que menos les interesa es servir a Tamaulipas. Pero, qué tanta no es el hambre que traen que no dejaron pasar ni una semana para bajar a Cabeza de Vaca y al PAN del pedestal en que los habían puesto. 

Y no, no lo hicieron por falta de lealtad, no. Esa palabra definitivamente la desconocen quienes nunca han sido parte de un equipo.

Así que, cuando usted escuche, vea o lea los comentarios de esas gentes agradezca que el Gobernador no les haya dado un puesto en el Gobierno del Estado. Porque téngalo por seguro, por algo lo hizo.

No por algo también cuando se le ha cuestionado sobre la actualización del padrón de militantes el Presidente Estatal del PAN, Francisco “Kiko” Elizondo, ha dicho que no permitirán que el PAN se vuelva un Partido de moda.

Por cierto, seguramente a estas alturas usted escuchó ya un audio en el que una voz masculina le recuerda a personal del DIF que están “despidos”. Es más que obvio que las afectadas grabaron al nuevo funcionario con la firme intención de exhibirlo ante la opinión pública como el malo de la película. Pero cuidado, porque la película apenas va comenzando y en el transcurso lo que podría salir al aire es la evidencia de los múltiples puestos que fueron inventados desde hace ya varias administraciones para las amistades, querencias o compromisos de las gentes en el poder así como de las jugosas compensaciones que mensualmente se llevaban sin incluso saber cómo se prende una computadora.

O a poco ¿ha escuchado usted quejarse a un trabajador de base de haber sido sacudido por los vientos de cambio? 

Le digo, esto va empezando y ya le andan llorando a la ubre estatal. Unos porque ni chance tuvieron de olerla y otros, porque ya se las quitaron.

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