México, (Notimex).- La banda Twenty One Pilotos reunió la noche de este viernes a 21 mil admiradores en el Palacio de los Deportes a quienes complació con una dosis de adrenalina, como parte de su gira “Emotional Roadtrip", cifra de acuerdo con los organizadores.

Luego del show de apertura del grupo mexicano Camilo Séptimo, llegó al escenario la alineación anfitriona integrada por Tyler Joseph (voz y piano) y Josh Dun (batería) para arrancar con este espectáculo en el que todo el mundo bailó y se emocionó con cada pieza del repertorio.

Desde el primer minuto del concierto, la dupla provocó el griterío de sus admiradores, cuya mayoría eran adolescentes que habían llegado al recinto desde varias horas de anticipación.

Luego de conquistar lugares como El Plaza Condesa, festivales como el Vive Latino y el Corona Capital los músicos estadounidenses convocaron de nuevo a una gran audiencia.

Con potentes sonidos de la batería los melómanos disfrutaron de esta fiesta popera, que tuvo diversos visuales en una pantalla al fondo del escenario.

Al principio los originarios de Columbus, Ohio, aparecieron enmascarados entregándose por completo a su séquito que se sabía prácticamente la totalidad del setlist y que demostró su cariño a través de ovaciones desde las gradas y la pista.

La primera sorpresa llegó justo al culminar “Fairly local”, “Heavy dirty soul”, ya que el cantante apareció en las gradas y se descubrió el rostro, lo que ocasionó que los mexicanos gritaran sin importar que se lastimaran las gargantas.

“Sus manos arriba” pidió el vocalista en “Migraine” en el que se tiró en el piso del entarimado y se desplazó por este lugar, portando un saco rojo, camisa blanca y corbata.

Al iniciar “Hometown” el cantante tuvo un cambio de vestuario: una camisa floreada, lentes de sol y un ukulele con el que dio un discurso y animó a sus fanáticos.

“Nos sentimos muy bien de regresar a la Ciudad de México, vamos a decir: ‘uno dos tres' y ustedes dicen ‘yeah, yeah, yeah' muy bien”, pidió al instante que los jóvenes obedecieron al pie de la letra.

Ya en “We don´t believe what´s on tv” la locura era un hecho, el líder del dúo pidió que poco a poco se agacharan para que después de la cuenta de tres saltaran y así pasó. “Abajo, uno, dos, tres”, gritó y enseguida hubo destellos de humo, mientras que el público brincaba una y otra vez.

Después de que el baterista se quitara la playera y se luciera con su instrumento, las luces se apagaron; el dibujo de una calavera se asomó en pantallas, mientras que en “The Judge” los músicos aparecieron en un escenario secundario, colocado al centro de la pista.

Ahí mismo también interpretaron “Lane boy” y “Ode to sleep”, los que estaban alrededor de esta plataforma no perdieron oportunidad y capturaron en sus teléfonos celulares lo que estaban viviendo.

Luces color verde y morado se movían de un lugar a otro, Tyler, además de encantar con su voz, esporádicamente mostraba su talento con el piano.

“Holding on to you” y “Jump around” continuaron con la velada; a continuación la agrupación retornó al escenario principal, pero si esto fuera poco, ambos se subieron en los brazos del público, utilizando playeras con los colores patrios y con el nombre de México.

“¡México, vamos!”, gritaron en el climax del recital, cuando interpretaron sus recientes sencillos “Ride” y “Stressed out”, que fue coreado por todos.