Ya que se dio el anuncio de que se adelanta la toma de posesión para la nueva administración municipal en la capital del estado, se van preparando ya el nuevo equipo de personas que la integraran. Es importante decir que acorde a los tiempos en los que vivimos el reto será mayúsculo, no se tendrá mucho margen de error y mucho menos tomando en cuenta en cómo estará el contexto político; y si a eso le agregamos una sociedad cansada, con un alto hartazgo, la misma que difícilmente permitirá que se incurra en los mismos errores y/o malas costumbres que tristemente siguen vigentes, pues va estar cuesta arriba. La tarea es grande y la presión será aún más.

Polémica existe de arranque, por miembros de cabildo que gozaron de obvios padrinazgos para estar allí, por ser una elección cerrada que fue sujeta a proceso de escrutinio por parte de instancias electorales y porque el nuevo edil es una figura que despierta pasiones, tan querido como controvertido, como he escuchado decir a varias personas. Si a eso le suman un gobierno estatal de un partido opositor, pues está claro que fácil no será. Ahora, se comenta mucho sobre la habilidad política de Oscar Almaraz como un activo para su causa y junto con él lo acompañaran personas de un bagaje político importante que también son conocidas por su astucia y capacidad en asuntos políticos,  figuras ya curtidas en esos lares que también querrán seguir demostrando por qué los consideran así. Pero esto también representará aun mayor presión a su vez, ya que no tendría que haber excusas para no sacar la tarea adelante.

Por otro lado recaerá la presión fuertemente en aquellos que ocupen puestos directivos y es aquí donde se verá la coherencia entre el discurso y los hechos, veremos si la administración Victorense tendrá como directores municipales a hombres y mujeres comprometidos y conocedores de su áreas, que verdaderamente velen por los  intereses de la sociedad. Si se apuesta por la competitividad y productividad real o se politizan las acciones gubernamentales. Y esto no es que lo diga yo sino que es algo ya muy comentado entre la ciudadanía, ¿por algo hubo cambio fuerte en las preferencias, o no?

Tendrán que ser no solo proactivos sino innovadores en sus programas o políticas públicas, un gobierno creativo, cumplidor y transparente.

El tiempo es corto y el presupuesto limitado de arranque, los pendientes son muchos y muy notorios y las proyecciones políticas de propios y extraños estarán en todo su esplendor, debido al lapso tan corto en el cual se volverán a tener elecciones y por ende ajustes de cuentas. La sociedad victorense aclama por un cambio cualitativo, reclama lo que sienten no se ha hecho bien y resienten que su otrora ciudad tranquila sea ahora una tierra de conflictos. El sentimiento de enojo e impotencia está a flor de piel y es de sabios no hacer que estalle en un mayor reclamo social y que provoque aún más caos multitudinario. La verdad el horno no está para bollos.

Cuestionamientos del momento:

¿Habrá vendettas políticas fuertes?

¿Se perdonarán los agravios del pasado?

¿Se habrán aprendido las lecciones?

¿Tendremos administraciones más justas, ecuánimes y transparentes?

¿Disminuirá la inseguridad y el encono social?

¿Finalmente se antepondrán los intereses de la ciudadanía y del estado por encima de los particulares y/o políticos?

¿Soplaran tan fuerte los vientos como para derribar lo mal construido y cimentado?

¿Por fin aprenderemos los Tamaulipecos a hermanarnos por una misma causa?

¿Tú serás parte del cambio y si es así, como lo harás?

¿Sera el inicio de una nueva etapa en la historia de Tamaulipas?

Jorge Alonso Infante Alarcón  

Carrera Licenciado en Relaciones Internacionales.

Maestría en Administración Pública en la U.A.M. Francisco Hernández García (U.A.T.)