En un acto de civilidad política, demostrando que lo más importante es la situación que sucede en México y Tamaulipas, Enrique Peña Nieto recibió en Los Pinos a Francisco Javier García Cabeza de Vaca.

Con una gran sonrisa, el gobernador electo estrechaba la mano con el primer mandatario para posar para la fotografía, mientras que le planteaba los diferentes proyectos que emprenderá dentro de su administración.

Más allá de los colores que representan ambos políticos, se podía apreciar cómo se veían con ojos de viejos conocidos, más bien dicho de colaboradores.

Durante la campaña de Cabeza de Vaca, se dijo mucho que la gubernatura del ex candidato azul ya estaba más que planchada. Medios nacionales y líderes de opinión, daban pie al comentario que la gubernatura en Tamaulipas ya tenía nombre, y con cuernos. Decían que desde el centro de la República, ya estaba negociado la entrega de la administración estatal en manos del panismo.

Muchos dirían que es plena teoría de la conspiración, pero cuando Cabeza de Vaca era senador hace tres años, avaló, promovió, e inclusive defendió en tribuna la Reforma Energética promulgada por Enrique Peña Nieto.

Al entender las maravillas que la geografía del estado de Tamaulipas nos brinda en materia energética y comercial, Cabeza de Vaca parecía ya haber tenido planes desde el Senado para Tamaulipas con la aprobación de dicha Reforma.

Y para Peña Nieto,  después de haberlo felicitado, parecía estar alegre con la persona que lo apoyo en la Reforma Energética. Además cuando las elecciones por la Presidencia de la República en el 2012, Josefina Vázquez Mota registró mayores votaciones frente a las muy mínimas de EPN. Por lo que el Presidente de la República, no le debe nada al priismo tamaulipeco.

Peña Nieto después de haber sido exhibido por los condominios en Miami de Angélica Rivera, y por la muy reciente investigación de Carmen Aristegui con respecto al plagio de sus tesis de titulación, entre otras cosas, ha caído estrepitosamente en el desprestigio y credibilidad de la ciudadanía. Por supuesto que después de este gran acto de civilidad política, el Presidente de la República puede ser visto con ojos de compromiso con sus estados.

Claro que lo que más nos importa, es que independientemente de las banderas de color político que cada uno traiga, se pueda entender que nuestra más grande y majestuosa bandera, no se llama PRI, ni se llama PAN, es Tamaulipas, es México.

Y en esta sana expresión de buena voluntad, todos somos uno dentro de esta entidad.

Por lo que así como se construye la buena política que México requiere, esperemos que Peña Nieto apoye todos los proyectos de Cabeza de Vaca, y que de igual manera el ahora gobernador electo, apoye a los municipios de diferente color partidista comprendiendo que la construcción, la hacemos a través de nuestra participación todos juntos.

R-Evolucionando: Seguramente por la mente de Francisco mientras ingresaba al despacho presidencial, con una sonrisa se imaginaba como se vería el del otro lado del escritorio.

Y mientras tanto los tamaulipecos nos preguntamos… ¿Qué le habrá dicho en lo cortito Enrique Peña Nieto a Francisco Javier García Cabeza de Vaca? El tiempo nos lo dirá.

¡Gracias por leer!

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Rodrigo Alejandro Pérez González

Es licenciado en Comercio Internacional.
Presidente de la Asociación Civil, Sociedad Mostrando Vida A.C.
Y actualmente es conductor edición matutina de los Noticieros de Canal 10.