Es muy cierto el dicho que las cosas no son como parecen, y que el ser humano siempre cuestionara su realidad. Pero en un mundo donde muchas veces es muy incongruente, no queda más que vivir este tiempo tan virtuoso y fundirse en el…

Cuba es una bella mujer que desnuda el ego de las personas, y que al ritmo de su son menea sus caderas invitándote a bañar ese espíritu que muchas veces se encuentra tan elevado.

Ella vive en una isla donde su misma gente no entiende sus sistemas políticos y donde se pone en tela de juicio una gobernabilidad difícil de comprender, y sin embargo está firmemente convencida que su gente es el verdadero paraíso.

A pesar de las circunstancias y el muy retrasado desarrollo económico, programa su cerebro dándole prioridad a la actitud, gozando su presente. Aunque por ocasiones, cuando la melancolía se apodera, ella en su mente idealiza la sensación de sentir el agua rodeándola por todas partes, como si fuese una extraña enfermedad que encarcela su libertad.

El baile, su elocuencia y el humo que desprendía a la hora de demostrar su buena voluntad, hacían de Cuba una mujer rica en sensaciones y emociones.

Cuando el fin de semana llegaba, y el atardecer se mostraba sobre La Habana, Cuba disfrutaba de los paseos por el Malecón, sintiendo el húmedo calor del tiempo que corría por sus caderas al encaminarse a bailar.

Ella reía, ella bailaba, ella disfrutaba la vida como nadie, pero no se explicaba el por que trabaja día y noche para poder llevar una pieza de jamón serrano a casa a final de mes.

En los ojos de Cuba, se veía el peso de toda una isla azotando el cálido amor de todo un pueblo, las mesas de café, la sensualidad en los cuerpos, la música, el baile y un sentimiento de r-evolución.

Cuando era pequeña, el abuelo solía platicarle de los grandes personajes que habían marcado legados en su país. Escuchó de José Martí , de Camilo Cienfuegos, del mismo Che Guevara y de las hazañas de Fidel Castro. Aunque en su mente rebelde, se atrevía a pensar que eso había sucedido hace muchos años, que los tiempos habían cambiado…

En sus tiempos libres  a Cuba le gustaba improvisar discursos con mensaje de reflexión, mensajes que con el poder de las palabras incitaran a la inspiración.

Su isla, era una recopilación de culturas turísticas que se nutría por todas las experiencias de los que la visitaban, seduciendo esos aires de libertad que cuestionaban el mismo porque de la realidad de Cuba.

Ironías que pensaba a la hora de creer en una libertad efímera, en una libertad de la cual sus personajes revolucionarios habían creado con fin de encerrar un sentimiento de fronteras defendiendo su ideal.

Cuba vivía encerrada, sin libertad.

R-Evolucionando: Amigos R-Evolucionarios, entendamos que existen realidades muy diferentes para todos los seres humanos. Que en nosotros esta disfrutar de este tiempo tan virtuoso demostrando una gran energía positiva, fundiéndonos en el presente.

El aprender a valorar todo lo que la vida te pueda brindar, porque ahí radica la mayor felicidad.

Este es un experimento de cuento literario que se estará publicando cada lunes.

¡Gracias por leer!

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Rodrigo Alejandro Pérez González

Es licenciado en Comercio Internacional.
Presidente de la Asociación Civil, Sociedad Mostrando Vida A.C.
Y actualmente es conductor edición matutina de los Noticieros de Canal 10.