Washington, (Notimex).- El secretario ejecutivo electo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Paulo Abrão, dijo hoy que la crisis financiera que vive el órgano será una de las prioridades de su gestión, que iniciará el próximo 16 de agosto.

En su primer encuentro con la prensa tras ser elegido por los siete comisionados que integran la CIDH, Abrão se declaró feliz y honrado de ocupar el cargo “por todo lo que la comisión representa”.

Abrão reemplazará en el cargo al mexicano Emilio Álvarez Icaza, quien en enero pasado anunció su decisión de no postularse para un nuevo periodo de cuatro años, citando razones familiares.

“Es una tarea de gran responsabilidad y yo la asumo con el espíritu colaborativo de sumarme a todos los esfuerzos producidos a lo largo de tantos años de historia institucional”, indicó el jurista brasileño.

Abrão evitó hacer valoraciones sobre la situación de los derechos humanos en la región o de países en particular, porque dijo que espera primero reunirse con el equipo de la comisión, e iniciar la construcción de un plan de gestión.

En lo inmediato, el aún secretario ejecutivo del Instituto de Políticas Públicas en Derechos Humanos del Mercado Común del Sur (Mercosur) reconoció que atender la falta de fondos por la que atraviesa la comisión, es un reto apremiante.

“Tengo conocimiento de la crisis financiera y la tengo como una cuestión prioritaria. Soy optimista. Creo que es una crisis coyuntural y que hay establecer y mantener un diálogo profundo con los Estados (miembros de la OEA) para ampliar el apoyo político al sistema como todo y a la comisión en particular”, indicó.

Abrão explicó que responder a este reto requerirá un trabajo de “diplomacia preventiva” a través de un contacto permanente con las misiones permanentes y los gobiernos para modificar esta realidad de una manera efectiva.

“Vamos a construir una agenda práctica con objetivos claros y un cronograma específico para alcanzar lo más breve posible este cambio de realidad”, dijo.

Explicó que la agenda tendrá dos dimensiones, la primera de desafíos internos como la crisis financiera, ante lo cual, además del trabajo con Estados miembros de la OEA, se buscarán nuevos fondos de financiamiento, y la diversificación de estas fuentes.

De igual forma se buscará generar un proceso de aproximación institucional con todos los órganos que actúan en la defensa de los derechos humanos en la región y superar los retrasos en el desahogo de casos, una consecuencia más de la falta de fondos.

Sobre la propuesta de algunos países para trasladar la sede de la CIDH a Costa Rica en áreas de reducir costos operativos, Abrão lo consideró un tema que no resulta un imperativo del sistema interamericano de derechos humanos.

“La cuestión central hoy es como generar condiciones efectivas e institucionales para tener una capacidad de planificación a largo plazo y hacer mejor nuestro trabajo, y para eso es fundamental que los Estados cumplan con sus compromisos financieros”, dijo.

Para el doctor en derecho, lo que importa “es mantener la capacidad de visibilidad de las acciones del órgano y también de visibilidad de las violaciones en nuestra región”.

Abrão es profesor de derecho en Brasil y en España, presidente de la Comisión de Amnistía de Brasil, y antes sirvió como secretario Nacional de Justicia, presidente del Comité Nacional para los Refugiados y del Comité Nacional contra la Trata de Personas en Brasil.

Con 41 años, Abrão será uno de los secretarios ejecutivos más jóvenes en asumir el cargo, un récord que mantiene el argentino Santiago Cantón, quien contaba con 39 años cuando fue seleccionado para el cargo.