Iba por la feria y le dieron cambio de más…

Tal cual le sucedió al joven abogado y activista Daniel Santos, quien hace apenas unos días fuese víctima de un cobarde atentado, consistente en un paseo que incluyó golpiza, sospechosamente poco después de haber pronunciado un fuerte discurso contra el lesivo proyecto del gobierno del estado de Nuevo León, la Tarjeta “Feria”.
 
La tarjeta “Feria” es un instrumento de prepago del transporte urbano implementado en Monterrey y su área metropolitana. La tarjeta cuesta 20 pesos y existen dos tipos: La “preferente” para niños, discapacitados, estudiantes y adultos mayores, que permite que paguen $5.50 pesos por viaje, y la tarjeta feria “normal”, con la que el pasaje cuesta entre $7.50 y 9.00 dependiendo de la ruta. Esta tarjeta plástica es recargable en las tiendas OXXO, y su diseño y operación están a cargo de la empresa Enlaces Inteligentes.
 
Aunque algunas voces se opusieron a este programa desde su inicio, los reclamos  fueron minimizados con el argumento de que Monterrey se pondría a la vanguardia al utilizar tecnología de punta en el transporte público. Otro punto que aumenta el repudio, es que las tarjetas “preferentes” deben ser tramitadas llevando acta de nacimiento y CURP, además de tomarle una fotografía al solicitante. Esto convierte la tarjeta por un lado, en intransferible ni entre la propia familia, y por otro en un instrumento de control social que puede tener fines desde mercadotécnicos hasta políticos lo que tiene un preocupante tono fascista de extrema vigilancia del estado sobre los ciudadanos.
 
El colmo fue cuando anunciaron que la tarjeta Feria sería obligatoria, por lo que quienes no la posean pagarán una tarifa única de 10 pesos, convirtiendo al transporte urbano de Monterrey en el más caro del país. Ante tal atropello grupos ciudadanos protestaron con jornadas de volanteo, perifoneo, declaraciones a la prensa, plantones, bloqueo de calles, cuya primer respuesta fue recibir la visita de elementos de la policía regia, y recientemente, la represión.
 
Eso es lo que rinde en su declaración ante el Ministerio Público el joven activista Santos, alegando que horas antes de su agresión, había participado en la mesa pública instalada en el cruce de las calles Juárez y Aramberri invitando a los usuarios de los camiones urbanos a tramitar sus amparos, y además pronunciara un enérgico discurso señalando al poder ejecutivo del estado.
 
Con fuertes tintes de represión se perfila este asunto de las protestas ante la dichosa tarjeta en cuestión, que no tiene por ningún lado que se le busque, mayor sustento, y que ya ha levantado un sinnúmero de quejas y rechazo. Está bien, quizá, como instrumento de prepago; lo que de ninguna manera me parece tiene justificación, es el carácter de obligatoriedad que le quieren conferir. Al rato, solo Dios sabe qué cosas más van a querer imponernos desde los gobiernos estatales o federal…
Pero ya sabe, eso digo yo…
 
CAJÓN DE LO QUE NO DEBERÍA ESCRIBIR Y SIN EMBARGO ESCRIBO…
 
1.- LA FRASE: ‎"Un hombre se vuelve viejo cuando los lamentos ocupan el lugar de los sueños". Oscar Cellini.
2.- UN TROZO DE POESÍA: “Todo amor nuevo que aparece/ nos ilumina la existencia,/ nos la perfuma y enflorece./ En la más densa oscuridad/ toda mujer es refulgencia/ y todo amor es claridad”. Amado Nervo.
3.- MISCELÁNEOS: Un total éxito las presentaciones de la “Pastorela de Tepozotlán”, dirigida por Rafael Perera, y que con un excelente grupo de artistas encabezados por el Diablo Mayor, Belem F. Peña y sus compinches diablillos, Martín Salceda y Jorge Zárate, han hecho las delicias de los afortunados victorenses que han presenciado alguna de las funciones dominicales organizadas por el DIF estatal. Muchas felicidades al elenco, especialmente a Belem que ya cumple 22 años de representar diablos de pastorela…