El peso mexicano nuevamente se encuentra amenazado con su cotización respecto al dólar norteamericano. Vientos de cambio del peso contra el dólar vuelven a resoplar, así como en la política tamaulipeca también se muestran vientos huracanados. En lo que va de mayo, el peso mexicano pierde 7.2%. Ya se acerca de nuevo al tipo de 19 pesos por dólar. Cerró $18.70 venta.
En lo que se observa de las campañas de Tamaulipas, también se observa una clara devaluación de la misma, primero la guerra de lodo, campañas de desprestigio y ayer el homicidio de un líder cetemista. Mejor imposible para demostrar que esto muestra una depreciación de la política. Ayer mi amigo politólogo Marco Esquivel, describió con firmeza el acontecer tamaulipeco donde habla de los desaparecidos políticos en Tamaulipas ¿dónde están?
La divisa mexicana registra una pérdida de 7.2 % frente al dólar estadounidense en lo que va de mayo, equivalente a una depreciación de 1.2 pesos, explicado básicamente por la alta posibilidad de que la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos aumente su tasa de referencia en la reunión de junio.
La aversión al riesgo aumentó pese al alza reciente en los precios del petróleo mundial y mexicano, ante renovados temores por el avance de la inflación en Estados Unidos que podría significar un incremento en las tasas de interés por parte de Fed para la próxima reunión de junio.
Lo grave de todo esto, es la fuga de capitales mexicanos y de los inversionistas extranjeros en México. En lo que va del año, los inversionistas extranjeros han disminuido sus tenencias de papeles gubernamentales, como los certificados de la Tesorería (Cetes), en 185,000 millones de pesos. La salida se aceleró desde el 10 de marzo, presionando el tipo de cambio.
El 68% se realizó del 10 de marzo al 6 de mayo, por lo que podría ser una señal de requerirse una tasa de interés de referencia del Banco de México más alta. El inversionista extranjero compara los retornos no sólo contra la inflación interna, como lo haría un inversionista local. También lo hace contra la tasa de otros emergentes.
Ayer en su reunión semanal de la Junta de Gobierno del Banco de México, se decidió mantener en 3.75 por ciento su tasa de interés objetivo, tal como lo anticipaba el mercado, al argumentar que, por el momento, es congruente con su objetivo de permanente de inflación de tres por ciento.
Sin embargo, “advirtió que permanecen riesgos de que la depreciación del tipo de cambio vaya ocasionando un aumento gradual en la inflación subyacente”, para finalizar 2016 en niveles cercanos a tres por ciento.
En su anuncio de política monetaria, también anticipó que “hacia adelante no puede descartarse que la volatilidad financiera internacional se vuelva a incrementar”. Si bien los precios del petróleo han registrado una importante recuperación, el mercado mundial de esta materia prima todavía se caracteriza por un significativo desbalance estructural entre oferta y demanda.
Además, persiste la posibilidad de una descompresión desordenada de primas por plazo en los mercados financieros internacionales, ante la normalización esperada de la política monetaria en Estados Unidos.
Considera que el balance de riesgos para el crecimiento del PIB se mantiene sin cambio respecto de la decisión de política monetaria del 4 de febrero. Pero destacó que la decisión de incrementar 50 puntos base la tasa de referencia en febrero ha producido los resultados esperados: una apreciación de la moneda y un aplanamiento de la curva de rendimientos.
Subrayó la necesidad de que las autoridades preserven fuertes los fundamentos macroeconómicos y la confianza en México, para distinguirlo de otros países emergentes, de tal forma que el componente de riesgo soberano en las tasas de interés, al igual que otras primas de riesgo, permanezcan bajo control, ante el riesgo de una mayor astringencia financiera externa (Nota del Banxico, 19/05/2016)
Por todo ello, nuevamente se amenaza que la cotización del peso volverá a estar próxima a los 20 pesos por dólar, y el euro dispararse hasta los 22 pesos por euro. Luego de haber tocado un precio mínimo de 17 pesos por dólar el pasado 28 de abril, el peso mexicano volvió a depreciarse frente a la divisa estadounidense, observándose ayer cotizaciones cercanas a los 19 pesos por dólar ($18.70), pese al repunte del precio internacional del petróleo.
La economía mexicana nuevamente se vería amenazada, al presionarse las tasas de inflación, que impacta principalmente en los precios de la canasta básica que es la que afecta a la mayoría de los mexicanos que más del 53% se encuentran en pobreza con ingresos menores a dos salarios mínimos.
No obstante la ligera recuperación de los empleos formales en México, se registra que las 3 cuartas partes se ubican en los nuevos empleos con menos de dos salarios mínimos, por lo que se consideran empleos precarios, no suficientes para pagar la canasta básica y otro tipo de bienes y servicios mínimos necesarios…
