Su vida de comerciante no tiene punto de comparación. Es triunfador. Aquí el punto a tratar es lo relacionado a su vida política en donde paradójicamente no le ha ido nada bien a nuestro personaje. Y es que por más que derrocha recursos no logra tener una plena identificación con la sociedad pero la culpa es solamente de él. Sus constantes metamorfosis políticas revelan su inestabilidad emocional.
Alberto Medina Trujillo surgió en la política dentro del Partido Verde Ecologista de México de la mano de su compadre Marco Antonio Castillo, quien lo placeaba como una figura en ascenso que pronto tendría el nivel para competir por la presidencia municipal de El Mante. Tarde se dio cuenta que el Verde Ecologista hay que llevar el apellido Castillo para ser candidato, por eso abandonó al partido reclamando por igual el pago de un dinero que habría invertido en las campañas.
Luego sostuvo un breve “romance” político con el PRD pero se alejó al darse cuenta de que José Luis Martínez y Juan Manuel Vázquez son igualitos que Marco Castillo.
Finalmente se ancló en el PRI en donde le abrieron las puertas (a su dinero) y le cedieron el espacio de la Fundación Colosio que tiene poco peso dentro del mismo partido. Alberto Medina Trujillo se veía contento, tranquilo. Era un porrista entusiasta del PRI en las campañas a grado tal que armaba su propia campañita pues se hacía acompañar por su equipo de prensa, animación, porra, brigadas, animador. Tras la designación de candidatos para la planilla del PRI Medina Trujillo creyó merecer una de las primeras tres posiciones pero no le tomaron en cuenta la sugerencia, por eso a la primera oportunidad maquiló su partida hacia Acción Nacional. Lo primero que hizo fue regalar la publicidad a los candidatos. De día era un entusiasta brigadista del PRI pero de noche se convertía en un activista del panismo. Aquí en este mismo espacio se reveló el doble juego del zar de la tortilla, dichos que incluso que negó ante la opinión pública, sin embargo no pudo ocultar por mucho tiempo esa traición por lo que anunció su llegada al Partido Acción Nacional, en donde su arribo provocó más recelo que entusiasmo.
El PAN no sabe lo que se lleva. Trujillo es un personaje acostumbrado a actuar a sus anchas, no se somete a la voluntad a nadie y suele estorbar en las campañas al rodearse de un equipo de trabajo que solo lleva agua a su molino.
Por eso a muchos panistas no les cayó en gracia la “adquisición” que hizo el partido en la persona de Alberto Medina Trujillo, que la verdad sea dicha, en política no sabe ni lo quiere.
En el PRI no lo echarán de menos. Ya se había tardado.
PD: “En el PRI hay convicción e interés de partido, se van, por intereses personales”: Rigoberto Rodríguez Rangel a propósito de la salida de Alberto Medina Trujillo.
SE ESPARCE EL AROMA DE ESPERANZA
El olor ya se detecta en cualquier punto de la ciudad. Es un aroma a democracia, a cuentas claras, a honestidad. En contra parte el tufo al cacicazgo, a lo mismo, a la herencia familiar, ese putrefacto olor cada día se va diluyendo, por eso se sienten desesperados, insultan y ofenden sin miramientos. Lo suyo es una táctica que demuestra que viven sus últimos días de reinado.
Ellos seguirán con la mentira y el chantaje como mejor arma, huyéndole a un debate, a propuestas claras. El panismo de Antiguo Morelos solo apunta al bolsillo de una familia.
Por eso la gente abraza una oferta que tiene un aroma de esperanza, de trabajo diario y honesto. Lupita Reyes viene avanzando en su proyecto por contar con un municipio que tenga un empleado en la presidencia, no un amo, alguien que dé cuenta de los recursos, no que arrebate y beneficie a los amigos y a la familia.
Por eso cuando Lupita habla de una clínica con médicos que atiendan las 24 horas del día, y con medicamentos disponibles para quien lo requiera; la gente le cree, confía en ella.
Por eso cuando Lupita habla de crear una extensión universitaria para que los jóvenes de Antiguo Morelos tengan una oferta educativa y no se vayan a otra ciudad; los estudiantes le creen y confían en ella.
Por eso cuando Lupita habla de crear una casa del estudiante en El Mante y ciudad Victoria para que los jóvenes de Antiguo Morelos tengan dónde dormir y comer; los padres de familia y los jóvenes le creen y confían en ella.
Por esta razón, el aroma de esperanza crece e inunda la ciudad. Así se entiende por qué algunos andan desesperados difamando e intimidando. El tufo a cacicazgo se va terminando.
EL ASUNTO SINDICAL
El SUTEM mostró lealtad y compromiso con la primera autoridad del municipio. Por otro lado algunos sindicatos afiliados a la CTM mostraron su respaldo a Clemente Gómez Jiménez, el mismo que fue desconocido por la Federación de Trabajadores de México que dirige en el estado, Edmundo García Román.
Hoy la clase obrera está inmersa en un tobogán de confusión e intereses personales. Por un lado sindicatos como el SUTEM y el de los trabajadores de la Comapa, podrían desaparecer si el Partido Acción Nacional llegara a ganar las elecciones en El Mante. Al menos es lo que propone Clemente Gómez Jiménez, el candidato a diputado local por el XVII distrito, sin embargo privilegia a otros sindicatos como el de los trabajadores del volante a los que incluso utiliza para sus diversos actos políticos salpicadas de bravuconadas.
Sea cual sea el resultado la CTM será un reducto de quejas, rencor y odio. El nuevo dirigente obrero se sacará la rifa del tigre.
LADY LIMÓN
Dicen que se convierte en un diablo cuando está de malas. Casi siempre.
Presume una relación muy cercana al presidente municipal Juan Enrique Liceaga por eso hace y deshace lo que quiere con el dinero del pueblo.
Se llama Guadalupe Mireles y le llaman la “lady limón”, por eso de la amargura con la que trata a los empleados y a la gente que acude a la presidencia municipal. La contadora del municipio que ya estrenó carro de modelo -aunque lo esconde tras conocerse que se le siguen los pasos por enriquecimiento inexplicable- sigue dando de qué hablar pues sigue empecinada en que no se suba al portal del municipio la nómina y las compras que se realizan. Por algo será.
Ella con la amargura que se trae solo le brinda un rostro desagradable a esta administración que para respiro de muchos…ya se va.
