A JAVIER GIL, y a muchos personajes de la política, seguramente cuando eran niños Santa Claus no les trajo de regalo una llenadera y es un hecho que tampoco ellos la pidieron, de lo contrario hoy no andarían enloquecidos queriendo seguir viviendo de los presupuestos, lucrando con la necesidad del pueblo.
Ese problema no es exclusivo de priistas o panistas, sean del color que sean, le recen al santo que le recen, hay muchos personajes que han vivido del pueblo y aun no se cansan, quieren seguir saqueando a su gente, al erario público.
Estamos en año electoral, los partidos políticos analizando los perfiles de quienes pueden convertirse en candidatos, por ello los que quieren seguir viviendo de los presupuestos dan señales de vida, aparecen dando evidencia de que en verdad no tienen llenadera.
Donde más se manifiesta que no hay llenadera es en el ex presidente de Altamira y ex Diputado federal enfundado en las siglas del PRI, JAVIER GIL ORTIZ, el hombre grita a los cuatro vientos sus deseos de volver a mal gobernar ese pujante municipio.
Otra vez JAVIER GIL quiere que su partido, el PRI, le elija como candidato a la presidencia municipal de Altamira, no cabe duda que este personaje piensa que el pueblo no tiene memoria o que ya le perdonaron los agravios.
JAVIER GIL dice que es auténtica su aspiración y que seguirá hasta el final, que no piensa declinar por nadie porque no puede ser irrespetuoso ni faltarle a la multitud que cree en él, por favor, a lo que no quiere faltarle es a sus deseos de poder, fama y fortuna, en realidad lo que suceda con el pueblo, o la gente, es cosa que poco le interesa.
Si realmente le interesara la gente, cuando estuvo al frente de la comuna altamirense hubiera hecho todo lo que estuvo a su alcance para mejorar las condiciones de vida del pueblo, no solo preocuparse por sus deseos de grandeza.
Porque recordemos que este personaje soñó, y hasta se promocionó, para pelear la gubernatura de Tamaulipas, se sentía protegido por los hombres del poder del pasado y hoy que ve chispazos de luz de algunos de ellos siente que le impulsaran para convertirse otra vez en Alcalde de Altamira… cuanta locura.
Mas locura seria del pueblo si aceptará darle un voto de confianza a este personaje, y qué decir del PRI que a pesar de que hay evidencia de que GIL no fue un buen presidente le puedan proponer nuevamente.
Todo indica que la designada por el PRI en Altamira será GRISELDA CARRILLO, en su defecto puede ser CARLOS GONZALEZ TORAL cualquiera de ellos puede dar mejores resultados que los que dio GIL ORTIZ en su momento.
En estos momentos lo que necesita el PRI son cartas ganadoras y no personajes cuestionados, el objetivo de los partidos es ganar elecciones y por eso deben tener mucho cuidado al elegir a sus candidatos o de lo contrario en el pecado llevarán la penitencia.
Además, el PRI necesita mujeres para cumplir con la igualdad que hoy obliga la ley a los partidos políticos a cumplir, no es que GRISELDA sea la mejor pero en ese municipio no hay más del género femenino buscando esa posición y es la razón por la que ella lleva delantera.
Otra situación es que aunque JAVIER diga que tiene pueblo es obvio que no cuenta con la aceptación de la gente, eso se vio en el evento para festejar el cumpleaños de su mujer al que no asistieron ni los que colaboraron con él en la administración, bueno, hasta su chofer fingió demencia, los únicos que acudieron fueron los movilizados en camiones y micros qué, por cierto, la mayoría se fue inconforme porque no les cumplieron lo que les prometieron, solo les dieron veinte pesos y un plato de barbacoa fría, sin frijoles ni tortillas, no cabe duda que GIL ORTIZ no tiene llenadera.
