Andrés Manuel López Obrador, dueño del partido político Movimiento Regeneración Nacional (MORENA) a unos cuantos meses de iniciar los procesos electorales, ya se encuentra en la antesala para su ya tradicional cirugía plástica sexenal.
Y es que el plan de campaña presidencial de AMLO le ha funcionado las últimas dos elecciones federales, y conforme más se acerca la fecha electoral, López Obrador poco a poco desactiva su modo radical, se muestra al público como un líder sereno, tranquilo, amoroso, que aglutina y conciliador.
El que en el 2006 desprestigiaba la embestidura presidencial, con gritos como “Cállate chachalaca”, y en el 2012 en un mitin tras otro insultaba al presidente Enrique Peña Nieto, hoy en día pide cita en Los Pinos para hacerle llegar un proyecto alternativo del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.
La semana pasada, en plenas fechas de conciencia al Día Internacional de la eliminación de la violencia en contra de la mujer, Andrés Manuel en un acto misógino y machista, juzgó a las mujeres de ser solo una extensión de su marido, al descalificar a Margarita Zavala Gómez del Campo por las políticas incididas de Felipe Calderón en su mandato.
No cabe duda que López Obrador quiere ir quitándose del camino a quien vea como un serio contendiente para la silla presidencial en el 2018 o como el diría, a los hijos de la mafia del poder.
Pero con quien siente que le arrebata votos electorales y hace que la ideología “populista” de Andrés Manuel pase de moda, es con el actual gobernador de Nuevo León, Jaime Rodríguez Calderón “El Bronco”, y la apertura independiente.
Andrés Manuel López Obrador “El Peje” es el único candidato presidencial que no ha dejado de anunciar sus spots en la radio y televisión.
AMLO nos deja en claro que no renunciará a sus estrategias políticas, y que buscará pelear por crear su “República Amorosa” a costa de cualquier cosa.
Aunque a decir verdad, aquellas grandes masas de gente que lo seguían, ha ido disminuyendo con el pasar de los años, las plazas y teatros abarrotados por escuchar el eco de su voz, hoy lucen vacías, apagadas, indefensas y sin mucha fuerza.
La credibilidad del líder de Morena ha caído gracias a su intolerancia hacia las ideas de los demás, por su poco respeto para las damas que hace despertar el enojo a los verdaderos caballeros en su contra, y a su poca confianza en el sector juvenil al nombrarnos “pollos” o de no tener la capacidad de acción, entre muchas otras caras y facetas que nos ha mostrado.
Pero el no se rinde, y da inició a su cirugía plástica sexenal.
Posdata
Dicen que el Tabasqueño, a su cirujano plástico le exige el mejor y más bello rostro, que pueda dar una imagen que resulte atractiva para el sector más grande del electorado. Y con esto, aprovechar el gran descontento ciudadano que existe en la clase política tradicional.
Aunque se le olvida que dentro de sus máscaras o de los tantos rostros que nos ha mostrado, también se encuentra el de cargos como directivo pagados con el presupuesto público, del ex-priista y ex-pererredista.
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