La elección presidencial de 2018

La elección presidencial de 2018 trae sumamente nerviosa a la clase política mexicana

Sobre todo, porque es evidente la ventaja de Andrés Manuel López Obrador sobre el resto de los posibles contendientes.

Encuestas van, combinaciones de aspirantes vienen, pero el líder moral de MORENA sigue estando al frente en las preferencias de los potenciales votantes.

Claro, falta aún mucho tiempo paran que se definan candidaturas y postulaciones, pero en los hechos, el tabasqueño sigue capitalizando a su favor el creciente descontento de amplios sectores de la sociedad en temas como economía y empleo, corrupción e inseguridad.

Y ahora es el dirigente nacional del PRI, Manlio Fabio Beltrones Rivera quien emprende una ofensiva política para tratar de contener a AMLO, al proponer efectuar reformas a distintas disposiciones de la actual legislación electoral buscando dar "piso parejo" a la contienda presidencial del 2018.

Uno de sus argumentos, es que en su calidad de aspirante presidencial, AMLO se ha beneficiado indebidamente de los tiempos de Estado en radio y TV que la actual legislación electoral entrega por prerrogativa a MORENA, condición que le ha permitido al ex jefe de gobierno disponer de más de un millón de apoya con su voz e imagen para difundir el mensaje de su instituto político.

Lo paradójico del asunto, es que la paternidad del actual marco legislativo electoral tiene paternidad, con nombre y apellido.

Sus antecedentes se remontan a la Ley para la Reforma del Estado aprobada en abril de 2011, y que fue impulsada por la bancada del PRI en la Cámara de Senadores.

Dicho paquete de reformas incluyó restricciones para la presencia mediática de funcionarios y representantes populares, y dio pie a la prohibición expresa de compra de espacios en medios electrónicos de comunicación por parte de partidos políticos y candidatos.

El reclamo en contra de AMLO podría resultar congruente, pero en realidad lo que el tabasqueño ha venido haciendo es aprovechar para su beneficio político los subterfugios y vacíos de la actual legislación electoral.

Y curiosamente, quien ahora recrimina estas conductas, es quien presentó dicho paquete a nombre de los legisladores del PRI: ni más ni menos que el propio Manlio Fabio Beltrones Rivera, quien en ese tiempo era coordinador de los senadores del PRI.

Cabe destacar que para poder impulsar una reforma constitucional, el PRI requeriría del apoyo de por lo menos uno de los dos grupos parlamentarios más numerosos, Niue en este caso son el PAN y el PRD.

El apoyo de sus socios y aliados del Partido Verde no le alcanzaría para sumar mayoría calificada.

El PAN, a través de su dirigente nacional Ricardo Anaya ya manifestó que más que una reforma con dedicatoria, lo que se requiere es de una reforma electoral integral. "No daremos nuestro aval a una Ley Beltrones", sentenció.

Por su parte, el dirigente nacional del PRD Agustín Basave criticó la postura de Beltrones al considerar que más que pensar en el beneficio del sistema electoral, el sonorense Beltrones está actuando en pos de sus intereses como aspirante a la candidatura presidencial del PRI en 2018.

Otros dirigentes partidistas se han beneficiado de la actual legislación para capitalizar su imagen en la televisión nacional. Lo ha hecho el panista Ricardo Anaya, y en su momento, el verde ecologista Arturo Escobar y Vega.

El problema es que dentro de la mecánica interna del PRI, Beltrones no tiene el mismo margen de maniobra para moverse como dirigente nacional.

Al proclamar el fin de la llamada "sana distancia" entre el PRI y Los Pinos, Manlio Fabio reconoció tácitamente que su actuar se sustenta en el consentimiento político del Presidente Peña Nieto. Eso implica, por decirlo de alguna manera, prudencia institucional.

Además, Beltrones debe mostrar tacto político para no hacer evidente que pudiera hacer uso de su papel como dirigente nacional del PRI para sacar ventaja en la carrera sucesoria. Sobre todo ahora que en el arrancadero figuran otros personajes como Aurelio Nuño y José Antonio Meade.

Dicho de otra manera: al Beltrones dirigente le estorban los intereses del Beltrones aspirante.

Así que viéndolo de este modo, la dirigencia nacional del PRI está resultando la peor posición para tratar de construir una precandidatura presidencial.

Al menos en las actuales circunstancias.

El punto es, que mientras las fuerzas políticas discuten si van o no a una reforma electoral, López Obrador sigue tomando ventaja.

El tiempo sigue su marcha.

Se está poniendo bueno. Veremos y comentaremos.

DE BOTEPRONTO: Pues finalmente, el legislador federal matamorense Baltazar Hinojosa Ochoa se animó a levantar oficialmente la mano como aspirante a la candidatura del PRI a la gubernatura del convulsionado estado de Tamaulipas en 2016. Habrá que ver cuánto tiempo caminan sus aspiraciones antes de que los promotores del fuego amigo traten de nublarle sus aspiraciones con la sobra del fantasma del ex gobernador Tomás Yarrington, sobre quien pesa una orden de captura por parte del gobierno norteamericano. Porque para bien o para mal, Tomás sigue siendo factor de definiciones políticas en la entidad tamaulipeca. Ya se verá...

Twitter: @miguelisidro