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Sección: Editoriales / La Ley de Herodes

Egidio Torre, Quinto y último

Por: Miguel Ángel Isidro 19/11/2015 | Actualizada a las 12:20h
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Al momento de redactar estas líneas, transcurría sin incidentes la ceremonia alusiva a la presentación del mensaje con motivo del Quinto Informe de Gobierno de Egidio Torre Cantú, en su calidad de jefe del Poder Ejecutivo estatal en Tamaulipas.

Tomando como referencia el aspecto cronológico, se trata del penúltimo informe del mandatario tamaulipeco.

Sin embargo, para los efectos políticos, se trata prácticamente del último acto en el que Torre Cantú participa como eje central de la balanza política del estado, principal foco de atención mediática y luminaria frontal de la grilla local. En efecto, en noviembre del año próximo rendirá un informe más, pero para entonces habrá otras circunstancias políticas en Tamaulipas y en México.

Lo anterior, porque en cuestión de algunas semanas arranca de manera formal el proceso sucesorio en Tamaulipas. Como es sabido, a mediados del año próximo habrá elección de alcaldes, diputados locales y gobernador.

Tamaulipas iniciará el año con precandidatos a la gubernatura por los distintos partidos. Y de manera inevitable, el foco político del estado pasa, en el caso del ceremonial priista, a la cancha del candidato a la primera magistratura.

Al gobernador saliente le toca, desde su espacio, contribuir a la construcción del triunfo, pero a la vez cuidando el no robar reflectores ni espacio al abanderado oficial.

Y en el nuevo orden legal, los pasos del mandatario se vuelven motivo de severa vigilancia. Cualquier movimiento en falso del gobernador saliente puede dar al traste con un eventual triunfo electoral. Y como ominosa prueba de ello está la elección de gobernador en Colima, donde por segunda ocasión en su historia -la primera fue en 2003- deberán reponerse los comicios. Con la novedad de que ahora las autoridades electorales admitieron como elementos de prueba grabaciones de audio, notas periodísticas y hasta información de redes sociales, sentando un precedente que ya preocupa a los operadores de la propia elección presidencial en 2018.

Esa es la nueva realidad en la que se deben mover, con gran cautela, no sólo Egidio Torre Cantú, sino el resto de los mandatarios en las 13 entidades que celebrarán comicios en el año venidero.

Al inicio de su gestión, a la que llegó como suplente de su siempre bien recordado hermano Rodolfo, Egidio Torre Cantú era promovido como un personaje capaz de garantizar la estabilidad política del estado. "No es político, es un profesionista con una trayectoria reconocida y no arrastra compromisos que lo limiten. Podrá poner orden entre los grupos políticos", prometían, palabras menos, palabras más, sus operadores.

Sin haber acudido al multitudinario evento convocado este miércoles en la ciudad puerto de Tampico, podemos anticipar la presentación de un importante conglomerado de datos, testimoniales y estadísticas que seguramente apuntalarán una de las frases promocionales favoritas de la presente administración: "Vamos bien, y lo mejor está por venir".

En materia de desarrollo social, en Tamaulipas se han multiplicado los programas de apoyo y asistencia a las clases más desprotegidas. Su uso con fines político-electorales ha sido más que evidente, pero tampoco garantiza eficacia, como se demostró con las derrotas electorales de los candidatos priistas en Matamoros y Nuevo Laredo en 2013, el revés electoral que sufrió el propio presidente Peña Nieto en la entidad tamaulipeca (donde fue derrotado por Josefina Vázquez Mota) y la insta ora derrota de la elección federal del presente año, donde el PRI se alzó efectivamente con un carro completo, pero con la votación más baja de los últimos tiempos. Azúcar amargo.

Los esfuerzos en materia de seguridad han sido notables, vía la millonaria inyección de recursos del erario, y a pesar de ello, es un tema en el que tampoco se puede cantar victoria. El triunfalismo con el que muchas veces se pretenden vender estos resultados lastima en fibras muy sensibles a miles de familias victimizadas, desintegradas o desplazadas por la violencia criminal. Un apartado en el que sin duda la imagen de la entidad continúa severamente estigmatizada.

Las cifras oficiales en materia de empleo e inversiones muestran un dinamismo excepcional, incluso por arriba de los estándares nacionales. Sin embargo, la realidad es que los grandes corporativos internacionales asentados en la entidad siguen operando con excesiva cautela, aumentando la subcontratación y la reducción de jornadas laborales. Mayor número de empleos nos siempre representa mayor riqueza ni armonía social, sobre todo cuando el trabajo no es justamente remunerado ni compensado con garantías humanitarias.

Ésta lamentable condición persistente en Tamaulipas ya fue advertida incluso por los medios internacionales, como el caso de la televisora Al Jazzeera, que elaboró un reporte especial sobre las condiciones laborales prevalecientes en la ciudad de Reynosa, que puede observarse en el siguiente enlace: http://alj.am/zaut

Paradójicamente, en el terreno político, todo parece indicar que en 2016 el PRI puede alzarse con una nueva victoria en la elección de gobernador, no tanto por los méritos de la gestión saliente, sino por un fenómeno preocupante: la evidente mediocridad de los partidos de oposición. Incluso el PAN, única fuerza política con capacidad de darle batalla al tricolor en la próxima elección, atraviesa por una etapa de crisis merced al divisionismo propiciado por personajes que a toda costa buscan la candidatura a gobernador de Tamaulipas, como es el caso de la alcaldesa de Matamoros Leticia Salazar, el senador Francisco Javier García Cabeza de Vaca y el edil de Nuevo Laredo, Carlos Cantú Rosas.

Del resto de las fuerzas políticas de la localidad no vale la pena ocuparse...

No queremos afirmar que en Tamaulipas todo está mal. Ni es error de un solo hombre pensar que el triunfalismo es el eje central de un buen gobierno. Se aproxima una evaluación ciudadana en las urnas, y seguramente habrá cosas interesantes qué señalar, más allá de la frivolidad oficial.

Veremos y comentaremos.

DE BOTEPRONTO: Es lógico y válido que haya quien no esté de acuerdo con nuestra opinión sobre la realidad del estado. Cabe entonces cuestionar... ¿El Tamaulipas de hoy es más humano, seguro, competitivo y sustentable que el de hace cinco años?

Es pregunta.

Twitter: @miguelisidro

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