Gobernar no es fácil. En principio, según los cánones, se debe tener una condición: una condición de servir. Y, además de esa condición, una más: que estés plenamente consciente de lo que implica buscar, pelear, combatir, por tener el control del poder político. Y, en este caso, no miento si consigno que Egidio Torre Cantú, no busco ni peleo por tener el poder en sus manos. Le llego, el poder, de manera coyuntural.
Nicolás Maquiavelo, el florentino, él una y otra vez repudiado, fue muy claro en sus observaciones. El poder se obtiene, dijo, por las armas de otros, las armas propias o por la fortuna. Y en el caso de Egidio, no cabe la menor duda, fue por la fortuna: así llego, en su momento a ser el alcalde de la ciudad, ahora el gobernador de la entidad: no llego, porque su decisión, haya sido, tener ese poder en sus manos.
Llego, sin embargo, y tuvo que enfrentar, la complicada tarea de gobernar. Y lo hizo, quiérase o no, en circunstancias difíciles, más complicada, que tuvieron su clímax precisamente en la muerte de su hermano. Una etapa de violencia, de inseguridad, en donde el peligro latente fue, no solo patrimonial, sino también para la propia integridad. Por eso, en su inicio, estableció como premisa trabajar por un Estado Fuerte, por un Tamaulipas Fuerte.
Este miércoles, 18 de noviembre, Egidio Torre Cantú va a emitir, a entregar a la representación política, su Quinto Informe de Gobierno. Sera en Tampico el conclave, donde, sin la menor duda, estará presenta la clase política tamaulipeca en busca de claves, de indicios o señales, para la sucesión gubernamental. Egidio Torre Cantú esta, como quien dice, en el umbral de un plazo: la entrega del poder.
Se dice fácil: 5 años de gobernar a una entidad que se caracteriza por su gente, dispuesta a trabajar, a entregar el alma en su tarea; pero que, en los últimos años, ha vivido un panorama sombrío. Y en todo eso, Egidio Torre Cantú puede presumir: su gobierno, con muchas carencias, ha sido capaz de darle vida a 3500 obras en lo que va de su gobierno, con una inversión de 13 mil millones pesos en 5 años.
Esta Egidio, el gobernante, a un tris de concluir su periodo gubernamental. Han sido 5 años de trabajo, de sufrir las embestidas de la oposición política, de ver como su partido, en una que otra ocasión, sufría derrotas y que, por tal coyuntura, tuvo que modificar sus políticas de gobierno. Hay que cambiar, dijo, lo que se tenga que cambiar. Y con eso, ya en las últimas elecciones, vivió los resultados favorables: 8 de 8 diputaciones federales para su partido.
El Quinto Informe de Gobierno según las reglas no escritas de la política marca el inicio de la sucesión gubernamental: ¿Quiere Egidio Torre dejar a un sucesor? Yo creo que no: ese intento ha sido, sin la menor duda, de quienes siendo gobernantes se muestran megalómanos, ambiciosos del poder. Otros, dicen, quieren heredar el poder a uno de sus amigos para que le cubra la espalda, no creo que sea el propósito de Egidio Torre Cantú: el bien que sabe, el pueblo los juzga por los hechos. Y él, a lo largo y ancho de la entidad, ha dejado huella.
Egidio esta como quien dice, ya en el último tramo de ejercer un poder: que, diría un viejo priista, es para servir a la gente. Porque al final, no son las obras las que hacen perdurar la imagen del gobernante, pero si su actitud, su comportamiento, su cercanía con la gente… que, una y otra vez lo vio, lo saludo, estrecho su mano, sintió su calor, y quedo convencido de que tenía ante sí, a un gobernante comprometido.